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El Clásico. ¿A qué velocidad corre Dembelé? El motivo por el que Koeman lo considera imprescindible

Es una de las amenazas del Real Madrid. Olvidadas las lesiones, lleva 24 partidos seguidos jugando

Dembélé está siendo uno de los jugadores más determinantes del Barcelona esta temporada
Dembélé está siendo uno de los jugadores más determinantes del Barcelona esta temporadaMARCELO DEL POZO

Ousmane Dembélé se ha olvidado de las lesiones y ha empezado a correr. Hasta 34 kilómetros por hora alcanza, según las estadísticas que maneja la UEFA. El problema es que a veces corre tanto que ni siquiera sus compañeros pueden seguirle. Y, sobre todo, es imposible descifrar lo que pasa por su cabeza. En el campo, Messi le mira en ocasiones de forma extraña, cuando de repente hay una acción que parece clara, pero el francés hace la contraria. Y eso no tiene por qué ser precisamente negativo. Lo mismo deben sentir los rivales. «Es un jugador de mucha calidad y además tiene mucha velocidad. Juega bien con las dos piernas, juega arriba y tiene que tener efectividad, y su uno contra uno puede ser vital en nuestro ataque, porque encuentras más espacios, otro contrario tiene que saltar... Para nosotros es importante en muchas cosas y los futbolistas importantes sí tienen que estar mañana [en el Clásico]», explicó Koeman.

Dembélé es un hombre imprescindible para este Barcelona. La anarquía necesaria cuando los partidos se atascan, como fue en la última jornada contra el Valladolid. Sobre todo por el gol en el último minuto, pero también porque en la segunda parte fue el futbolista más peligroso, abierto a las bandas, en una posición distinta a la que suele ocupar últimamente. Porque Koeman ha apostado ahora más que nunca por los tres defensas y los dos carrileros, por lo que quiere a un hombre rápido arriba y a Messi y Griezmann como lanzadores.

Luego Dembélé ya se encarga de hacer lo que nadie espera, unas veces para bien y otras para mal. Porque hay jugadas en las que sus piernas van más rápido que su cabeza, pero otras regatea cuando todos esperan un disparo y así se genera espacios imposibles, o pone el balón en la escuadra, o a lo mejor lo manda varios metros por encima del larguero.

Pero, como Koeman, casi todo el mundo cree que tiene que jugar y que tiene que renovar con el Barça, después de unos primeros años de pesadilla. En mayo cumple 24 años. Llegó al club muy joven (con 20) y para ser el «sustituto» de Neymar. Eso es presión. Luego, sus roturas musculares no le dejaban arrancar, en un futbolista que no tenía mucho historial de lesiones. Ahora, por fin, lleva disputados 24 encuentros seguidos y es el tercer máximo anotador del equipo tras Messi y Griezmann.