Barty acaba con la aventura de Paula Badosa en el Mutua Madrid Open

Ashleigh Barty, la número uno del mundo, puso fin al gran torneo de Paula Badosa en el Mutua Madrid Open. Fue en semifinales (6-3 y 6-2), un ejemplo de que la española firmó una de las mejores semanas de su carrera, un resultado para seguir creciendo una vez se pase el enfado lógico por la derrota. Badosa se marchó de la pista aplaudida por su rival y por el público y se tapó la cara con la gorra para, según parecía, esconder las lágrimas.

Sólo habían jugado una vez antes, hace menos de un mes y, ojo, venció Badosa por 6-4 y 6-3. La número uno estaba avisada, dispuesta a que no volviera a pasar lo mismo. La australiana es una tenista genial, de las que tiene más riqueza de golpes en un circuito (tanto el masculino como el femenino) en el que los y las pegadores están ganando terreno. Barty tenía claro que quería tener a la española en movimiento e iba alternando lo reveses cortados con golpes con efecto y ángulos. Pese a tener un mal porcentaje de primeros servicios en el set inicial, tiene recursos para que el segundo también haga daño. En ese primer parcial hubo mucho partido. Todo igualado hasta el 5-4. Paula tenía que sacar para mantenerse en el set y llegaron los problemas. Salvó la primera pelota de set, y la segunda, con mucha valentía, tirándose hacia delante y acabando con un remate de derecha complicado en la red. Pero a la tercera, cometió una doble falta... Qué injusto es a veces este deporte, en el que la cabeza juega tanto como los pies o los brazos que empuñan la raqueta.

Pese a todo, comenzó Badosa con una rotura el segundo parcial. Se podía haber enganchado al encuentro, con sus tiros con mucho bote, clásicos de tierra batida. Pero Barty recuperó pronto el camino y en cuanto puso el 1-1 ya se disparó a por el triunfo.

Se marchó llorando la española, pero prácticamente todo en la semana es positivo. Se va a meter en el “top 50″ y está en el mejor momento desde que dio el salto con las “mayores”. Antes, fue campeona júnior de Roland Garros y después le pasó como a otros grandes jugadores: entró en depresión, le daba miedo saltar a la pista de tenis... Pero salió del agujero y ahora va hacia arriba. Hay que recordar que sólo tiene 23 años.