
Sección patrocinada por 
Festivales de teatro
Mónica Yuste, directora del FIT de Cádiz: "Estoy colonizada por lo latinoamericano"
La responsable del festival corta hoy la cinta de la 40.ª edición, la primera con ella al frente de este puente entre las dos orillas del Atlántico

A pocas horas para que el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz viva su puesta de largo, Mónica Yuste se muestra “muy tranquila”. Es la primera edición con ella al frente y el festival alcanza los cuarenta. “Para lo que tenemos encima, estamos muy bien. Hemos tenido muchos meses para trabajar”, sonríe, así que no va a ser ahora cuando vaya a ponerse nerviosa.
A required part of this site couldn’t load. This may be due to a browser
extension, network issues, or browser settings. Please check your
connection, disable any ad blockers, or try using a different browser.
Veinte compañías de siete países invitados (junto a más de una docena de actividades complementarias) es la carta de presentación de la nueva directora del FIT: “Teatro, calle y familia”. Así resume, de primeras, Yuste una cita que se extenderá de sábado (hoy) a sábado (1 de noviembre). “Un festival que nos deja muy bien parados en el resto del mundo. El FIT tiene su propio sello de calidad”.
Una relación que viene del siglo pasado
Para remontarse a los orígenes de la relación de esta mujer con la muestra hay que irse al año 96, cuando ya trasteaba por estos lares. Era una alumna colaboradora en el área de Literatura Iberoamericana y antes de terminar la carrera “me iba a los archivos del festival”.
¿Que recuerda de entonces? “La fascinación”, contesta quien, a raíz de aquello, emigró más de veinte años a Latinoamérica: “Era una estudiante con una beca del Estado y sin un euro en el bolsillo. Pero el FIT me permitió asistir a los espectáculos y conocer a gente del mundo académico. Todo eso abrió mi apetito por el teatro americano”. Ahora, como filóloga y doctora en Artes y Humanidades, se define como una persona “inquieta”: “La Filología es un cajón desastre en el que terminamos trabajando de cualquier cosa. Es extraño, pero la clave está en la profunda comprensión de texto que tiene un filólogo, que es un disparador para todo tipo de enseñanzas”.
Yuste habla con acento de las dos orillas, “muy raro”, ríe quien mezcla el deje andaluz con el argentino. Eso sí, en el momento que tiene que alzar la voz le sale “la andaluza que llevo dentro”. De hecho, ya de vuelta y afincada en Cádiz, reconoce que “cuando uno se va tanto tiempo, también requiere de mucho tiempo para volver a asentarse. Son veinte años de mi vida en otro continente y una necesita un proceso de adaptación paulatino. Estoy colonizada por lo latinoamericano”.
–¿Cómo se celebran 40 años?
–Con mucho respeto a la trayectoria y a la identidad del FIT. Mi responsabilidad como directora de un festival tan prestigioso, con tantos años, es la de poner en valor su historia. No era un año para innovaciones ni para hacer lo que me apetece. Todos envejecemos y hay que hacer una gestión del público para empezar a incluir nuevas generaciones. Los que llevamos años lo conocemos, pero no los chiquillos y los adolescentes, que necesitan un acercamiento.
–¿Qué hay que reforzar?
–Siempre hay cosas, pero diría que especialmente la gestión cultural desde espacios públicos y privados. Siempre se pueden fortalecer diferentes aspectos para continuar creciendo. Puede y debe seguir creciendo. Hay que consolidar una mayor financiación o tener un equipo de trabajo completo durante todo el año. No nos cansaremos de pelear por ello. No es solo un discurso, hay que gestionarlo. Eso sería un salto cuantitativo muy grande.
Cruzar de una orilla a otra
Mónica Yuste sabe bien lo que es cruzar de una orilla a otra. Primero lo hizo del Puerto de Santa María a Cádiz y después de un lado a otro del Atlántico. Sin embargo, reconoce que el salto de América a España es mucho mayor que el de la bahía: “Hablamos de un territorio en el que puedes estar conduciendo 300 kilómetros sin cruzarte con una vaca. Aquí no existe esa diferencia”. Pero si hablamos de teatro, el tema es muy diferente. Sobre el escenario las distancias se acortan, “se han borrado”, señala quien entiende la “experiencia latina” como “un triple máster de gestión en superación de obstáculos de todos los niveles. Es como irte a la guerra. Aquí no hay impedimentos ideológicos, nadie te recorta, cuentas con financiación... Esto es el Primer Mundo y vengo de un lugar en el que eso no existe”.
Todo ese bagaje previo fue, asegura, un plus en la elección de Yuste como directora del FIT, pero también lo fue, como ella misma advierte, su conocimiento del festival en sí y de la escena gaditana. “Ya voy a cumplir 50, ya soy grande, y he hecho de todo. He hecho muchos oficios dentro del teatro y eso me da un especial conocimiento del terreno”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


