El relevo español está de moda

El relevo masculino 4x400, con un tiempo de 3:01.27, la tercera mejor marca española de todos los tiempos, logró su pase a la final de los Europeos de Múnich, igual que el relevo femenino, que accedió a la lucha por las medallas con el séptimo mejor tiempo de todas las participantes. El equipo masculino, formado por Samuel García, Lucas Búa, Oscar Husillos y Manuel Guijarro, se clasificó para la final ganando su serie.

La carrera la inició el canario Samuel García, que cedió el testigo en segundo lugar al toledano Lucas Búa, que mantuvo la posición. El tercer relevista fue el palentino Oscar Husillos, que fue el que mejor tiempo hizo de los cuatro (45.07), antes de dar el testigo al albaceteño Manuel Guijarro, que con su esprint permitió a España ganar la serie. Por detrás, a solo treinta centésimas, finalizó Países Bajos, que también accedió a la final con el segundo mejor tiempo (3:01.57) de todos los participantes. Los otros países que estarán en la final, aparte de España y Países Bajos, son Alemania, Bélgica, República Checa, Francia, Gran Bretaña e Italia.

En la final también estará el relevo 4x400 femenino que, con un equipo formado por Eva Santidrián, Aauri Bokesa, Berta Segura y Laura Hernández, concluyó la primera serie de semifinales en cuarto lugar con un tiempo de 3:27.76, un registro que les permitió pasar por tiempos en séptimo lugar. Las más rápidas de todas las semifinales fueron las británicas, que pararon el crono en 3:23.79. Junto a ellas y las españolas estarán en la final las belgas, las neerlandesas, las polacas, las irlandesas, las suizas y las anfitrionas, las alemanas.

Sin opción en los 3.000 obstáculos

España contaba con tres finalistas en los 3.000, pero Daniel Arce, Sebastián Martos y Víctor Ruiz nunca llegaron a estar en la pelea por las medallas. Cuarto, quinto y octavo en el ranking europeo del año casi clavaron sus posiciones en la final. Arce fue cuarto con 8:25.00; Martos, sexto con 8:26.68 y Ruiz, decimotercero con 8:37.24. El oro fue para el finlandés Raitanen (8:21.80); la plata, para el italiano Abdelwahed (8:22.35) y el bronce para otro transalpino, Zoghlami (8:23.44).

La carrera fue controlada por el nórdico con una serenidad que le llevó a lo más alto del podio. Desde el primer obstáculo mandó con los italianos y los franceses detrás. Superado el primer kilómetro, Arce y Martos tomaron posiciones en el centro del pelotón, pero nunca tuvieron el control real de la carrera. Pareció por un instante que los hermanos Zoghlami se escapaban, pero a su sombra siempre estuvo Raitanen, que antes de la última ría lanzó un ataque al que nadie pudo responder.