Una visión íntima del Nueva York perdido
Loewe vuelve a participar en PhotoEspaña con una exposición de Peter Hujar y David Wojnarowicz, que retrataron a los artistas más influyentes de los setenta y ochenta en Manhattan y denunciaron con su trabajo el silencio y los prejuicios que rodeaban al SIDA en aquellos años
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Una imagen en blanco y negro de un descampado, algunos coches abandonados y antiguos edificios de ladrillos al fondo. El Meatpacking District, ahora uno de los barrios más “chic” de Nueva York, no era a finales de los setenta más que un descampado. Así lo retrató Peter Hujar, que por entonces ya era parte de la generación de artistas que se formó creativamente en las calles del East Village, de los piers y del mismo Meatpacking. Aquellos barrios que vieron nacer a Basquiat, a Keith Haring y a Madonna, por ejemplo, nada tienen que ver con los lugares que hoy reúnen a la élite de la moda y a los turistas que visitan el Museo Whitney y pagan cinco dólares por un café en establecimientos de falso “look” vintage.
La “saudade” por el Nueva York de antaño es palpable en la exposición “Peter Hujar y David Wojnarowicz”, abierta desde hoy para el público en la tienda de Loewe en Gran Vía, 8, y con la que la firma participa un año más en PhotoEspaña. Pero no solo sus calles y edificios atrapan la atención del espectador, sino también una serie de retratos hechos por Hujar, con su característico estilo simple e intimista, de los pensadores y artistas que impulsaron la contracultura que nació en esos callejones de Manhattan, entre ellos Andy Warhol, Kiki Smith, Diana Vreeland, Allen Ginsberg, William Burroughs y Susan Sontag.
María Millán, comisaria de la exposición, se instaló en Nueva York en 1981, por lo que recuerda bien cómo era la ciudad en aquellos años. Además, comprende el legado de Hujar quien, en sus palabras, “quiso introducir de manera normalizada el desnudo masculino en el arte contemporáneo. Peter fue el maestro de fotógrafos como Robert Mapplethorpe, si bien sus desnudos son intimistas, no sensacionalistas como los de éste”. Para explicar su estilo, Millán recuerda algunas frases de Hujar: “Cuando se hable de mí, que sea en susurros”, y “me gusta rodearme de gente que se atreve”. “¿Que se atreve a qué?, a dar voz a los que no la tienen y a protestar por lo que sucede a su alrededor”, afirma Millán.
Se refiere específicamente al silencio del gobierno estadounidense frente a la crisis del SIDA, enfermedad que mataría a Hujar en 1987. Otros temas centrales que trabajó en su fotografía fueron la identidad sexual, las comunidades marginadas y los animales, a los que consideraba seres puros. David Wojnarowicz, su discípulo -Millán afirma que fue hijo, hermano, aprendiz y amante de Hujar- también se centró en dichos temas, especialmente en la muerte, y se convirtió en un activista en relación al SIDA desde la muerte de Hujar.
Wojnarowicz era veinte años más joven que Hujar y éste le adoptó, “vio en él a un joven con un gran potencial creativo y ganas de compartir sus experiencias que, como las de Peter, no fueron buenas: tuvo una infancia infeliz y vivía en la calle desde la adolescencia. Cuando se conocieron, David se dedicaba a escribir -fue un excelente escritor- y Peter le animó a que desarrollara su creatividad desde lo visual”, explica Millán.
La idea de tener el tiempo contado, de vivir al borde del precipicio está muy presente en sus imágenes, también expuestas junto a las de Hujar. Una de ellas, en la que tres bisontes se caen por un despeñadero, representa esa sensación límite en especial y es, además, la más conocida de sus fotos. U2 utilizó la imagen para su single “One” y el dinero recaudado por la venta de la canción fue destinado a acciones humanitarias relacionadas con el SIDA.
Algo parecido hace ahora Loewe con una serie de camisetas impresas con imágenes del artista, cuya recaudación se donará a la organización artística Visual AIDS. Una de ellas, por ejemplo, lleva estampada una imagen de un niño, dibujado por Wojnarowicz, y rodeado del siguiente texto: “Un día, este niño crecerá. Un día, este niño conocerá algo que causa una sensación equivalente a la separación de la tierra de su eje. Un día, este niño llegará a un punto en el que sentirá una división que no es matemática. Un día, este niño sentirá algo despertarse en su corazón, en su garganta, en su boca (....). Un día, este niño hará algo que provocará que los hombres que utilizan los uniformes de sacerdotes y rabinos, hombres que habitan ciertos edificios de piedra, exijan su muerte (...)”.
“A Wojnarowicz le preocupaba mucho que los jóvenes homosexuales no tuvieran modelos a seguir. Ahora, el texto que acompaña a esta obra se traducirá a nueve idiomas diferentes y viajará por el mundo”, asegura Millán, a la vez que recuerda la relevancia actual de la muestra. “Las imágenes aquí reunidas cuestionan la sociedad en la que vivimos, su doble moral, las actitudes negativas hacia las personas que viven al margen, como los inmigrantes y los que profesan distintos cultos. La exposición es un llamado a la tolerancia y al respeto”, afirma.
La muestra “Peter Hujar y David Wojnarowicz” permanecerá abierta al público entre el 4 de junio y el 26 de agosto de 2018, en Gran Vía 8, Madrid.