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Un viaje espiritual del violonchelo de los mil acentos

Matthieu Saglio, junto con su hermano Camille, presenta nuevo disco: 'Al alba'; además, girará por España y Europa

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De pequeño, Camille escuchaba a su hermano mayor, Matthieu Saglio, ensayando escalas con su violonchelo, y aquello le parecía extraño, como un ritual al que nadie más podía acceder. Con los años, cada uno fue tejiendo su propia relación con la música, Camille se orientó hacia la canción y Matthieu hacia el jazz y las músicas del mundo. 

Nacido en Francia y de formación clásica, el mayor de los Saglio lleva muchos años afincado en Valencia y convertido en uno de los precursores de la fusión del violonchelo con el flamenco. Después de trabajos como «El camino de los vientos» o «Live in San Javier 2021», Matthieu Saglio presenta, «Al alba», su nuevo disco, haciendo tándem con la inimitable voz de su hermano Camille. 

«Para mí era un sueño trabajar con él desde hacía muchos años y el suyo también. Ya colaboró conmigo en discos anteriores, pero la idea de montar un proyecto a dúo la teníamos en mente hacía tiempo», explica. «Hace año y medio surgió la posibilidad en Francia y fue el momento de decidirse, así que por fin grabamos el disco en una isla del Loira, que ahora presentamos». 

La gira, ya comenzada, llegará a Barcelona mañana, a la sala Jamboree Jazz Club; a Valencia el 1 de abril (Teatro Talía); a Zaragoza el 2 de abril (Auditorio J. Roncal) y en Madrid estará el próximo día 6, en la Sala Villanos. 

Para Matthieu Saglio, «Al alba», hace referencia a un momento muy especial del día. «Siempre tomo ese instante de la madrugada como si fuera un plus respecto al día de los demás –explica–. Por un lado, queríamos un título fácil de pronunciar en cualquier idioma, y este lo es, y por otro, nos gusta la imagen poética que refleja el final de la noche con los sueños, el despertar de los seres vivos de la naturaleza y el aparecer de la luz. Todo es posible en ese momento mágico donde no sabes qué pasará después». 

Un título que tiene también mucho de viaje interior. «Ahora que empezamos a presentarlo, las primeras impresiones que nos llegan de quienes lo escuchan es de ser un viaje muy intimista y emocional, incluso espiritual, aunque no estaba planeado, creo que es el resultado de entrelazar el violonchelo con la voz, dos cosas que, por su capacidad para generar una música emotiva, tienen tendencia a elevar al público, por eso creo que es el instrumento más parecido a la voz humana», afirma Saglio. 

«Hay momentos que nos juntamos en alguna nota igual, como en los agudos del chelo y del contratenor, y de repente, no sabes quién es quién, hasta que se separa y cada uno vuelve a lo suyo».

Provocaciones íntimas

Pero a esto contribuye también una forma de entender la música que provoca algo muy íntimo, el eje principal de su carrera es la mezcla de distintos géneros, jazz, blues, flamenco y otras músicas del mundo. «Ese es un poco mi sello, lo que pasa es que a esto ayuda también el formato dúo, Camille ha participado poniendo la voz en muchos proyectos con músicas de muchos países y eso es algo que tenemos en común, además, su voz de falsete tienen mucho de clásico y ahí también coincidimos». 

Lo curioso es cantar con un idioma inventado por él. «Eso es maravilloso –explica el violonchelista–, porque además de cantar en varias lenguas, casi todo es un idioma inventado que deja a la gente sorprendida, porque realmente suena real y tiene una especie de aura especial. Además –prosigue–, el no tener que respetar una letra, le da libertad total para improvisar con la voz, más que un texto con un mensaje, lo que transmite son emociones, una estética –afirma Saglio– y cada uno puede imaginarse lo que quiera. Para mí es el cantante ideal porque tiene toda esa soltura e intuición de los cantantes tradicionales, que son muy intuitivos, como los africanos, por ejemplo, pero a la vez tiene una precisión en las estructuras, en saber dónde está cada cosa y cuándo debe entrar sin equivocarse, y eso es muy importante, sobre todo en el directo porque, si entra mal, es un desastre». 

Pero para Matthieu Saglio, lo más importante es la complicidad: «No solo ves a dos tipos con un parecido físico porque son hermanos, ves sobre todo una comunión especial que es de almas, y eso se intuye en el disco y se nota mucho en el escenario», concluye.