Nueva York
«No he descansado nada, pero me lo he pasado...»
LA RAZÓN compartió con Pau Gasol y su padre, Agustí, el día después del Partido de las Estrellas
Mediodía en Manhattan. Séptima avenida con la calle 52. La recepción del Sheraton New York, el hotel donde se han alojado estos días las estrellas de la NBA, va recuperando la normalidad. La improvisada tienda de camisetas de la entrada está de saldo y los turistas buscan un «souvenir» a precio de ganga. Se abre uno de los ascensores y de él sale Pau Gasol tirando de su maleta. Detrás de él, camino del mostrador, va Agustí, su padre, con otras dos grandes maletas que coloca en una esquina de la sala, a la espera de que su primogénito haga la cola y cumpla con los trámites con el recepcionista. «Parece mentira que hace 14 años estuviéramos aquí con Pau antes del ‘‘draft’’ de 2001. Si en ese momento me dicen que voy a venir aquí porque él y Marc juegan un All Star no me lo hubiera podido creer», explica a LA RAZÓN Agustí Gasol, buscando con cuidado las palabras que expresen de la mejor forma lo que siente toda la familia. «Anoche lo celebramos un poquito y poco más hemos podido hacer. Ahora va todo tan rápido que necesitaremos que pase algo de tiempo para darnos cuenta de la dimensión real de lo que han hecho. La semana que viene, cuando vaya al mercado y me digan: ‘‘¿Oiga, es usted el padre de...?’’, es cuando me daré cuenta realmente», añade. «Estamos felices por la importancia de que estén aquí, claro, pero sobre todo por ver que ellos están felices, que han disfrutado estos días. Éste es el sentimiento que, tanto mi mujer como yo, tenemos como padres», continúa.
«Es fantástico ver cómo ayer charlaban los dos en una esquina de la pista quince minutos antes del partido, se notaba que lo estaban saboreando», insiste Agustí, orgulloso por los éxitos de sus hijos, pero también por la normalidad con la que hacen las cosas. «La clave de esto es la educación, es lo que les hemos transmitido. Seguimos haciendo la misma vida de siempre», admite antes de echar la vista muy atrás, cuando los llevaba de la mano al colegio. «Hemos luchado por ellos como hacen todos los padres. En un principio, el baloncesto era únicamente un complemento a su formación y luego fueron progresando y dando todos los pasos. Nosotros estábamos siempre a su lado para los momentos en los que se encontraban más tristes, cuando sacaban malas notas y estas cosas».
Toda la familia se iba ayer a pasar un par de días a Memphis, su segunda casa. «¿El periódico de Memphis saca a mis hijos en portada? ¡Qué bueno! Lo voy a comprar en cuanto llegue. La verdad es que a Marc, especialmente, lo tratan como un ‘‘Memphiano’’ más. Están orgullosos de ambos», cierra Agustí camino del coche en el que ya espera su hijo mayor. Pau recorre el hall sonriendo ante cada petición de foto o autógrafo. ¿Has podido descansar? «No, descansar muy poco, nada. Eso sí, me lo he pasado...» Una foto más y sube al enorme todoterreno negro que le llevará al aeropuerto y a dos días en familia. El All Star ya es historia.
Héroes en Tennessee
- Pau hizo historia en los Grizzlies y Marc la sigue haciendo. Así lo reconoció el «Memphis Commercial Appeal» ayer en su portada. El pasado y el presente del equipo de la ciudad quedaron reflejados en la foto que mandaba en la primera página del rotativo de Memphis.
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