NBA
La ira de Westbrook
Los Thunder, liderados por su efervescente base, tienen a los Spurs al borde de la eliminación. «Estar en modo de ataque es mi trabajo», dice
Los Thunder, liderados por su efervescente base, tienen a los Spurs al borde de la eliminación. «Estar en modo de ataque es mi trabajo», dice
El jugador más impredecible de la NBA tiene contra las cuerdas al equipo más ortodoxo de la Liga. Nadie tiene cada temporada un plan más perfecto que los Spurs de Popovic, que regula al milímetro los esfuerzos de sus veteranas estrellas para llegar en perfecto estado a final de curso. Justo en estas alturas se encuentra la NBA y a las puertas de que una de las grandes sorpresas del año se haga realidad. Los de San Antonio, que sólo habían perdido un partido en casa (frente a los Warriors) son máximos favoritos para estar en la final del Oeste, pero por obra y gracia de Russell Westbrook y sus Thunder, se encuentran a un paso de la eliminación. El «culpable» de que el quinto partido de la serie pusiera en ventaja a los de Oklahoma (91-95) es el explosivo base, seguramente uno de los jugadores más criticados de los últimos tiempos en la NBA.
Le acusan de no entender el juego y de no pensar antes de tomar una decisión, pero esto es precisamente lo que le hace letal y diferente. «Juega con mucha pasión y es muy competitivo. Además, está sabiendo liderar al equipo y los demás sienten que dependen de él», decía su entrenador, Billy Donovan, después de que Westbrook fuera decisivo en el último choque. Un triple doble (35 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias) fue su aportación, aunque también 8 pérdidas y algunos tiros que no tocaron ni el aro. El público de San Antonio se mofó de sus malas decisiones y desató la ira del base, que les cerró la boca con un 2 más 1 para sentenciar a los Spurs. «Estar siempre en modo de ataque es mi trabajo y lo hago hasta el último segundo», decía el protagonista, siempre sorprendente en la pista y fuera de ella, con un vestuario que se podría definir como extravagante.
«Ha sido un maníaco, que nos ha mantenido dentro del partido», admitía Durant, que no ve tan extraño que los Thunder estén a punto de ser finalistas en el Oeste. Si lo son es gracias a su base, un apasionado que juega el minuto uno de curso igual que el último del séptimo partido de la final. Es impredecible y además está madurando... Los Spurs ya lo saben.
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