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«Star Wars», cuatro décadas de éxito

«Star Wars», cuatro décadas de éxito
«Star Wars», cuatro décadas de éxitolarazon

Han pasado 38 años desde que se estrenó la primera película de «Star Wars» y diez desde que vimos la última entrega en pantalla.

Han pasado 38 años desde que se estrenó la primera película de «Star Wars» y diez desde que vimos la última entrega en pantalla. Pero igual que en 1977, los fans de esta mítica saga se han reunido una vez más para recibir con los brazos abiertos a sus ídolos y cómo no, a su creador George Lucas, un hombre que ha sido capaz de crear un universo entero para nosotros desde cero. Las diferentes razas y planetas que ocupan este submundo provienen de la imaginación de este Dios que, aunque ha necesitado más de siete días para hacerlo, no deja de sorprender y emocionar con sus historias. Además, según publica la revista «Time», «Star Wars», ha contribuido a la cultura y es reflejo de los avances tecnológicos que hemos vivido en estos últimos 40 años.

Aunque en España llegó bajo el título de «La guerra de las galaxias» -por la costumbre que hay de traducirlo todo a nuestro idioma-, acabó por acuñarse el nombre de «Star Wars». Pero lo que pocos saben es que George Lucas, antes de estrenar la primera entrega de la saga, temía tanto por el fracaso de la película que ni siquiera acudió al primer pase de la misma en el teatro Chino TLC de Los Ángeles, el mismo en el que se ha estrenado la séptima entrega, «Star Wars: El despertar de la fuerza». Tal era el miedo, que antes del estreno reunió a un grupo de amigos entre los que se encontraban cineastas como Brian de Palma para que vieran y opinaran sobre el largometraje antes de ser expuesto al mundo. Sin tapujos le dijeron que sería un fracaso absoluto.

El único que confió en el proyecto fue Steven Spielberg, quien dijo -y predijo- que esa película sería histórica y que le daría millones y millones de ganancias. Y así fue como pasó. A pesar de que la Fox tuvo bastantes problemas para distribuir el metraje y en un principio sólo 32 salas accedieron a proyectarla -por amenazas de interés económico ante todo-, para el fin de semana ya eran 40 salas, y así, semana tras semana, hasta convertirse en el éxito que es hoy.

A pesar de que Lucas hizo algo que pocos cineastas se atreven a hacer al grabar y proyectar las entregas IV, V y VI, para después retroceder en el tiempo y ofrecernos la I, II y III, lo cierto es que tampoco le ha salido tan mal. Lo más destacable en lo que a crítica se refiere, es que a pesar de contar con mejor tecnología y, por lo tanto, mejores efectos especiales, esto no le salvó del juicio de sus fans, quienes preferían las primeras tres películas -aunque fuesen en realidad la IV, V y VI-, a las que vinieron después.

Así llegamos al año 2015, la prueba de fuego. Con el preestreno la balanza se iba a decantar a uno de los dos lados y, la verdad, la aglomeración y la buena acogida que ha tenido esta séptima entrega por parte de los fans habla por si sola.

Según los pocos afortunados que han podido ver ya la película «Star Wars: El despertar de la fuerza», reúne todo lo bueno de las seis entregas anteriores. La historia vuelve a cobrar vida y no se abusa tanto de los efectos especiales como en las tres últimas. Además, el regreso de míticos personajes como Han Solo (Harrison Ford), Luke Skywalker (Mark Hamill) o la princesa Leia (Carrie Fisher) ha hecho que vuelva la esencia de «Star Wars».

Pero no estarán solos, además de otros personajes ya de sobra conocidos como C-3PO (Anthony Daniels), R2D2 (Kenny Baker) y Chewbacca (Peter Mayhew), se suman otros como Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) o el líder supremo Snoke (Andy Serkis). Muchos se preguntarán qué queda por pasar después de la muerte de Darth Vader. Los agraciados que han podido verla aseguran que esta séptima entrega no tiene desperdicio, culminando con un final apoteósico.

Los fans no han sido los únicos en asistir a este gran evento. Multitud de famosos -y seguidores de la saga-, han querido participar en el preestreno de esta película cuya alfombra roja medía 300 metros, el doble que la de la gala de los Oscars.