Arqueología

Toneladas de oro bajo el mar

La arqueología marina y la historia naval están de acuerdo en que España cuenta con un patrimonio sumergido de gran valor. Se especula que la cantidad de oro es superior a la que guarda el Banco de España

Toneladas de oro bajo el mar
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La arqueología marina y la historia naval están de acuerdo en que España cuenta con un patrimonio sumergido de gran valor. Se especula que la cantidad de oro es superior a la que guarda el Banco de España.

Existe documentación en los archivos históricos nacionales de miles de barcos que sirvieron a los siglos imperiales de España. Desde el descubrimiento y la conquista de América se estableció una especie de puente marítimo entre las colonias y la metrópoli por la que surcaron navíos con toneladas de oro y plata, con la que se sostuvo la maltrecha hacienda hispana, aquejada de una insuficiencia e ineficacia galopantes.

Muchos fueron presos de nuestros enemigos o de simples piratas que, si bien fracasaron en el expolio, los enviaron al fondo y con ellos los formidables tesoros que guardaban en sus bodegas, además, claro, de incontables vidas. Se dice, y se dice bien, que el mar conserva en sus profundidas espectaculares botines con valor hoy de millones de euros. Las empresas cazatesoros como la tristemente famosa Odyssey rastrean la historia de las singladuras frustradas para hacerse con botines que no les corresponden.

En tiempos se intentaron aprovechar de vacíos legales y de la desidia de administraciones que tenían otras prioridades o que no prestaban la suficiente atención. Afortunadamente, eso comenzó a cambiar significadamente con el episodio de la fragata española «Nuestra Señora de las Mercedes» y el pleito que el Estado español ganó a Odyssey en los tribunales norteamericanos.

En la actualidad hay un inventario cada día más avanzado de pecios con su identificación y probable localización que en estos momentos contiene más de 1.500. El Ministerio de Cultura, por ejemplo, ha logrado documentar y emplazar cartográficamente los 681 barcos hundidos en el Caribe entre 1492 y 1898, incluida la Santa María y las naos de Cortés, Pizarro o Núñez de Balboa. Todo un mapa del tesoro. Obviamente, se cuenta con la certeza de que la cifra puede aumentar exponencialmente con el debido progreso de esa búsqueda y el compromiso público de respaldar esos complejos trabajos.

En este punto, el Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, desarrollado bajo los principios de la Convención de la Unesco de 2001, es una herramienta que salvaguarda física y jurídicamente esos hallazgos que son un legado extraordinario fruto del sacrificio de miles de nuestros compatriotas.