Crítica de cine

"Un atardecer en la Toscana": No es Italia, sino el mundo

"Un atardecer en la Toscana": No es Italia, sino el mundo
"Un atardecer en la Toscana": No es Italia, sino el mundolarazon

Director: Eric Lavaine. Guión: E. Lavaine, L. Hennequart y L. Turner. Intérpretes: Alexandra Lamy, Arnaud Francia, 2017. Duración: 95min. Comedia romántica.

Qué metedura de pata más tonta con la traducción al español del título original «Dolce fine giornata» (algo así como «Dulce final del día»), porque en nuestro país cualquiera que incluya la palabra «Toscana» nos suena indefectiblemente a comedia romántica por culpa del señor Audrey Wells. Y no es el caso, desde luego. La ganadora del Premio Nobel de Literatura Maria Linde, una judeo-polaca que vive junto a su familia (entre ellos, un ignorado esposo que parece ya no despertarle ningún «ruido») en esa zona de Italia y que parece no equivocarse nunca, mantiene una relación secreta con un egipcio muchos años menor que ella. Un atentado terrorista provoca la violenta y xenófoba respuesta de la localidad (un espejo, al cabo, en el que se mira toda Europa) y que las vidas de ambos cambien. Y Marie, que a veces nos echa para atrás por ser tan doña perfecta, decide pronunciar un ambiguo discurso que lo complica todo más en una cinta íntima, estilosa y metafórica, con un final simbólico y desasosegante con el «enemigo» entre rejas.