Casemiro gana el Real Madrid-Sevilla (2-1)

Casemiro está para todo, para cortar, para mandar y para golear y dar tres puntos a un Madrid más espeso que otros días. Casemiro fue su salvador con dos acciones de delantero centro. La primera, de punta fino, tras un taconazo de Jovic que le permitió entrar en el área y picar con suavidad el balón por encima del portero. Pero eso gol no era suficiente, el equipo de Zidane necesitó otro más para ganar al Sevilla y fue Casemiro, de nuevo, el que rompió el marcador: esta vez de delantero centro de área, casi en el área pequeña, remató de cabeza un centro de Lucas Vázquez. Mientras marcaba, ordenó al equipo, robó lo que hizo falta y pudo marcar otro tanto para llevarse la pelota a casa. Se le marchó fuera por poco. Se lo merecía.

Casemiro fue el protagonista principal, un jugador que ha ido creciendo temporada tras temporada. Primero era fundamental para el equilibrio; ahora es básico para organizar al resto del equipo y decidir los choques. Zidane quiere que sus centrocampistas suban al área y prueben al portero, que necesita goles para días con pocas luces. Casemiro se lo dio. Fue el revulsivo del choque hasta que salió Vinicius a pedir sitio, a revolucionar a su equipo y al rival. Fue una exhibición lo del joven brasileño los minutos que estuvo en el campo.

Dio otro aire a un choque tristón por parte de los dos equipos. El Real Madrido volvió al 4-3-3, pero no termina de convencer el sistema. Los jugadores del centro del campo se sienten en desventaja y los hombres de banda, Lucas Vázquez y Rodrygo no son lo suficientemente decisivos como para dar ventaja a los de Zidane.

No tuvo profundidad el Real Madrid, que le acabó dando la pelota a los de Lopetegui. El Sevilla empezó tímido, pero al final de la primera parte se fue arriba. Marcó De Jong, pero el VAR vio con criterio que Militao, su marcador, había sido derribado en un bloqueo. Fue falta y se pitó.

Perdonó al Madrid en esos diez minutos y después apareció Casemiro. Empató sin embargo De Jong. Pero otra vez volvió a golpear Casemiro.

El Sevilla volvió a estirarse al final, pero no fue suficiente.