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Mundial de Atletismo

Attaoui, quinto en el 800 del Mundial de Tokio, como en los Juegos de París

El cántabro estuvo cerca de las medallas en otra carrera rapidísima en la que los tres primeros bajaron de 1:42

Attaoui (a la derecha del todo), fue quinto en la final de 800 del Mundial de Tokio ASSOCIATED PRESSAP

La prueba de los 800 metros se ha convertido en una auténtica locura. Y en ese manicomio, el cántabro Mohamed Attaoui dispuesto a todo en la final del Mundial de Tokio. Está tranquilo en la presentación, brazos en jarra, levanta uno cuando dicen su nombre, gesto de relajación. Se había exhibido en las series y las semifinales, y era un hombre a tener en cuenta. En realidad, los ocho finalistas lo son, con Wanyonyi, el campeón olímpico, al frente. El keniano no entiende de carreras tácticas, él tira y quien pueda, que le siga. Attaoui empezó como siempre, detrás, viéndolo todo, intentando evitar altercados y confiado en el gran final que tiene, en la explosividad que lo define y que incluso ha ido mejorando. Se sale rapidísimo. Se pasa por el 400 con 49.27 y la prueba ya se convierte en una carrera sin apenas táctica, la ley del más fuerte, o la ley del más rápido, para ser exactos.

El golpe que frenó la remontada

Attaoui sigue detrás, pero se queda un poco encerrado pegado a la cuerda. Se da un trompazo con el botsuano Masalela y eso frena un poco su progresión. El golpe perjudica a los dos. El africano termina último. El español se mantiene en la pelea en la recta final. Apunta al bronce, pero al final le fallan las fuerzas y se tiene que conformar con el quinto puesto. Lo mismo que en los Juegos de París.

En la capital de Francia dijo que la carrera había sido una “burrada”. Algo parecido ha pasado en el Mundial de Tokio. Wanyonyi, el campeón, hace el récord de los campeonatos, con 1:41.86. La plata es para el argelino Sedjati y el bronce para el canadiense Arop. Los dos hacen su mejor marca de la temporada y bajan de 1:42, terreno todavía imposible para Attaoui, que con 23 años, a punto de los 24, tiene tiempo de conquistar. El irlandés McPhillips es cuarto con récord nacional (1:42.15); Moha, quinto con 1:42.21, la tercera carrera más rápida de su vida, tras el 1:42.02 de París en 2024, con el que batió el récord nacional; y el 1:42.08 de los Juegos Olímpicos, que también le llevó al quinto puesto. El jamaicano Anderson bate la plusmarca de su país con 1:42.21 para ser séptimo, y el británico Burgin es sexto, batiendo su mejor marca personal, 1:42.29. Así es el 800. Todo el mundo vuela y Attaoui está en la élite, pero, de momento, a un paso de las medallas. "Me he visto competitivo, aunque no tan bien como en las otras dos carreras. Se ha ido muy rápido, no ha sido para mí la carrera ideal, la verdad, de los escenarios que hablé con mi entrenador ha pasado el peor para mí, carrera rapidísima, lo que me dejaba sin ese cambio mío que puedo hacer en los 200 metros, pero hasta el final me veía peleando por todo. Tuve un encontronazo que casi me saca de la pista, me supe recomponer, a falta de 100 metros vi hueco por el interior, empecé a apretar y apretar, y me veía en las medallas, incluso adelante del todo. Lo he peleado hasta el último momento, me voy un poco descontento, pero me va a servir para seguir aprendiendo. En las próximas seguro que estoy más arriba", analizó el español.

Puesto de finalista de Marta García

Un poco antes, en la final de 5.000, Marta García terminó séptima, puesto de finalista. "No ha sido la carrera que había planteado, pero ha sido la carrera que he podido hacer. He decidido no pasar para adelante al principio y luego, cuando la carrera se ha puesto dura, ha sido imposible. He tenido que cambiar de estrategia y he pasado a jugar mis cartas desde atrás. He conseguido un puesto de finalista, pero sí que me quedo con ganas de más, de qué hubiera pasado si hubiera podido estar un poco más adelante. Al final he tenido premio jugando de otra manera y hay que valorarlo", dijo la leonesa, tras una prueba en la que Chebet le ganó a Kipyegon la batalla de las kenianas. El bronce se lo llevó la italiana Battocletti.

En los relevos, las chicas del 4x100 se metieron en la final con el sexto mejor tiempo.