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Entrenamiento
Alcaraz llega a otra final en Wimbledon calentando con malabares: por qué es beneficioso esta técnica para deportistas de élite
El curioso secreto del murciano para concentrarse antes de los partidos: ejercicios de coordinación que afinan cuerpo y mente

No es raro ver a Carlos Alcaraz, raqueta número uno del tenis español, practicando malabares antes de saltar a la pista. Son ya famosas las skills del tenista murciano pasándose hasta tres pelotas de tenis a la vez junto a su fisioterapeuta, Juanjo Moreno. Aunque pueda parecer un simple pasatiempo, esta rutina es muy utilizada en esta disciplina, su gran rival de hoy Jannik Sinner, la tenista estadounidense Jessica Pegula o incluso la joven promesa rusa Mirra Andreeva, confiesan que trabajan con este tipo de lanzamientos y de recepciones aparentemente improvisados, en los que se esconde mucho más que entretenimiento.
Estudios recientes apuntan que practicar malabares no solo mejora la coordinación ojo-mano, sino que también provoca cambios en el cerebro: estimula la llamada neuroplasticidad, genera nuevas conexiones neuronales y ayuda a calibrar mejor los movimientos. Según explica Noah Cowan en declaraciones a The New York Times, profesor de Ingeniería Mecánica en la Universidad Johns Hopkins y experto en el tema, los malabares “ponen en marcha todo el aparato sensoriomotor” y permiten ajustar la precisión antes de un partido.
Además de sus beneficios neurológicos, este ejercicio tiene una ventaja extra que destacan los preparadores físicos: obliga a concentrarse al máximo y a dejar fuera distracciones externas. Andrea Hudy, responsable de rendimiento deportivo del equipo femenino de baloncesto de la Universidad de Connecticut, lleva años incluyendo malabares en sus entrenamientos, convencida de que favorecen el equilibrio, la rapidez de reacción y hasta el trabajo en equipo cuando se practican en pareja. Pero hay algo más que, según ella, es igual de importante: “Lo principal es que es divertido”.
Esa dimensión lúdica conecta directamente con la filosofía de juego de Alcaraz, que ha repetido en varias ocasiones que rinde mejor cuando disfruta en la pista. Para él, unos minutos de malabares antes del partido no solo son una herramienta para activar reflejos y mente, "también le ayudan a competir con una sonrisa".
Hoy es uno de esos días en que la tranquilidad de Carlitos a la hora de salir al verde de Wimbledon, acompañada de un buen calentamiento, será clave antes de medirse a Jannik Sinner en un duelo que promete ser eléctrico en La Catedral del tenis.
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