"Frívolo y chico": vuelve la sicalipsis
El Teatro Fernán Gómez acoge la segunda edición de un ciclo que volverá a contar con el tenor Enrique Viana como figura destacada del cartel
Madrid Creada:
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Las divas de Enrique Viana van a seguir dando guerra por mucho tiempo. Los dos personajes femeninos que el inefable y popular tenor creó e interpretó para “Un café en el ‘pulgatorio’” son tan inquietos como él mismo. Por eso regresan al escenario protagonizando un nuevo monólogo musical titulado “Un ‘cortao’ en el cielo”, que promete ser “igual de irónico y divertido” que el anterior. Será la segunda parte de lo que finalmente, adelanta su autor y director, constituirá una trilogía dedicada a ellas. Si en la primera obra supimos que el destino de estas dos estrellas de la ópera sería el cielo y no el infierno, ahora, una vez instaladas en el supuesto paraíso, veremos que allí solo campa el aburrimiento. De hecho, en ese cielo están completamente solas. Como no podía ser de otra manera, harán méritos para revertir la situación e intentarán mudarse al infierno, “donde –explica Viana- hay de verdad ‘meneo’, regocijo… y aforo completo”.
Esta disparatada línea argumental es el pretexto dramatúrgico que el tenor necesita para engarzar y cantar, con el acompañamiento de Ramón Grau al piano, algunos cuplés que ha rescatado del olvido para el público de hoy. “Yo voy investigando y recuperando lo que me parece interesante –explica Viana-. No sabemos si estos cuplés gozaron en su tiempo gozaron de mucha popularidad o no, porque algunos son muy antiguos, pero tengo la intuición de casi todos ellos fueron célebres en algún momento. Lo que ocurre es que los géneros se mueven por modas y, después de la efervescencia que hubo, muchas piezas fueron cayendo en el olvido”. Y lamenta profundamente ese desconocimiento, en un momento en el que triunfan los musicales extranjeros, de un patrimonio “que tiene mucho que ver con nosotros”. “Son nuestras raíces, nuestros ritmos, nuestros aires… -asegura el tenor-. Es una pena que apenas se haga revista, porque es un género que seguiría teniendo hoy mucho público. Cuando se hace, a la gente le encanta”. Y cree que la razón no es otra que la calidad que atesoran las obras, a pesar de su naturaleza ligera, frívola o sicalíptica: “Hay mucho talento en nuestro cuplé. Lógicamente, en lo que concierne a la música, es una cosa muy básica, no estamos hablando de un género sinfónico complejo; pero está hecho con muchas ideas y de forma muy inspirada. Hubo grandes músicos que se pusieron al servicio del cuplé y que tuvieron gran éxito, como el maestro Alonso, por ejemplo, que fue un pozo de sabiduría y de talento, un auténtico inventor de melodías, todas ellas geniales, que supo llegar muy bien al corazón del espectador”. Pero también los letristas, recuerda Viana, han jugado un papel importante en la conexión del público con este género: “Tenían un ingenio sobresaliente. El cuplé se basa siempre en la segunda intención, o segundo significado, de la letra; eso hace que el público se implique y disfrute mucho, a medida que va desvelando y comprendiendo ese segundo significado oculto”.
Dos días antes del estreno absoluto de “Un ‘cortao’ en el cielo”, esta segunda edición del ciclo ‘Frívolo y chico’ se abrirá con “Elektra. Bizarra y doméstica opereta para cocinar”, una revisión del clásico griego llevada al terreno del humor y del absurdo. La obra está dirigida por Lucía Trentini e interpretada por ella misma junto a Gloria Albalate.