Balonmano
Entrevista a Gonzalo Pérez de Vargas: “Los pelotazos ya no me dejan marca”
Ha sido nombrado tres veces MVP del partido en este Europeo. Saldrá de inicio en las semifinales que enfrentan a España contra Eslovenia
A los 29 años Gonzalo Pérez de Vargas (Toledo) está en plena madurez. Dice que los rivales ahora le «lanzan con más respeto» que cuando debutó con España en 2014. Él y Rodrigo Corrales hacen que la portería de los Hispanos sea un seguro. Eslovenia es el último obstáculo antes de la final.
–¿Cómo se recupera de los pelotazos de los partidos?
–Debe ser ya que el cuerpo después de tantos años se acostumbra, pero de los pelotazos no queda ninguna marca. Bueno, alguna sí en los bíceps o en zonas así en las que los músculos están más expuestos, pero sobre todo de lo que cuesta recuperarse más es de algún golpe que te das con el suelo, de la fatiga, de la tensión de estar ahí una hora y pico más todo el día de partido que vas acumulando nervios, y por algún lado tienen que salir.
–¿Se sigue poniendo nervioso antes de jugar?
–Una de las cosas bonitas del deporte es que aunque hayas jugado un millón de partidos la sensación de incertidumbre, de no saber lo que va a pasar, nos mantiene vivos. Yo soy de los que antes de un partido no te voy a decir que me pongo nervioso, pero sí inquieto, con ganas de que llegue para sacar esa adrenalina.
–Su primer gran torneo con la selección fue el Europeo de 2014. Están otra vez en semifinales.
–No sé si volverá a pasar, cinco campeonatos de Europa metiéndonos en semifinales, es un dato increíble para una selección que tiene un gran grupo, pero a día de hoy no tiene un jugador en el «top 7 u 8» mundial. Es un hito.
–Pero esta selección hace de la necesidad virtud...
–El fuerte es el grupo, quizá en otros equipos se sabe quién va a tomar la responsabilidad en los momentos más calientes, pero aquí tanto uno como otro lo puede hacer, los cambios que está haciendo Jordi [Ribera, el seleccionador] están funcionando, los extremos están jugando todos y están siendo eficaces, la primera línea va rotando, en defensa tenemos varias alternativas, Rodrigo y yo estamos alternando también la portería... Eso hace que todo el mundo esté dentro de esa dinámica y es difícil como equipo que nos dobleguen.
–¿En qué ha mejorado desde ese 2014?
–En muchas cosas. Yo creo que siempre se está mejorando. Lo importante es que la ilusión y las ganas son las mismas. Obviamente he mejorado en experiencia, en conocer más al rival, que ellos me conozcan más y te respeten. En 2014 era un chaval, como quien dice, acababa de aterrizar y mucha gente a la hora de lanzar no tenía la misma sensación que cuando iba a tirar a Omeyer o Arpad Sterbik... Con los años vas cogiendo eso, tienes un bagaje detrás y los rivales lo saben.
–Los partidos en este Europeo han sido similares, cociéndolos poco a poco, de menos a más.
–Son victorias trabajadas, de equipo. Bielorrusia, por ejemplo, tiene un siete potente, pero a la que tiene que hacer cambios o no le vienen bien dadas... Nosotros llevamos años juntos, tenemos una base y se nota a la hora de afrontar ese tipo de situaciones. Sabemos que si seguimos tendremos opciones de ganar. Eso es lo que todo el equipo piensa, estamos más tranquilos en relación a otros campeonatos a la hora de ir por detrás en el marcador.
–¿Qué relación hay entre el portero y la defensa?
–Obviamente, más que en cualquier otro deporte la colaboración entre defensa y portería es imprescindible. Cuando la defensa está activa ayudándonos, hacemos más paradas, y cuando hacemos más paradas damos más confianza a la defensa para que pueda hacer el trabajo con un poquito más de riesgo porque te encuentras cómodo y puedes salir más a cortar balones porque sabes que atrás van a responder. Es el éxito de esta selección: el defender, el dejar a los equipos con marcadores bajos, sabemos que en ataque no tenemos esa facilidad de otros equipos para meter goles, a pesar de que disponemos de nuestras armas, pero nuestra fortaleza se basa en la defensa y lo sabemos. En este campeonato lo que hemos hecho es trabajar muy bien atrás, alternando las diferentes defensas, y por ahora está funcionando.
–¿Y la relación entre los dos porteros?
–Desde fuera, alguien puede imaginarse la relación de los porteros de fútbol, donde el titular juega el 90 por ciento de los partidos de la temporada y el segundo sólo lo hace en caso de lesión o en algún torneo menor. En nuestro caso no es así, tenemos un montón de partidos y el hecho de poder cambiar te permite en cada momento de la competición o de cada encuentro ver qué tipo de jugador o de portero te conviene más. Lo que queremos es que la portería funcione y si yo no estoy parando bien y Rodrigo, que además es amigo, sí lo está haciendo, ¿por qué me voy a enfadar? Si él está parando significará que estamos ganando, y todos avanzamos.
–¿Comparten habitación?
–Los porteros en eso somos bastante cuadriculados. En cualquier equipo que vayas los porteros comparten habitación y va bien porque aparte de pasar un buen rato si tenemos que analizar a algún rival no tenemos que ir a buscar el uno al otro.
–Su trabajo es más de estudiar, de intuición...
–Hay un poco de todo. A día de hoy tenemos muchas herramientas a nuestra disposición, con muchos programas en los que te pasan cortes de lanzamiento de los contrarios, en secuencia, lo que te permite ver qué tendencias tienen los jugadores... Pero bueno, a mí me gusta verlo, pero que el análisis mío sea casi natural, no anoto mucho en papel, me muevo por las reacciones que me provoquen el haber visto los vídeos; sin embargo a Rodrigo le gusta más apuntar, tener la información más detallada. Yo intento no obsesionarme mucho, porque al final acabas actuando como un robot y en mi caso me gusta tener información, pero actuar un poco sobre lo que intuyo de la situación.
–Se dice que es usted el DJ del equipo...
–Yo he seguido el ejemplo de gente que estaba aquí. Hacemos una lista democrática con una o dos canciones cada uno y hay mucha variedad de géneros. A los más veteranos el reguetón no les va, y los jóvenes al revés... Luego después del partido se permite un poco más de libertad de gente que coge el teléfono y pone la canción que quiere, pero antes democráticamente se pide una o dos y eso suena.
–¿Cómo es el momento antes de los partidos?
–Jordi entra en el vestuario, dice cuánto tiempo tenemos para calentar, cambiarnos y la hora a la que él va a entrar a dar la charla, y hasta ese momento el vestuario es para los jugadores: hay gente que sale fuera, otros se quedan dentro, gente que estira, otros hacen algún juego para relajarse... Cada persona es un mundo y es interesante ver cómo diferentes individuos afrontan la misma batalla. Unos no quieren salir del vestuario, a otros el tiempo allí se les hace eterno, los jóvenes calientan menos... Cada uno como se sienta mejor.
–¿Cómo lleva la fotografía, una de sus pasiones?
–Me gustaría dedicarle más tiempo. Tengo aquí la cámara y voy sacando fotos a mis compañeros. Entiendo que las condiciones estos días de concentración no te permiten salir mucho y cuando lo haces no puedes estar desconectado porque estás a un día de jugar. Quiero ponerme más en serio, voy conociendo más detalles y más truquitos, pero como es un mundo muy grande y estoy en un nivel básico, pretendo incrementarlo.
–¿Y la cocina?
–Me gusta, me gusta. En Barcelona tengo tiempo, pero me gustaría ponerme un poquito más. Es uno de los propósitos que me marqué este año. Cocino bien, pero me gustaría hacer platos nuevos. Me gusta también por el hecho de cocinar para mí, de saber lo que como y probar cosas nuevas.
–¿Algún plato nuevo últimamente?
–Los últimos 3 o 4 años he viajado bastante a Asia, a Japón, Bali y Tailandia, y de lo que más me gustó fue hacer un curso de cocina en Tailandia. Cuando puedo, algún curry o algún Pad thai sí que me he marcado.
–Este año tiene que volver a Japón [a los Juegos Olímpicos]...
–Hay que volver, sí...
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