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Copa del Rey

Jugador del Unionistas: «No sé si podré cambiar la camiseta. No tenemos muchas»

Carlos de la Nava celebra el regreso de un «Primera» a Salamanca, tras la desaparición de la Unión en 2013. Parte de la hinchada fundó este nuevo club dos meses después

Unionistas de Salamanca se enfrentarán al Real Madrid
Los jugadores del Unionistas de Salamanca celebran que se enfrentarán al Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, según el sorteo celebrado este martes en la Ciudad del Fútbol de las Rozas.J.M. GarcíaAgencia EFE

Después de superar toda clase de infiernos, el fútbol de élite regresa a Salamanca. La ciudad, ahora dividida en dos equipos, nunca ha dejado de respirar este deporte. De hecho, Unionistas es el club que un grupo de aficionados fundó sólo dos meses después de la desaparición de la mítica Unión Deportiva Salamanca en 2013, como homenaje a ésta. Seis años más tarde, ese equipo formado por «nostálgicos» recibirá al 13 veces Campeón de Europa en el nuevo formato de Copa del Rey, a partido único.

«Esto es por y para ellos, para los que empezaban hace seis años a forjar este sueño y no se suben al carro ahora, para los que se han recorrido toda Castilla y León desde categoría provincial», afirma el mediapunta salmantino, Carlos de la Nava. Él lo vive como un aficionado más, se formó en las categorías inferiores de la Unión original, donde debutó el año anterior a la resolución judicial. Ahora, con 26 años, y tras tener que «buscarse la vida» en otras ciudades, disfruta de su segunda etapa en «casa». «La desaparición del Salamanca ha sido la gran crisis de mi vida. Hasta entonces era una amenaza que nunca se cumplía. Lo único bueno de aquello es que hizo que el resto del fútbol reaccionara». Así, con 20 años se encontró desamparado, sin el equipo de su vida ni trabajo. «Me fui a jugar al Zamora y luego fiché por el Guijuelo (Salamanca) y el Langreo (Asturias)», dice. Ésta es su tercera temporada consecutiva en Unionistas.

Tras quedar los cruces definidos por los bombos, la única incógnita es el estadio en el que se disputará el encuentro. Todo apunta a que será en Las Pistas, donde juegan cada fin de semana, y no en el Helmántico, sede del Salamanca, el otro club de la ciudad universitaria. «Nosotros queremos jugar en nuestro campo, a pesar de sus limitaciones. Pero aún así, estoy seguro de que muchos salmantinos, que no son de nuestro equipo, aparcarán la rivalidad por un día y vendrán a animarnos», confía así Carlos en una puntual «tregua». También confía en que «esta cita sirva para demostrar que el legado de la Unión sigue vivo».

Él fue el encargado de lanzar el segundo penalti de la tanda en la que eliminaron al Deportivo de La Coruña, una gesta que choca con su realidad en Segunda División B. Son antepenúltimos tras un decepcionante inicio de temporada que provocó el cambio de entrenador. «Ahora estamos en una dinámica positiva, la Copa nos ha ayudado a ganar confianza». El futbolista de 26 años, como el resto de sus compañeros, es consciente de que no todos podrán jugar contra los blancos. Solo once, más los tres cambios. «Y a partido único todavía hay menos oportunidades para jugar», se lamenta Carlos.

Lejos de pronósticos o resultados, este salmantino tiene un segundo sueño que podría cumplir el 22 de enero, conocer a su ídolo Karim Benzema, aunque aún no se sabe si estará recuperado de su lesión ni si Zidane le alineará para jugar contra el «Segunda B». «Siempre le he defendido, incluso en sus peores momentos. Me fijo mucho en él». Carlos, a la vez, reconoce que un gol ante el Real Madrid puede servir de escaparate para llamar la atención de un club de mayor dimensión, pero no cree que «nos vayan a fichar por un solo partido». Dos compañeros suyos, los goleadores David Grande y Ribelles, ya se han marchado.

Este graduado en ADE (Administración y Dirección de Empresas), que siempre compaginó sus estudios con el fútbol de alto nivel, asegura que hay cosas a las que aún no se acostumbra: «Tras ganar al Dépor, sus jugadores se portaron de forma ejemplar y vinieron a cambiarnos la camiseta, pero nosotros no lo hacemos nunca porque no tenemos tantas. No sé si podremos», comenta riéndose Carlos de la Nava. Él guarda con cariño la del central vasco Peru Nolaskoain.