Cultura

Crítica de teatro

“En el aire”: Como el perro y el gato ★★☆☆☆

Eva Higueras y Jimmy Barnatán en "En el aire"
Eva Higueras y Jimmy Barnatán en "En el aire"Antonio Hortelano

Autor: William Mastrosimone (versión de Miguel del Arco). Director: Antonio Hortelano. Intérpretes: Eva Higueras y Jimmy Barnatán. Teatro Lara (Sala Lola Membrives), Madrid. Hasta el 14 de diciembre.

Allá por 1999, prácticamente una década antes de ascender a la gloria con el inesperado éxito de “La función por hacer”, Miguel del Arco ya había llevado a escena esta función del dramaturgo estadounidense William Mastrosimone. No tuvo mucha repercusión aquel proyecto, a pesar de que estuvo protagonizado por dos de sus actores predilectos en el posterior desarrollo de su carrera: Israel Elejalde y Miriam Montilla. Sin embargo, algo bueno debió de ver un director tan astuto como él en aquella pieza cuando se decidió a montarla; tal vez lo mismo que ha visto ahora la actriz Eva Higueras, que ha querido recuperar aquella versión firmada por el propio Del Arco para volver a ponerla en escena, en esta ocasión bajo la batuta de Antonio Hortelano, que asegura, a su vez, haber quedado prendado igualmente de ella nada más leerla.

Pues bien, no consigo entender qué demonios han visto exactamente unos y otros. Desconozco el trabajo que hizo Del Arco en aquellos años con este material, pero a tenor del propio texto, y del resultado de este nuevo montaje, no parece que haya demasiado, sinceramente, donde rascar.

La propia Higueras y Jimmy Barnatán interpretan a dos personas perdidas que tratan de acercarse y de quererse sin mucho éxito. Su respectivo deseo de abrirse al otro se ve una y otra vez frustrado por la desconfianza que cada uno ha dejado arraigar en sí mismo. Como consecuencia, a cada paso que los personajes dan hacia adelante le sigue inexorablemente otro hacia detrás. Sin ser muy novedoso, el fondo de la obra podría resultar interesante si estuviera tratado de manera más exhaustiva, más reveladora en algún sentido; pero no hay mucha perspicacia a la hora de perfilar los personajes, ni mucha belleza a la hora de mostrarlos ante el público, ni mucha gracia en el código surrealista en el que está concebida toda su interacción. Las interpretaciones están bien, pero la cosa no termina de enganchar por ningún lado.

Lo mejor

La voluntad de algunos actores y directores de seguir arriesgando en menesteres creativos nada confortables.

Lo peor

La escasa evolución de la trama y de los personajes hace que el interés decaiga muy pronto.