Sección patrocinada por sección patrocinada

Premio Planeta

Un brindis por los libros que reunió a políticos, escritores y periodistas

De izda a dcha.: Helena Rakosnik, esposa presidente Artur Mas; el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el presidente de la Generalitat, Artur Mas; el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara; la ministra de Fomento, Ana Pastor; Anna Arraut, esposa del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (d) posan antes del inicio de la 67 edición del Premio Planeta
De izda a dcha.: Helena Rakosnik, esposa presidente Artur Mas; el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el presidente de la Generalitat, Artur Mas; el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara; la ministra de Fomento, Ana Pastor; Anna Arraut, esposa del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (d) posan antes del inicio de la 67 edición del Premio Planetalarazon

Hay muchas veladas literarias a lo largo del año, pero sólo hay una noche del Premio Planeta. ¿Cuál es la diferencia? La pregunta sería mejor, ¿en qué se parece a las demás? Escritores, intelectuales, comunicadores, empresarios, políticos, periodistas, la sala de entrada del edificio del Palacio de Congresos de Cataluña parece la colección completa de cromos del mundo cultural español, todos con vivacidad, alegría, emoción y casi alucinación colectiva porque por un día, hablar de libros sea como hablar de estrellas de Hollywood. Este año se echó de menos a una de las invitadas más ilustres que no faltaba nunca, Ana María Matute, que ganó el premio en 1954 con «Pequeño teatro». Muchas fueron las frases de recuerdo para la escritora en los numerosos corrillos formados antes de la cena. Otros ilustres ganadores tampoco quisieron perderse el galardón, como Juan José Millás, Clara Sánchez, Lorenzo Silva, Rosa Regás, Juan Manuel Prada, Alicia Giménez Barlett, Carme Riera y un largo etcétera.

El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, fue el encargado de recibir a las autoridades, encabezadas por la ministra de Fomento, Ana Pastor, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Junto a ellos, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias y el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, entre otros, todos en una mesa presidencial en la que la única independencia que interesaba era la del libro. Una vez sentados en sus respectivas mesas, sólo quedaba comer, beber, hablar, discutir si hacía falta, pasar un buen rato y esperar a la hora del fallo. ¿Nervios? Sobre todo mucha, expectación.