Balomnano

España sufre de más en el debut ante la República Checa (28-26)

La gran actuación de Mrkva, el portero checo, complicó la vida a la selección, que mantuvo la calma en los últimos minutos para lograr la primera victoria en el campeonato

Los jugadores españoles celebran la victoria ante la República Checa
Los jugadores españoles celebran la victoria ante la República ChecaMARTIN DIVISEKAgencia EFE

La dificultad de España para gestionar las superioridades numéricas hizo que se le complicara un partido aparentemente sencillo ante la República Checa en el debut en el campeonato de Europa. En la segunda parte llegó a disponer de jugadas en las que se enfrentaba a sólo tres defensores checos, pero los rivales fueron capaces de marcar con dos jugadores menos sobre la cancha. Pero el acierto de Antonio García en los lanzamientos en los últimos minutos permitió que España terminara imponiéndose por un apretado 28-26.

Tampoco fue sencillo el comienzo para la renovada selección española, que ha perdido a varios de sus clásicos después de los Juegos de Tokio. Los lanzamientos de Kasparek eran un problema y España no consiguió asentar su ventaja hasta que ajustó la defensa y Gonzalo Pérez de Vargas se puso en el camino de los checos.

En la primera parte no le costaba tanto a España aprovechar sus superioridades y marcó varios goles con la portería vacía. Uno de ellos de Gonzalo. Terrafeta daba señales del jugador que promete ser y Gurbindo acertaba con la portería, aunque nunca llegó a alejarse demasiado en el marcador, no daba la sensación de que los checos fueran capaces de complicar tanto la vida a España como lo hizo en la segunda mitad.

Al descanso la ventaja era de tres goles (14-11), pero las dificultades del comienzo del encuentro se multiplicaron en el comienzo de la segunda mitad. Le costaba de nuevo ajustar la defensa y la gran actuación del guardameta checo, Mrkva, lo hacía todo más difícil.

Era un muro en los lanzamientos desde los seis metros y España no encontraba la manera de hacerle un agujero. Los porcentajes de acierto en el lanzamiento eran muy bajos y la moral de los rivales subía al ver que eran capaces de sobrevivir en inferioridad.

Pero España fue capaz de mantener la calma en los instantes finales del partido y esos lanzamientos de Antonio García en los últimos minutos consiguieron despejar el camino hacia la primera victoria en el campeonato de Europa.