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Los libros de la semana

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No te pierdas nuestras críticas de libros de esta semana.

«La guerra futura. Un estudio sobre el pasado y el presente»

Lawrence Freedman

Crítica

592 páginas,

24,90 euros

Cuando la guerra la libren los robots

Toni Montesinos

En 2012 tuvimos el gusto de conocer un libro extraordinario que fue toda una revelación, «Los ángeles que llevamos dentro». Lo firmaba el gran psicólogo Steven Pinker y de resultas de aquella lectura uno podía acabar concluyendo que estamos en el mundo más pacífico de todos los tiempos. ¿Alguien lo podía poner en duda? Incluso el siglo XX no fue especialmente violento en comparación con otros muchos periodos, y eso considerando el Holocausto, el Gulag, las dos guerras mundiales, las innúmeras contiendas civiles africanas, etc. La teoría de Pinker descansaba en la afirmación de que lo que nos diferencia de nuestros antepasados es un afán por alcanzar la paz de modo duradero y democrático como nunca antes se había visto. Así, el científico canadiense se cuestionaba por qué nosotros no nos recreamos «en atroces tormentos aplicados a otros seres vivos», como en aquellos casos que iba exponiendo a lo largo del impresionante mosaico de depravaciones humanas en los cuatro confines del planeta desde la era prehistórica que iban surgiendo página tras página.

La violencia más extrema y cruel ha caracterizado a la raza humana desde su aparición, así que «en vez de preguntar: “¿Por qué están en guerra?”, deberíamos preguntarnos: “¿Por qué hay paz?”». Hacia la resolución de esa propuesta nos dirigíamos de la mano de un Pinker que conseguía convertir un montón de estadísticas y datos históricos en la demostración de que hay un «declive de la violencia y sus implicaciones», como rezaba el subtítulo. Se analizaban acciones y emociones, poniendo en primer plano antiguos hábitos sociales, militares y judiciales, dando cuenta de cómo ciertas brutalidades –torturas, matanzas supersticiosas, genocidios étnicos o religiosos, esclavitud– eran constitutivas de la psicología del hombre en función de la época y el lugar. El punto de inflexión sería lo que daba en llamar «la revolución humanitaria», asentada en la importancia del autocontrol y la empatía y en donde tiene una función vital la expansión de la cultura, aun algo tan discreto como la costumbre de leer novelas, iniciada en el siglo XVIII, lo cual fue «el invernadero de nuevas ideas sobre los valores morales y el orden social».

Pues bien, Lawrence Freedman empieza su trabajo «La guerra futura. Un estudio sobre el pasado y el presente» (traducción de Tomás Fernández Aúz) cuestionando el de Pinker. Primero, lo hace por motivos metodológicos, pues se partía de ver cómo la violencia había afectado a un porcentaje mayor de la población global en comparación con la época moderna. Segundo, Freedman consideraba erróneo que Pinker demostrara que la civilización progresa y que se comprobaba que guerrear no resultaba rentable. Pero lo más importante es que desde 2012 las cosas han cambiado: «En 2014, el mundo fue testigo de cuarenta choques armados, la cifra más elevada desde 1999. En 2013 había 34 guerras activas, y además se estaban volviendo cada vez más mortíferas», por no hablar del conflicto que se libra en Siria desde 2011, el año de la versión original del libro de Pinker, cuyas investigaciones acababan en el anterior. De modo que estamos en un terreno tan resbaladizo en el que suena del todo sensato que Freedman afirme que «las preguntas sobre los riesgos y el probable carácter de una guerra futura llevan mucho tiempo inquietando a políticos, militares, diplomáticos, juristas, periodistas y novelistas».

El punto de partida del autor es situar la literatura sobre las particularidades de la guerra futura, como él mismo sostiene, en la esfera de las preocupaciones de nuestro tiempo. Con ese propósito, pero limitándose sobre todo a Estados Unidos y Reino Unido, divide su investigación en tres partes: la primera, analizando el periodo que va desde el siglo XIX hasta 1990, profundizando en «las batallas decisivas susceptibles de actuar como instrumento regulador de las relaciones entre las grandes potencias»; la segunda, la época posterior al año citado, con la descomposición de la Unión Soviética y la alianza del Pacto de Varsovia, y los atentados del 11 de septiembre de 2001; la tercera, marcada por el decaimiento por las intervenciones en el extranjero, lo cual hizo que la eventualidad de un conflicto entre las grandes potencias volviera a cobrar actualidad, con Rusia y China como posibles amenazas para la paz mundial.

Freemdan, catedrático emérito de Estudios Bélicos en el King’s College de Londres desde 1982, es consciente de que «el atractivo de las batallas como motor de la historia estriba en la idea de que una colisión crítica entre dos ejércitos o dos armadas, en la que en poco tiempo se derrochan unos recursos acumulados a lo largo de varias décadas, puede cambiar el curso de la historia en apenas unas horas». Hoy, más que nunca, se hace efectiva esa idea, con los avances tecnológicos logrados en el ámbito de la robótica y la inteligencia artificial, que hacen que podamos pensar que la guerra futura estará llena de robots, en una deshumanización total de la guerra convencional, siempre con la sombra del desarrollo de las armas nucleares y los países que se jactan de tener ese recurso intimidatorio.

Sobre el autor. Lawrence Freedman ha sido profesor de Estudios Bélicos en el King’s College de Londres desde 1982, y vicerrector desde 2003. Desde 2009 ha trabajado en la Investigación Oficial del Reino Unido sobre la Guerra de Irak. Es autor de numerosos trabajos sobre estrategia nuclear, la Guerra Fría y la seguridad.

Ideal para... los que quieran obtener una visión distinta de la historia de la guerra desde fines del siglo XIX hasta hoy. El autor no habla de cómo las sociedades se prepararon para el conflicto a partir de ciertas previsiones.

Un defecto. El autor podría haber incidido más en asuntos relativos a los literatos que han querido reflexionar sobre temas del futuro bélico o apocalíptico, como H. G. Wells, con una presencia significativa en el libro.

Una virtud. Freedman habla de guerras híbridas, de robots, drones y ataques cibernéticos en que los expertos prevén que un nuevo conflicto será distinto a todos los conocidos hasta ahora a lo largo de la Historia.

Puntuación: 9

«Música de ópera»

Soledad Puértolas

ANAGRAMA

274 páginas,

17,90 euros

Ópera en tiempo de ruido de sables, por Jesús Ferrer

Soledad Puértolas regresa con una compacta obra que tiene a la contienda civil de fondo

En la década de los pasados años ochenta aparece una generación de narradores de corte realista clásico que combina el testimonialismo crítico con el intimismo psicológico, claramente alejados de piruetas experimentalistas o laberintos conceptuales y vinculados ideológicamente a la renovación democrática de la Transición. Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Almudena Grandes, Julio Llamazares y Adelaida García Morales entre otros y, de manera destacada, Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947), forman parte de este grupo de escritores marcados por una ficción de ascendencia histórica, introspectiva mirada y estilizada prosa. De esta última se publica, en su línea de anteriores novelas como «Burdeos» (1986), «Queda la noche» (1989), «La señora Berg» (1999), «Cielo nocturno» (2008) y «Mi amor en vano» (2012), «Música de ópera», una historia de oscuros secretos domésticos, que es también crónica de una decadencia familiar, relato de una fratricida mentalidad española, radiografía de una burguesía provinciana, y retrato crítico de un anquilosado costumbrismo social.

La acción surge centrada en la figura de doña Elvira Ibáñez, viuda de Claramunt, un acomodado empresario de la sociedad zaragozana, en la época de la Segunda República, preparada para viajar al Festival de Salzburgo. Ya allí, en compañía de su nuera Anunciada y su sobrina Valentina, se verá sorprendida por el estallido de la Guerra Civil que, por otro lado, dispersará a la familia: su hijo menor, Alejo, alistado en el bando nacional; y su otro hijo, Justo, refugiado en Ax-les-Thermes, ajeno a todo e imbuido en la lectura de novelas de Dashiell Hammet. A partir de aquí asistimos, hasta el tardofranquismo, a las atropelladas vivencias, dramas sentimentales, decadencia económica y tribulación moral de una familia zarandeada por convulsos acontecimientos históricos.

El personaje de doña Elvira es todo un hallazgo, en su caracterización como refinada dama de acomodada sociedad provinciana, melómana, ensoñadora, com prejuicios y ausente ante cualquier avatar del entorno, hasta que se vea encarada a un mundo cambiante que la va dejando atrás en sus idealistas quimeras decimonónicas.

Carta a una amiga

Impresionante resulta la escena en que, en plena contienda, la comitiva viajera regresa a España por el puerto de Vigo y la protagonista observa en la cara de su administrador, entre apática y sombría, los estragos de la sobrecogedora nueva situación. Su lejanía de la realidad, su negación de la misma, irá aumentando hasta el extremo de redactar cartas a una amiga de su infancia y juventud, Dorotea, ya muerta hace años, donde le explica, a su enajenado modo, el desgarro personal de una imparable decadencia. Una inmejorable composición de personajes, la fina indagación en sus particulares psicologías así como el logrado retrato de profundas mutaciones sociales atrapan al lector desde las primeras páginas, llevándole a una sensible experiencia intelectual, fascinante e inolvidable.

Sobre la autora

Reconocida narradora realista y académica, domina la introspección psicológica de personajes y la ambientación histórica que les envuelve a cada uno de ellos.

Ideal para...adentrarse en la decadencia social de una acomodada familia a través de múltiples y agitados cambios sociales.

Un defecto. Ninguno que resulte especialmente apreciable

Una virtud. El torrencial ritmo narrativo que prende al lector desde las primeras páginas de libro, una experiencia fascinante e inolvidable.

Puntuación: 10

«La batalla por el paraíso»

Naomi Klein

PAIDÓS

96 páginas,

14 euros

(e-book: 8,54)

Puerto Rico después del huracán, por Diego Gándara

Las catástrofes naturales, aunque resulte algo paradójico, generan recursos y son, también, una oportunidad. Pero no en un sentido humanitario, sino una oportunidad, otra más, para que el capitalismo salvaje extienda su poder y siga encontrando, en países que han padecido toda clase de desastres por las inclemencias del tiempo, una manera de explotar recursos humanos, económicos y naturales. La activista canadiense Naomi Klein, conocida por sus trabajos sobre la doctrina del shock (según la cual, a partir de ciertos desastres naturales, se producen ciertas reformas de corte neoliberal, como ocurrió en Indonesa tras el tsunami de 2004 o la crisis producida por el paso del huracán Katrina en el Caribe) indaga en este libro en esa misma doctrina y analiza las consecuencias producidas por el huracán María, que atravesó Puerto Rico en 2017 y dejó un saldo nefasto de muertos y destrucción.

Historia de una catástrofe

«La batalla por el paraíso», así se llama este breve y contundente libro, es el resultado de una visita de la autora a Puerto Rico un año después de la tragedia, donde pudo comprobar cómo pervivían los efectos traumáticos del huracán, entre otras razones porque, ante desastres de esa clase, las instituciones, más que mostrar su eficacia, han revelado sus propias carencias, como si el huracán, en el fondo, no hubiese sido el comienzo de la catástrofe, sino la consecuencia de un largo proceso que podría haberse evitado. En ese sentido, Klein hace hincapié, por un lado, en los enormes esfuerzos que ha hecho la población para organizarse alrededor de la supervivencia y las necesidades básicas, y por el otro, en las políticas destinadas a paliar los efectos económicos del huracán, que buscan, más que nada, atraer inversores diversos en bienes raíces. Así, siguiendo la línea de su doctrina del shock, Klein señala que lo que en Puerto Rico se ha vivido no es, precisamente, el shock, sino otra cosa: es «el shock después del shock».

Desde esta perspectiva, el paso del huracán María, para Klein, no fue un evento singular, aleatorio, sino un desastre cuyas consecuencias son mucho más catastróficas de lo que pueda imaginarse, pues lo que ha hecho, más que nada, fue poner de manifiesto una historia que tiene que ver con el pasado colonial del país caribeño y su relación con Estados Unidos. ¿Cómo será el futuro de Puerto Rico a partir de ahora?, se pregunta Klein en las páginas finales. Ninguna respuesta, parece decir la autora, puede, de momento aventurarse, aunque una cosa es realmente segura: que entre los intereses del capital y la supervivencia de las personas se juega a diario no solo el presente, sino el porvenir de un país.

sobre la autora

Naomi Klein es la autora del best-seller «No Logo: El poder de las marcas»

ideal para...

analizar el capitalismo desde la perspectiva de los desastres naturales como una excusa para implantar políticas neoliberales

un defecto

No lo hay que destaque

una virtud

Klein propone una visión de Puerto Rico distinta, como si se tratase de una «utopía con fines de lucro»

puntuación

9

«Juventud sin dios»

Ödön von Horváth NÓRDICA

208 páginas,

18 euros

El dolor de un maestro frente al nazismo, por Sagrario Fdez.-Prieto

«Juventud sin Dios», escrita en 1937, refleja como sería la llegada del nacionalsocialismo

En la contraportada de «Juventud sin Dios» se compara este libro con la película de Michael Haneke «La cinta blanca», en la que se mostraban las raíces del nacionalsocialismo a través del escalofriante comportamiento de unos niños en una pequeña comunidad alemana antes de la Primera Guerra Mundial. Haneke reflejó magistralmente la raíz del mal y en este libro podemos ver ya los primeros brotes de una floración que exhibía formas aberrantes.

Horváth escribió la novela en 1937, tres años después de la llegada de Hitler al poder, durante su exilio cerca de Salzburgo. Tuvo que editarlo en Holanda y se convirtió rápidamente en un éxito de ventas traducido a diez idiomas. El protagonista y narrador es un joven que ha decidido ser maestro en vez de médico porque quiere «dar a los sanos una piedra diminuta para construir un futuro más hermoso». Un idealista que comprueba con dolor que la mayoría de los niños no gozan de la «salud» que él supone. Es profesor de Historia y Geografía, precisamente las dos materias que los nacionalsocialistas utilizaban para difundir sus ideales y en las que ya en 1933 se introdujo el concepto de «raza» como uno de los pilares de la educación.

La clave radiofónica

El régimen desplegaba sobre toda la población su aparato de propaganda ideológica, y muy especialmente sobre los jóvenes, sobre todo a través de la radio. Al principio del libro el maestro va a corregir una definición sobre los negros, pero se reprime porque son palabras difundidas por las ondas y «lo que se dice en la radio ningún maestro puede tacharlo del cuaderno». Este acto de miedo o cobardía marca el comienzo de la evolución del protagonista que ni siquiera tiene un nombre, es solo «el maestro» y el lector asiste a su transformación dolorosa y atormentada que tendrá su epicentro en la muerte de un alumno y el juicio posterior para esclarecer los hechos. Su evolución comienza con la recuperación de la fe perdida: sus diálogos con Dios o contra Dios van ocupando más espacio y su tormento interior, tan unamuniano para nosotros, contrasta con la frialdad y la falta de sentimientos de la mayoría de los alumnos. «Vienen tiempos fríos, la era de Piscis. [...]Ahí el alma humana se vuelve inmóvil como el rostro de un pez...», afirma un personaje recordando que para los astrólogos el régimen de Hitler se desarrolló bajo esa era. Pero a pesar de la frialdad circundante este maestro con ideales humanistas nombra a Dios con una cotidianeidad conmovedora: «El último día de nuestra vida de campamento llegó Dios», «Íbamos deprisa. Dios se quedó atrás». El sentimiento de culpa planea sobre la novela mientras contemplamos el comportamiento de una juventud educada para el racismo y la guerra que años después abonaría con su sangre las trincheras europeas.

Ödön von Horvarth murió en París a los 37 años. Era un hombre supersticioso, una adivina le dijo que en París viviría la mayor aventura de su existencia y en esta ciudad la rama de un árbol cayó sobre su nuca. «Víctima de un accidente “sin sentido”», escribió su amigo Joseph Roth.

sobre el autor

Ödön von Horvarth (1901-1938) era austríaco de origen húngaro. Gozó del éxito con sus numerosas obras de teatro y tuvo una especial relevancia «Historias de los bosques de Viena»

ideal para...

descubrir los efectos de la máquina propagandística de Hitler en la educación y conocer

la sociedad de la época

un defecto

Cierto dramatismo en el estilo que no disminuye el valor de la novela

una virtud

La excelente labor de Isabel Hernández en la traducción y el epílogo

puntuación

8

«Aquellos años del boom»

Xavi Ayén

DEBATE

559 páginas,

23, 90 euros

Una mirada renovada al «Boom», por Jesús Ferrer

En los años sesenta y setenta aparece un movimiento estético que viene a revolucionar la narrativa en español; el conocido como «boom» latinoamericano, con autores tan destacados como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, que desarrollaba modelos literarios basados en William Faulkner o James Joyce, sin olvidar un sólido conocimiento e influencia de los clásicos hispánicos. Más allá de una renovadora escritura, será un fenómeno de largo alcance comercial, masiva convulsión lectora, variada deriva política, y singular excelencia estilística. Así lo manifiesta el periodista cultural Xavi Ayén en «Aquellos años del boom», libro con el que obtenía el premio Gaziel de Biografías y Memorias en 2013: «Es un estallido de buena literatura, un círculo cerrado de profundas amistades, un fenómeno internacional de multiplicación de lectores, una comunidad de intereses e ideales, un fecundo debate político y literario, salpicado de dramas personales y de destellos de alegría y felicidad».

Historia de un fratricidio

Acaba de publicarse una reedición de esta valiosa obra que, por sus variantes y añadidos, tiene ahora el carácter de una renovada mirada sobre esta literatura que sigue fascinando a sucesivas generaciones. Se han suprimido aquí algunos minuciosos episodios que lastraban la agilidad del ensayo y añadido otros referentes más cercanos a nuestra actual percepción del «boom». Se insiste con precisos datos y cifras, en el protagonismo cultural de la revolución cubana y la guerra fría en este escenario literario; la presencia de escritoras, como Nélida Piñón, Cristina Peri Rossi, Luisa Valenzuela y Albalucía Ángel, entre un grupo de novelistas publicitado como mayoritariamente masculino; o un nuevo asedio al enfrentamiento entre Gabo y Vargas Llosa, intencionadamente epigrafiado «Historia de un fratricidio».

Junto a estas revisadas páginas se han perfilado y matizado cruciales temas tratados anteriormente: la emblemática significación de «Cien años de soledad» y «La ciudad y los perros»; el contundente papel que jugó como agente literario Carmen Bal- cells; la escisión ideológica que causaría el caso Heberto Padilla; la importancia de determinados «satélites», según se les denomina, de determinante incidencia en esta generación, casos de Manuel Puig, Cabrera Infante, Moreno Durán, Edwards y Donoso, entre tantos otros; la capitalidad barcelonesa como motor editorial del «boom»; la mitografía parisina como referente de una creativa ciudad de luz y libertad; y la admirada ascendencia de Onetti, Borges, Roa Bastos o Lezama Lima.

sobre el autor

Destacacado periodista de rigurosa metodología especializado en

los aspectos sociológicos de la literatura

ideal para...

obtener una visión amplia y profunda sobre las circunstancias

que propiciaron el «boom» hispano- americano

un defecto

Ninguno destacable

una virtud

La amenidad expositiva que conjuga lo anecdótico con lo relevante

Puntuación

10

«Los crímenes de Alicia»

Guillermo Martínez

DESTINO

336 páginas,

20,50 euros

Sigue el rastro de Lewis Carroll, Lluís Fernández

Guillermo Martínez recrea en un «thriller» la figura controvertida del escritor

Al igual que la ficción habla de seres imaginarios dentro de una relato, la metaficción es una de las respuestas literarias a un mundo entreverado de referencias a ficciones y entes de ficción que conviven en el mismo plano que los personajes creados por un autor. Siendo numerosas las referencias a otras obras como homenaje o simplemente rendición al genio del autor, a partir de la posmodernidad la cita se ha convertido en el juego de moda de los autores que utilizan los géneros populares para elevarlos a la categoría de artefactos «literarios».

En principio, estos artilugios creados por autores «serios» con la intención de trascenderlos intelectual y literariamente cabrían dentro de un nuevo síndrome, el de Menard, por sus continuadas alusiones al cuento de Borges. En «Pierre Menard, escritor del Quijote», ésteno quería componer otro Quijote –lo cual es fácil– sino el Quijote (...) Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran –palabra por palabra y línea por línea– con las de Miguel de Cervantes». ¿No es esta la paradoja total?

Si el de Stendhal es el síndrome del cursi que se extasía ante la belleza sublime, el de Menard guarda con éste la misma relación de asombro ingenuo ante el ingenio del genio. Querer ser como Menard es el leitmotiv de la nueva novela de Guillermo Martínez, «Los crímenes de Alicia». No tanto por desear reescribir «Alicia en el país de las maravillas» de Lewis Carroll letra por letra, sino por inscribirse en ella y hacer de ella la ficción de su ficción. Como en «Los falsificadores» de Bradford Marrow, el artificio es ingenioso. El tipo de novela criminal paradójica que avanza por dos caminos paralelos: la lógica matemática y los crímenes que se cometen alrededor de una hermandad de friquis de Lewis Carroll amenazada por una vieja querella entre sus miembros: ¿además de pedófilo Lewis Carroll era pederasta? La novela de Guillermo Martínez prosigue su anterior aventura en Oxford, «Crímenes imperceptibles», llevada la cine por Álex de la Iglesia, con sus dos protagonistas, el autor-narrador y su profesor de Lógica Arthur Seldom, inmersos en otra serie de crímenes si no tan imperceptibles como los anteriores, menos sonoros, pues afectan a las disputas un tanto inocentes de la hermandad sobre los diarios de Carroll y unas páginas arrancadas que pueden cambiar los estudios hasta hoy concebidos. El típico «MacGuffin».

De Eco a Holmes

¿A qué suena? A los ecos de Umberto Eco y su mundo intelectual del «El nombre de la rosa» y su pasión por Sherlock Holmes y el doctor Watson, ambos imprescindibles aquí para componer ese rosario de citas cultas que harán las delicias del lector universitario como coartada intelectual del goce del juego metarreferencial que suple una endeble intriga. Desbrozado de referencias, es sorprendente la calidad literaria del relato y la indudable valía de Guillermo Martínez para crear mundos sin necesidad del corsé metaliterario ni de naufragar en el síndrome de Menard.

sobre el autor

Este argentino destacó por «Los crímenes de Oxford», traducida a 40 idiomas y llevada al cine. Con «Los crímenes de Alicia» ganó el Premio Nadal 2019

ideal para...

lectores que gusten de tramas elaboradas y repletas de referencias cultas

un defecto

La endeble intriga, que no tiene el suspense necesario que requiere un buen «thriller»

una virtud

La elegancia de la prosa de Guillermo Martínez, que podría volar por sí misma sin rémoras metanarrativas

puntuación

8

«En el maelström»

David Toop

CAJA NEGRA

448 páginas,

24,70 euros

Siéntate, vamos a improvisar, por Ulises Fuente

Antes de la Segunda Guerra Mundial, pero especialmente con el desconcierto moral que la sucedió, la improvisación conquistó el mundo como método creativo. Tanto en literatura como en arte o en música, creadores de todo el planeta se entregaban al trance de lo imprevisto, al natural fluir de su impulso estético para dar forma a obras sin conciencia de sí mismas, enhebradas de un sentimiento más que de un concepto. En paralelo con el surgimiento de avances tecnológicos y del conocimiento de la psique humana y la neurociencia, la improvisación se revelaba como una valiosa puerta filosófica. A seguir su rastro y su fundamento se dedica el reconocido escritor y músico David Toop en este interesantísimo libro en el que arte y filosofía aparecen entrelazadas. «Familiar y extraña como la respiración, la improvisación zumba detrás de toda vida. Hasta la vida más regulada tiene sus perpetuos microincidentes de improvisación, rematados periódicamente por erupciones volcánicas de comportamiento aleatorio que liberan presión», escribe Toop.

La verdad de lo efímero

No es casual que la respiración sea el primer paso de la meditación budista. Detenerse completamente para poder avanzar libres de nosotros mismos. Toop lo expresa de esta manera: «Situaciones ya zanjadas se ven continuamente perturbadas por crisis tanto graves como insignificantes; la vida, al igual que la música improvisada, es un inquietante conflicto entre predictibilidad y contingencia». Es decir, que la improvisación comparte naturaleza con la existencia humana: es la esencia de las decisiones en movimiento, la verdad de lo efímero. Y en esa precariedad ambas, la existencia y la improvisación, tienen significado. Filosofías aparte, el libro compone una verdadera genealogía de la improvisación como método: desde la cacofonía dadá o la escritura automática surrealista a los músicos experimentales que desafiaban las nociones académicas. Después, el jazz y su abandono y los músicos de vanguardia de los años 50 hasta llegar, claro, a los 70, cuando la improvisación es catalizadora de utopías.

Las bandas psicodélicas de la costa Oeste fusionan nociones orientales con el existencialismo hecho práctica: un grupo de individuos que transforman sus objetivos individuales en un propósito común. «Siéntate, no hagas nada: esto es improvisación. Permite que pensamientos extraviados, temblores interiores e impresiones sensoriales atraviesen tu cuerpo. Escuchar es improvisar: un continuo seleccionar, filtrar, priorizar, resistir, comparar, evaluar, y encontrar placer en sonidos y ausencias de sonidos». Prueben.

sobre el autor

Toop es un escritor británico y músico improvisador. Ha publicado en España «Océano de sonido» y «Resonancia siniestra»

ideal para...

Especular con las propiedades metafísicas de la música y filosofar un rato

un defecto

Difícilmente interesará al público generalista

una virtud

El conocimiento de la materia que trata

puntuación

8

«Sánchez»

Esther García Llovet

Anagrama

136 páginas,

16,90 euros

Postales de un Madrid «after- punk cañí», por Ángeles López

Este libro no es un hijo perdido de la autora ni nacido por generación espontánea, sino una «nouvelle» perfectamente estructurada como resultado de una lucidez y una coherencia narrativa con pocos precedentes en su generación que nos llega tras su notabilísima «Cómo dejar de escribir», como segunda entrega de su «Trilogía instantánea de Madrid». Esta extraordinaria retratista nos lleva por una capital que no aparecerá jamás en ninguna guía: una ciudad inquietante, poblada de personajes resbaladizos que rozan el «noir», el polar francés y me atrevería a tildar de «afterpunk cañí».

Sánchez es un perdedor y Nikki, la narradora, lo sabe porque en el pasado compartieron vida. Ella tiene la suerte de que su papel, además de delictivo las más de las veces, estestigo de lo que ve y siente. Incluso de lo que ni ve ni siente. Después de haberse dedicado al trapicheo ahora se ha metido en el mundillo de las apuestas de galgos y le pide a Sánchez que la ayude a entregar uno a una italiana que se dedica al negocio de las carreras. También conoceremos a Beltrán, un pijo con tentaciones oscuras. Durante una interminable madrugada, la pareja recorrerá un Madrid sombrío, lleno de peligros y poblado de personajes extravagantes.

Este libro es un manual a vista de pájaro de espacios urbanos que nunca conoceríamos de no ser por la calidad de su mirada. La trastienda de un Madrid que no puede verse con ojos convencionales, contado con una prosa precisa –y preciosa–, lacónica, templada y esforzadamente sencilla, al tiempo que sabe regalarnos ingeniosos recreos de palabras y conceptos. Esther García Llovet es una joya secreta. Una escritora íntima y escondida que magnetiza, hechiza y atrapa. Una vez que se transita por sus páginas, todo lo que se lee después resulta insípido.