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Luis Figo y Pepe Reina, así son los inesperados azotes del Gobierno y la izquierda

Ambos deportistas se han convertido en una de las voces más fuertes de la oposición por su papel en las redes sociales, La última, contra Illa

FOOTBALL - UEFA WOMEN'S CHAMPIONS LEAGUE - FINAL - WOLFSBURG v OLYMPIQUE LYONNAIS
Luis FigoAntoine Massinon/A2M Sport Con/AFP7/Europa PressAntoine Massinon/A2M Sport Con/A

Era complicado que Luis Figo crease más polémico y enfureciese a más gente que aquel día que volvió al Camp Nou como jugador del Real Madrid. Los aficionados azulgranas no le perdonaban lo que consideraban una traición insuperable y cada vez que tocaba un balón se llenaba la grada de pitos y el césped de objetos. Fue un momento que no todos hubiesen sabido manejar, por la tensión del ambiente y por el estrés que puede causar en quien sufre ese bullyng por parte de una multitud. Pero Figo lo salvó sin problemas.

Ahora es distinto y la presión y la polémica que crea el ya ex futbolista portugués es por las redes sociales. Y está claro que no se amilana. Le recuerdan que tuvo un problema con Hacienda, evidentemente le han llamado facha, le dicen que fue un chaquetero, le piden, de malas maneras que se ocupe de Portugal y no de España, pero él sólo entra al trapo algunas veces, como con Rufián. No hace caso de las críticas, o como sucedió ese día en el Camp Nou, cuando cogió una botella que le habían tirado de una bebida que representaba, y la lució.

Pero, para contrarrestar la imagen de que los deportistas o ex deportistas no comentan la actualidad, Figo se mete en todas las polémicas y en todas lo hace desde el mismo punto de vista: una visión muy crítica con el Gobierno, con la coalición con Unidas Podemos y con los partidos de izquierdas. Cuando era profesional no lucía esta vertiente política. Como muchos futbolistas de élite era reacio a hablar en público y mucho más a mojarse en estos asuntos. Ahora, se siente liberado para poder expresar lo que piensa. La última ha sido contra Illa, por marcharse del Ministerio de Sanidad por motivos políticos y para nada por la gestión de la pandemia. Illa, Simón, Irene Montero o Pablo Iglesias son las principales dianas de sus críticas. Se puede considerar que Figo es casi un miembro más de la oposición. Participó en una charla con Albert Rivera, lo que, de nuevo, provocó los memes habituales en las redes sociales. Figo, sin embargo, nunca ha manejado la opción de entrar en política. Sí que estuvo pensándose intentar ser presidente de la FIFA, pero a última hora retiró su candidatura porque vio que tenía pocas opciones de ganar.

Pepe Reina tampoco se ha visto tentando de entrar en política, aunque a diferencia de Luis Figo, él sigue siendo deportista profesional. Tampoco cree que por estar en el ejercicio de su carrera deba dejar de opinar acerca de los asuntos actuales de España. Él lo ve desde lejos, porque gran parte de su vida deportiva ha transcurrido en Inglaterra y en Italia. Quizá por eso se muestra con menos complejos de mostrar sus ideas, muy lejanas de la izquierda y a veces muy cercanas a Vox. Fue de los primeros que elogió aquella marcha de Vox en medio de la pandemia y varias veces ha sido muy crítico con decisiones del Gobierno. La última acerca de la ley que trata el asunto de las okupaciones. Tampoco se corta de entrar en discusiones. Pero, quizá por su carrera, es algo más discreto que Figo. Su papel, muchas veces, se reduce a dar me gustas a lo que escriben políticos como Toni Cantó... o dar me gustas a lo que escribe Figo.

El portugués tiene 1.365.526 seguidores en Twitter. Pepe Reina 1.310.757, aunque muchos de ellos se repitan, no son malos altavoces para propagar algunas ideas políticas. Es bastante probable que muchos de sus seguidores se repitan, pero de todas maneras sus voces se retuitean y corren por las redes sociales. Fue desde el confinamiento en la pandemia cuando empezaron las críticas, con otro coro de deportistas, pero tanto Reina como Figo han sido los más constantes. La verdad que encuentran críticas y opiniones contrarias, pero también que se han convertido en un foco inesperado de oposición al Gobierno