Un calendario exprés de dos meses y medio de tenis... ¿y luego?

La gira asiática de otoño tampoco. Los circuitos masculino y femenino de tenis han cancelado sus respectivos tours por China de esta temporada tras la prohibición del gobierno del gigante asiático de no celebrar eventos deportivos en lo que queda de 2020 por la pandemia del coronavirus. La ATP no celebrará el Masters 1.000 de Shanghai, el Abierto de China, de categoría 500, y los torneos de Chengdu y Zhuhai, de categoría 250. Son las enésimas cancelaciones en una temporada que lleva suspendida desde antes de Indian Wells. ”La ATP continúa trabajando en un calendario revisado para la parte final de la temporada 2020 que termina con las Finales de la ATP en noviembre. Se espera una nueva actualización en las próximas dos semanas con un calendario provisional”, asegura Andrea Gaudenzi, presidente de la ATP. Con el anuncio de China, la WTA se ha quedado sin siete eventos más, incluido el Torneo de Maestras.

El adiós a China llega poco después de que el reinicio de la temporada previsto para el 14 de agosto en Washington también se suspendiera. La nueva fecha es el 22 con el Masters 1.000 de Cincinnati que se disputará en las mismas instalaciones que el Abierto de Estados Unidos. Y precisamente en Nueva York es donde se centran todas las miradas. Los responsables del torneo siguen convencidos de su celebración, aunque será la próxima semana cuando se confirme el sí o el no.

El torneo ha enviado ya una serie de indicaciones a los jugadores. Se ha suprimido la posibilidad de alquilar apartamentos y casas individuales. Todo el mundo deberá alojarse en dos hoteles que están a media hora de las instalaciones del torneo. Cada jugador dispondrá de dos habitaciones: una por cuenta del torneo y la otra será cosa del jugador. Cada participante podrá llevar a tres personas de su equipo (entrenador, preparador físico y fisioterapeuta por ejemplo), pero sólo una de ellas podrá estar en la pista. El protocolo sanitario incluyo un test al llegar al hotel, queda descartada la cuarentena para los que lleguen de otros países, habrá un nuevo test 48 horas después y varios más durante el torneo. En caso de que un jugador diera positivo será aislado y si el positivo se produjera entre 15 al 18 de agosto podría pasar la cuarentena en la habitación y en caso de recuperación podrá competir.

La cuarentena, clave

¿Y qué piensan los jugadores? La clave está en que los que acudan a Estados Unidos no tengan que pasar una cuarentena en su regreso a Europa. Si se mantuviera, quedaría en peligro la minigira europea de tierra batida antes de Roland Garros. Para muchos, como Nadal, ésa etapa es la clave de una temporada atípica. Con cuarentena en el regreso, las renuncias serían masivas. El que parece decidido a acudir a Estados Unidos es Novak Djokovic. El serbio ve en Nueva York una oportunidad única para recortar distancias en la lucha por el récord de Grand Slams con Federer y con Nadal.

Rafa hace tiempo que comentó que firmaba competir con normalidad en 2021. Pablo Carreño también es escéptico: “Es complicado porque hay jugadores de muchos países diferentes. La gira de tierra batida pinta mucho mejor que el US Open. Ojalá podamos competir, pero no hay certezas absolutas”. Uno de los veteranos del circuito, el alemán Kohlschreiber, da cifras: “El riesgo de que nos contagiemos está ahí. Muchos jugadores han tomado la decisión de no jugar el US Open y hay que respetar esa decisión. Sé que un poco más del 50 por ciento del circuito afirma que no es el momento adecuado de jugar”.

Las intenciones de los organizadores del Open USA contrastan con la opinión de alguno de los pesos pesados del tenis mundial. “Tenemos muchos problemas con la cuarentena y esto va a seguir siendo así todo el año. Debemos utilizar este año como prueba de aprendizaje: cómo vamos a vivir con este virus y cómo vamos a comenzar a operar en el futuro, porque esto no va a desaparecer mañana. Tenemos que descubrir cómo avanzar, con el mismo objetivo de mantener a todos a salvo; porque si buscas la normalidad, probablemente no la encuentres hasta 2022, y eso está muy lejos”, ha declarado Steve Simon, el jefe de la WTA. El capo del tenis australiano, Craig Tiley, mira también en el medio plazo: “El escenario que manejamos para el próximo Open de Australia es jugar en la misma sede y en la misma fecha, pero sin público. He tenido la oportunidad de hablar con muchos tenistas de primer nivel y todos me dicen que piensan ya en el 2021. Consideran que existe la posibilidad de no poder competir en 2020 y tienen puestas todas sus esperanzas en nuestro evento”.

El calendario provisional va del 22 de agosto con Cincinnati hasta la conclusión de Roland Garros el 11 de octubre. El otoño es una incógnita. Moscú, Amberes, Estocolmo, Viena y Basilea no se han rendido como ha sucedido con la gira asiática. París, con su Masters 1.000; Milán con las Finales de la Next Gen y Londres con el Torneo de Maestros siguen en pie. Lo contrario que la Davis de Piqué. Por ahora están previstos dos meses y medio de tenis... ¿y luego?