Fútbol
Las claves y culpables del desastre del Real Madrid
Zidane está en entredicho tras perder contra el Alcoyano. Los suplentes no dieron la nota, pero los titulares tampoco son regulares y no va a haber grandes fichajes
El Real Madrid perdió contra el Athletic en la Supercopa con los titulares y cayó con los suplentes (los titulares al final) en el campo del Alcoyano en la Copa del Rey. Dos derrotas consecutivas en dos competiciones que suponen un golpe importante para la ilusión del madridismo para esta temporada. Es un equipo al que le cuesta mucho encontrar el camino hacia la victoria, con problemas en ataque, con errores defensivos y con una preocupante escasez de profundidad en la plantilla.
A) ¿El entrenador?: El más señalado por todos, porque no encuentra el modo de convencer a la plantilla, como si hizo al final de la pasada temporada. Pasa de las rotaciones a apostar por un equipo sin apenas cambios. Pero no encuentra la regularidad ni que el equipo consiga jugar algún encuentro con tranquilidad. El único, quizá contra el Celta. Tampoco tiene suerte: no cuenta con Jovic y el primer día que juega en su regreso a la Bundesliga, mete dos goles.
B) ¿Los titulares habituales?: Es cierto que contra el Alcoyano, el grueso de la plantilla salió sólo al final y que pudo ganar el encuentro. Pero también es cierto que empataron contra Osasuna y perdieron contra el Athletic. Es un equipo que no encuentra recursos si las cosas se complican. Hazard no ha dado resultado hasta ahora. Benzema es muy bueno, pero no está acompañado y sus cifras de goles no son espectaculares; Ramos está en proceso de negociación, Asensio está despertando; Varane no es el más fiable y el centro del campo depende demasiado de su estado físico. La pregunta es si estos jugadores tienen resuello hasta final de temporada. Aunque ahora jugarán menos partidos.
C) ¿La planificación deportiva?. No hubo fichajes el pasado verano y no va a haber muchos el siguiente, porque la situación económica no da para más. Si parece clara la llegada de Alaba, el defensa que queda libre del Bayern y que está muy cerca del Madrid, aunque el Liverpool parece que todavía quiere meterse en la pelea. También se ha hablado de Pau Torres, como refuerzo también de la defensa. En ataque, todo es muy complicado. La opción Mbappé es pegar un tiro al presupuesto y eso sería poner en peligro el futuro del club. Los grandes fichajes son una utopía con el coronavirus. Se busca el modo de ir metiendo juventud en la plantilla, pero ningún jugador termina de resultar
D) ¿Los jóvenes? Desde siempre, el entrenador ha confiado en los veteranos para los momentos complicado, que durante este curso son muchos. Así que apenas tienen espacio los más jóvenes: Reguilón, Jovic (aunque éste apenas ha cumplido), Ceballos y el caso de Odegaard, quizá el más sangrante, que no contó para el encuentro de ayer y que quiere marcharse porque quiere más minutos. El noruego llegó para ser un jugador determinante o para, al menos, dar un recambio en el centro del campo y quiere irse porque no tiene minutos. Ceballos, cedido en el Arsenal, explicaba qué tiene que pasar para que vuelva al Real Madrid: “No me tienen que decir nada. Sería tener una charla con el entrenador y el cuerpo técnico que esté en ese momento y saber que voy a tener igualdad de oportunidades con el resto de jugadores. A partir de ahí ya tienes que ganártelo en el campo”. Hay un problema también con Vinicius, otro joven que no encuentra la manera de hacerse un sitio. ¿Los jóvenes no funcionan por Zidane o por ellos?
E) ¿El plan B?: Era el día para los futbolistas que no contaban: Lunin, Odriozola, Militao, Mariano, Marcelo o Isco. Sólo el defensa central, que marcó el gol, puede salvarse; los demás mostraron la misma cara que otros partidos, sin capacidad de cambiar el rumbo de su papel en el conjunto blanco. El portero estuvo muy nervioso; Odriozola pasó por el encuentro sin dejar una noticia; Mariano jugó con la ansiedad habitual, que tan pocos resultados le da, pero que no se quita y Marcelo e Isco siguen en su papel: lo intentan, pero el ritmo al que juegan les delata. El andaluz empezó con ganas, pero sin ser influyente y Marcelo dejó el pase de gol y un remate al final del partido. Pero ya no es el lateral ofensivo que preocupaba tanto a los entrenadores rivales.
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