Fútbol

El culo de Maradona es el de todos

Sus amigos de verdad temen levantarse un día y encontrarse con una mala noticia

Uno de esos privilegiados que vio los partidos de Maradona de los que no queda registro de imágenes me dijo una vez: «Temo que un día nos levantemos con una mala noticia». Los amigos de verdad del «10» tienen miedo de que su cuerpo, que aguantó todo tipo de patadas, no pueda con tanto alcohol. Son los mismos que le organizaron aquel partido homenaje en La Bombonera, en el que dijo la famosa frase de «la pelota no se mancha» y en el que muy pocos sabían que había una UVI móvil preparada debajo de la tribuna por si el corazón del Pelusa no aguantaba las emociones.

Me da igual si ha sido el mejor de la historia o no, eso es lo de menos. Ha sido muy grande, ha puesto los pelos de punta a los hinchas y ha hecho cosas que parecían imposibles. Algunos preferirán a Messi, otros a Pelé y los de más allá, a Cruyff o Di Stéfano. Pero todos esos nombres son patrimonio inmaterial de la humanidad, las pirámides del fútbol, y hay que protegerlos por lo felices que nos hicieron con la pelota. No merece estar rodeado de gente que no le quiere de verdad, que se aguanta la risa cuando está fuera de sí y lo graba para que todo el mundo lo vea.

Ahora que el confinamiento está permitiendo, también en Argentina, recuperar las hazañas mundialistas del barrilete cósmico, duele ese vídeo viral en el que se baja los pantalones. Y que esté peleado con sus hijas y que no sepa cuidarse a sí mismo. En este punto siempre recuerdo que no es fácil ser Maradona, nacer en la pobreza más absoluta y de repente ser el hombre más famoso del mundo. Por eso, su culo debería ser el de todos. La pelota no se mancha y el Diego, pues tampoco.