Tenis
Piqué y sus hijos (sin Shakira) se van a ver Nadal a Wimbledon con las camisetas de un equipo inesperado
El tenista balear ha asegurado que se encuentra bien, que está contento y camina con normalidad antes de empezar el torneo de hierba
Rafa Nadalllega a Wimbledon siendo Rafa Nadal, lo que es una noticia tremendamente esperanzadora para los aficionados españoles y temible para el resto. Lleva ya seis días entrenándose en la hierba donde se disputa el torneo y sus sensaciones son muy buenas: ”Estoy disfrutando de jugar en hierba tres años después. “Si estoy aquí es porque las cosas van bien, si no, no estaría. Estoy contento”, aseguró en la conferencia de Prensa.
Esta bien físicamente, pero ¿está para ganar?: “No sé cómo llego realmente, es difícil de predecir. Es el torneo probablemente más difícil de predecir. Es una superficie complicada en la que necesitas pasar días en ella. No he jugado nada en tres años, esto lo hace extra complicado. La memoria es importante, la memoria que tienes más reciente ayuda sobre la superficie. Dentro de lo que cabe ha sido una semana lógica, con momentos mejores y momentos peores, claramente en una línea ascendente”.
Lo bueno es que ha podido probarse varios días y ver cómo reacciona su cuerpo: ”He entrenado bastante. Ayer hice un desastre de entreno, me levanté con los ojos cansados, pero luego jugué bien. Hoy también he entrenado bien. Lo más importante es que los momentos malos en pista cada vez sean más cortos. Los partidos me han ido bastante bien, he entrenado con gente exigente. Confío en llegar competitivo”, añadió.
En su último entrenamiento le ha estado viendo Gerard Piqué, de vacaciones con sus hijos (ambos con camisetas del Chelsea) y sin Shakira.
El jugador del Barcelona ha visto que Nadal está en forma, que su pie, su gran problema, responde: ”Puedo caminar normal todos los días, cuando me despierto no tengo ese dolor que tuve durante un año y medio. En entrenamiento en general he estado mejor. En las últimas semanas no he tenido un día de estos que me duele terrible. En general, soy positivo”.
Como siempre, ha quitado dramatismo a lo que le sucede: “El pasado es el paso y el deporte y la vida pasan muy rápido. No soy muy de pensar en lo que has conseguido, es algo que ha pasado, que va a estar en mi museo durante el resto de mi vida, me hace estar orgulloso de ello. Los seis primeros meses no han sido fáciles incluso con todo lo que he conseguido por el pie. No diría que es un drama, hay otra cosas peores en la vida, aquí solo estamos jugando al tenis. Ha sido duro entrar en pista con dolor y no saber si iba a poder terminar el entrenamiento o el partido”.
Ha hablado también de las peculiaridades de Wimbledon: “La bola es muy pesada, es una bola distinta a la que estamos acostumbrados. Estos años es un poco más hueca que hace diez años. La tendencia es jugar con bolas más pinchadas. A mí me parece un error desde el punto de vista tenístico. Se juegan todos los puntos iguales. Lo que no me gusta del cambio de tendencia es que se repiten demasiado los puntos. La gente le pega desde cualquier lugar porque no hay sensación de fallo. Aquí esta sensación se multiplica, explicó el balear.
La experiencia y la intuición son muy importantes.“Con una bola tan pesada es importante moverte bien, poder colocarte bien. Después es una pista que no te da para pensar mucho, cuando te viene la bola tienes que pegar con determinación, si piensas mucho te atacan o cometes errores. Eso te lo da los automatismos y la confianza”.
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