Europeo de balonmano: Maqueda, el regreso de la furia... Contenida

«Este año tenemos un descontrol exagerado», dice Jorge Maqueda. No se refiere, claro, a lo que sucede en la pista, que va viento en popa para España en el Europeo de balonmano. Habla de la música. «Lo mismo suena reguetón que se escucha a Julio Iglesias o Rocío Jurado», explica. Los DJ son Gonzalo Pérez de Vargas antes de los partidos y Gedeón Guardiola después. Maqueda, que suma cuatro medallas como internacional absoluto, ha regresado a un gran campeonato con los Hispanos y se ha encontrado «la familia de siempre». «El ambiente ha cambiado poco. Son casi los mismos jugadores, con algunos jóvenes», añade el lateral. Una de las novedades de la etapa de Jordi Ribera, después de que España quedara fuera de los Juegos de Río 2016, fue prescindir de uno de los jugadores más carismáticos. «No soy tonto, sabía que no estaba al mismo nivel que puedo estar ahora», reconoce el toledano, que regresó a algunas concentraciones en 2018 y ahora ha vuelto a un Europeo. «No hacía falta que Jordi me diera explicaciones. Él toma las decisiones y los que vienen es porque se lo han currado», indica sin rencor.

Otro entrenador es, en parte, responsable de su «renacer». Juan Carlos Pastor, ex seleccionador y ganador del oro en el Mundial de Túnez 2005, lo fichó para el Pick Szeged. «Cuando llegó le dije que no lo quería sólo para defender, que era lo que estaba haciendo últimamente. Ha vuelto a ser el jugador completo que yo creía que era», desvela Pastor desde Hungría. En el Europeo esta vez no comparte habitación con Aginagalde (eran un «peligro» dentro del buen rollo de los Hispanos), está con Cañellas, que también es su compañero de equipo. La mano izquierda del lateral se está notando: es el tercer máximo anotador (14 goles), por detrás de Ángel Fernández y Álex Dujshebaev (16), aunque las señas de identidad del equipo son las mismas que las de Maqueda. «No tenemos un jugador que resalte por encima... ¡Es el grupo! Cuando uno no está entonado aparece otro», afirma.

«Es un gran chaval, siempre está animando a los compañeros, y más a los que juegan en su puesto», asegura Pastor, que indica además el aspecto en el que le insistió cuando apostó por él: «Jorge es un jugador que va, siempre va... A veces demasiado, e intentamos tranquilizarle en eso y le ha venido bien para recuperar la confianza», cuenta su técnico en el Pick Szeged. «He madurado un poco. La esencia es la misma, el no bajar nunca los brazos, pero ahora tengo un poco más de calma. A veces te piensas las cosas antes de hacerlas», admite Jorge. Sigue siendo puro fuego en la cancha, pero más contenido... «Aunque todavía a veces hay que pararlo. Es muy impulsivo, pero igual que entrena al ciento por ciento, juega así», dice Pastor, que el próximo verano lo perderá: se marchará al Vezsprem, el referente del balonmano húngaro.