Olimpismo
Un campeón olímpico para todas las estaciones
El estadounidense Eddie Eagan gana el oro en bobsleigh en Lake Placid 1932 tras ser campeón olímpico doce años antes en boxeo en Amberes
El título que la velocista Lolo Jones –múltiple medallista en 100 vallas, con un impresionante 12:43 de mejor marca personal– ganó la semana pasada en el Mundial de bobsleigh de Altenberg (Alemania) volvió a poner de actualidad las pasarelas entre distintas modalidades que emplean los deportistas más dotados. Todos siguen la estela de Eddie Eagan, el único atleta que se ha coronado en dos modalidades distintas en los Juegos Olímpicos de verano (Amberes 1920) e invierno (Lake Placid 1932). Un caso atípico de reconversión porque no llegó a los trineos procedente del atletismo, como suele ser habitual, sino tras haberse colgado una medalla de oro boxeando como peso semipesado.
Antes de contar la historia de Eagan y de sus cuatro émulos, medallistas olímpicos en verano e invierno, pero sin laureles de campeón, conviene mencionar el precedente incompleto de Gillis Grafström, patinador sueco que también presume de dos títulos en distintas estaciones (Amberes 1920 y Chamonix 1924) debido a que su disciplina, el patinaje artístico, integraba el programa olímpico estival antes de la celebración de las primeras Olimpiadas blancas en la vertiente francesa del Mont Blanc.
La de Edward Patrick Francis Eagan fue una existencia del todo novelesca. Hijo de un modesto ferroviario de Denver, combatió en las trincheras de la Gran Guerra, donde empezó a boxear contra compañeros de armas aliados con tal destreza, que al regreso del frente ganó el título británico amateur (1919). Su triunfo en los Juegos del año siguiente en Amberes fue un paseo: tres combates ganados por KO, incluida la final al masivo noruego Sverre Sorsdal. Pero, además de unos puños de acero, Eddie también poseía un cerebro privilegiado que le permitió obtener una beca para licenciarse en Derecho en Yale después de pasar por Harvard. Además, obtuvo un posgrado en Bellas Artes en Oxford y sirvió, ya como coronel, en la II Guerra Mundial.
A comienzos de los años treinta, Billy Fiske se acordó de su corpulento amigo para completar la tripulación del bobsleigh a cuatro que competiría en los Juegos de Lake Placid. Eagan no se había subido jamás a un trineo, pero su fuerza serviría para lanzarlo pendiente abajo y sus cerca de cien kilos, gravedad obliga, contribuirían a su avance vertiginoso por el tubo de hielo. Se dejó convencer por Fiske, un as de la aviación bélica que fallecería en 1940 como piloto voluntario de la RAF en la batalla de Inglaterra, y se puso a la cabeza del vehículo en el que también bajaron Clifford Gray y Jay O’Brien para ganar una medalla de oro, por delante del segundo equipo estadounidense y de Alemania, al cabo de una carrera que lo marcó más que el gas mostaza en Flandes o las balas en el sudeste asiático: «Nunca en mi vida pasé tanto miedo como en esos dos minutos que me parecieron eternos», dijo cumplidos los sesenta.
Otros cuatro deportistas han conseguido emular a Eddie Eagan, aunque la gloria olímpica no fue completa porque sus medallas no siempre fueron de oro. El noruego Jacob Thams fue el primer campeón olímpico de saltos de esquí, en 1924, y participó en vela en Berlín 1936 para ser plata en la clase «8 metros». Christa Rothenburger fue una patinadora germanoriental que ganó cuatro medallas olímpicas (dos oros, una plata y bronce) entre 1984 y 1992, pero 1988 fue el año de su gran gesta, ya que el 22 de febrero ganó la plata en los 500 metros de Calgary y el 24 de septiembre también fue segunda en el velódromo de Seúl en la prueba reina, el esprint. La ciclista canadiense Clara Hughes se colgó dos bronces en las pruebas de ruta de Atlanta 1996 y, diez años después, compitió como patinadora de velocidad en Turín para ganar un oro y una plata, cosecha que aumentó con un bronce en Vancouver 2010. Lauryn Williams, laureada velocidad estadounidense (subcampeona de 100 en Atenas 2004 y oro en 4x100 en Londres 2012) fue plata en el bobsleigh por parejas en Sochi 2014.
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