Balonmano

Entrevista a Joan Cañellas antes del Europeo de balonmano: “Cada vez me cuesta más jugar fuera de España”

Referente de los Hispanos, que defienden título, ha jugado en Alemania, Macedonia y ahora lo hace en Hungría. Tanto cambio «enriquece», pero no siempre es fácil compaginarlo con la familia

Balonmano/Selección.- España se coloca líder en el TIE de Torrelavega tras imponerse a Polonia
Joan Cañellas lanza a portería en el España-Polonia del TIE 2020larazonRFEBM / J.L. RECIO

Joan Cañellas (Santa María de Palautordera, 33 años) es uno de los veteranos de los Hispanos, que defienden título en el Europeo (9-26 de enero). La crisis lo sacó de España y ha jugado en Alemania, Macedonia y ahora lo hace en Hungría. De todo ello, difícil de compaginar con la familia, con su mujer y sus hijas, y del mérito que tiene la selección, habla de forma clara y tranquila.

–Otro año en la selección. ¿La ilusión está intacta?

–Este año es diferente porque es olímpico y tenemos muy presente que a los anteriores Juegos no fuimos. Eso hace que sea especial y los que llevamos varios años vamos viendo que llega el final de esta etapa, entonces hay que disfrutar y aprovechar lo que se pueda.

–¿Hay entre los veteranos esa sensación de que se está llegando a un final?

–Sí, yo tengo esa sensación, pero hablo por mí. Hay jugadores que lo tienen más claro, yo realmente hoy en día no sé muy bien lo que voy a hacer a partir de ahora en la selección, dependerá de muchos factores, pero bueno, está claro que es posible que sea la última gran competición a la espera de los Juegos, a los que esperamos poder ir. Son muchos años y la verdad es que a veces no le das valor, pero ahora que se termina, como cuando empieza, sí se lo das.

–Muchos años, y buenísimos...

–Siempre luchando, con muchas medallas, a veces también terminando con la miel en los labios... Es el deporte; creo que esta generación en general ha hecho historia, desde luego, no sé si la generación que más éxitos ha aportado a la Federación, Olimpiadas aparte, que es igual lo que nos falta, pero bueno, ya hablaremos en unos años, todavía hay que competir.

–Y las chicas, subcampeonas mundiales. ¿Qué tiene este deporte en este país?

–Me alegro por Carlos Viver, que le haya ido muy bien en el Mundial, plata y en una muy buena posición para ir a los Juegos, que al final es el objetivo de cada ciclo olímpico, y, además, está el Mundial de España 2021. El balonmano en este país, a nivel mediático y de ligas, está mal, pero a nivel de masa de deportistas que juegan aún goza de salud. Muchos no ven un futuro profesional porque la liga está como está, pero aún así, a nivel base, a edades de 8,10,12,14 años sigue habiendo bastantes jugadores, se está haciendo un buen trabajo, empezando por Jordi [Ribera, el seleccionador], a pesar de las dificultades.

–¿En qué se parecen los Hispanos y las Guerreras?

–Nos parecemos en nuestras carencias, y ante esas carencias intentamos suplirlas. Carencia es la falta de físico, la falta de lanzamiento exterior, como siempre se dice, entonces hay que hacer otras cosas. Y lo que solemos hacer bien es a nivel táctico: en defensa es donde más problemas solemos crear a nuestros oponentes, y a partir de ahí compromiso, ganas, garra y saber competir.

–¿Qué papel tiene Cañellas en la selección?

–Yo cuando vengo quiero aportar lo máximo y hacerlo lo mejor posible, mis ambiciones siempre son esas, pero a partir de ahí yo creo que el entrenador tiende a repartir el protagonismo del equipo, a repartir minutos, que es muy importante... En general para el grupo creo que soy un jugador importante, pero tampoco quiero pensar en líder o no líder. Quizá con Manolo [Cadenas, antiguo seleccionador] tenía más protagonismo y ahora se ha ido disipando en favor del grupo.

–Pero voz en el vestuario sí tiene...

-Somos muchos los que tenemos experiencia: Raúl, Viran, Julen, por detrás gente como Gedeón, Maqueda... Gente que sabe lo que es competir, Dani Sarmiento. Tampoco es un grupo joven al que hay que decir muchas cosas.

–A veces sí hay que poner calma, como en el último Europeo, tras los malos resultados...

–El último Europeo fue curioso, porque algunas veces estás muy bien y no perdonas, llegas a los momentos decisivos sin haber perdido y ahí pierdes y se acabó. En ese Europeo se fueron dando los resultados, algunos no fueron buenos, pero llegamos con opciones al final del grupo y desde el partido de Alemania jugamos muy bien. También es muy importante estar bien cuando hay que estar, y también es importante tener ese punto de suerte, que a veces viene y otras no, y también hay que ganársela un poquillo.

–Ha jugado en Alemania, Macedonia y ahora en Hungría... [en el Pick Szeged]

–Cada sitio tiene sus partes positivas y negativas. Ahora en Hungría estoy bien, pero yo creo que independientemente del país, como se van acumulando los años fuera, pues cada año pesa más. Estoy bien en Hungría, pero por esto parece que cueste más, y el hecho de haber cambiado tanto de sitio también da esa sensación. Es volver a empezar, nueva ciudad, nuevo club, nuevos fans, nuevos compañeros y a nivel de país, pues otra forma de vivir, porque al final te das cuenta de que vives en Europa, pero cada sitio es diferente. No tiene nada que ver cómo se vive en Macedonia a cómo se vive en Alemania, es muy opuesto; Hungría tiene un punto más de alemán, pero sin ser alemán... Entonces aprendiendo y enriqueciéndome en algunos momentos, pero también echando en falta cada vez más otras cosas.

–¿Es complicado esto a nivel familiar?

–Es diferente cuando te mueves de país tú solo o con tu novia, a cuando te mueves, en mi caso, con las dos niñas. Es difícil, las niñas van creciendo, empiezan el colegio, la guardería... ¿Te interesa que aprendan húngaro, sí, no...? Las llevas a colegios bilingües, intentando que por lo menos el inglés sí que lo aprendan más, pero si vas cambiando de país con tanta frecuencia, para ellas también es un trastorno, entonces hay más cosas que valorar a partir de ciertas ya no digo de edades, digo de situaciones, porque puedes ser padre más joven y estás un poco en la misma situación. Sin duda tengo ganas de volver a España, pero no sé si va a ser a corto plazo.

–¿Ser padre para usted ya está «chupado»?

–No, y ser madre, menos, porque mi mujer la pobre encima es madre en un país que no es el suyo, sin familia ni amistades cercanas, entonces sólo te quedan los compañeros de equipo, que están en la misma situación que tú. Y la selección además es un punto bastante crítico a nivel de pareja porque al final ahora estamos un mes fuera y ella se puede quedar en España, pero no está en su casa; cuando estamos las semanas de selección ella se queda en Hungría normalmente y se queda sola muchas veces, porque los demás compañeros de equipo no están, también las niñas son muy jóvenes y no te permite hacer algunas cosas y hay que sacrificar otras. No es fácil, además la pequeña no duerme, con lo cual a mí tampoco me resulta fácil.