Escándalo
Una boxeadora abandona el campeonato de Quebec al descubrir que su rival era trans: "¡Y me acusa de delatarlo...!"
La luchadora transgénero Mya Walmsley, que se llevó el combare por abandono, carga contra su oponente por desvelar "su secreto"
La “graves consecuencias” que la ley trans tiene sobre las mujeres y, en concreto, el mazazo que supone la participación de atletas trans para el deporte femenino se ha convertido en una de las grandes batallas del feminismo durante los últimos años. Las federaciones trabajan para lograr un equilibrio mientras cientos de atletas se mantienen en pie de guerra contra una inclusión que -en su opinión- lastra su carrera deportiva. Cada día surguen nuevas noticias de abandonos de competiciones o de deportistas que denuncian ser relegadas de los podios por la presencia de atletas transidentificados. Y esto es lo que ha ocurrido en Canadá.
Una boxeadora se retiró de un campeonato en Quebec tras de enterarse de que su oponente era biológicamente masculino, lo que le llevó a ganar la competición por abandono. Katia Bissonnette de Saguenay asegura que la emparejaron con la luchadora transgénero Mya Walmsley sin previo aviso.
El Campeonato Guante de Oro 2023 tuvo lugar el pasado mes de octubre en Victoriaville, Quebec, organizado por la Federación de Boxeo de Quebec en colaboración con el club de boxeo KO-96. Pero el torneo, que pretendía dar a los novatos la oportunidad de clasificarse para el Campeonato Canadiense en diciembre, ha generado un sonoro escándalo después de que Bisonnette anunciara su retirada.
En declaraciones a Reduxx , Bissonnette, que trabaja como psicóloga en Jonquière , explica que se enteró de que Walmsley era hombre una hora antes de que ella subiera al ring. “Bajé de mi habitación del hotel para dirigirme hacia la sala donde todos los boxeadores estaban calentando. De repente, mi entrenador me llamó aparte y me dijo que había recibido por mensaje de texto información, que luego había validado, de que mi oponente no era mujer de nacimiento. No teníamos ninguna otra información adicional”, dice.
Si bien la información sobre Walmsley es limitada, Bissonnette asegura que nunca antes había peleado contra mujeres pero sí contra hombres en Australia por lo que su transición era relativamente reciente.
Tras la retirada de Bissonnette, Walmsley emitió un comunicado a la prensa acusándola de "delatarlo" y advirtiendo que acciones similares tendrían un impacto negativo en las atletas. "En lugar de recurrir a mí, a mi entrenador o a la Federación Olímpica de Boxeo de Quebec para obtener más información, decidió recurrir directamente a los medios para denunciarme", escribió Walmsley. “Este tipo de comportamiento pone a los atletas en riesgo de ser excluidos o de recibir ataques personales basados en rumores... Me temo que este tipo de acusación podría eventualmente usarse para deslegitimar a los atletas en la categoría femenina y justificar regulaciones arbitrarias e invasivas”.
Walmsley continuó afirmando que la mejor política para la autoidentificación de género en el deporte era que los atletas “confiaran” unos en otros y cediesen ante los entrenadores y las políticas, asumiendo que los partidos se disputaban de manera justa.
Pero Bissonnette rechaza la petición de Walmsley y ponen en duda las razones por las que la dejaron competir.
“La norma dictada por Boxing Canada a la Federación de Boxeo de Quebec era no revelar que el oponente era transexual, para que este último no fuera discriminado. Sin embargo, después de la confirmación, esta política sólo se aplica cuando se ha producido un cambio de sexo antes de la pubertad”, explica, señalando que debido a que Walmsley es un ciudadano extranjero, su historia de transición no está del todo clara.
"Un golpe masculino tiene un 163% más de impacto"
Según los informes, la Federación de Boxeo de Quebec estaba al tanto del sexo biológico de Walmsley, pero justificó la pelea afirmando que habían elegido un árbitro apropiado para el combate. Al final, Bissonnette dice que su decisión de retirarse se debió a una cuestión de seguridad. “Según un estudio, un golpe masculino tiene un 163% más de impacto que el de una mujer, incluso ajustado al peso”, afirma, refiriéndose a un estudio de 2020 sobre la fuerza publicado por investigadores de la Universidad de Utah . “En el grupo estudiado, el hombre más débil sigue siendo físicamente superior a la mujer más fuerte”, añade.
Bissonnette continúa señalando que la participación de las mujeres en los deportes de combate es relativamente reciente, pero puede que no dure mucho más si las mujeres se emparejan continuamente para luchar contra los hombres. "Las mujeres no deberían tener que soportar los riesgos físicos y psicológicos que conllevan las decisiones de un hombre sobre su vida personal y su identidad", continúa. "Debería haber dos categorías: biológica masculina y femenina".
La decisión de Bissonnette de negarse a pelear contra Walmsley se produce inmediatamente después de varios casos de protestas similares por parte de mujeres en todo el mundo del deporte.
De hecho, varias mujeres abandonaron un torneo de Jiu-Jitsu brasileño en Georgia el mes pasado en protesta por la participación de múltiples hombres identificados como trans. Como resultado, uno de los hombres se llevó a casa cuatro medallas de oro en la categoría femenina y, en una de las divisiones, sólo los hombres subieron al podio de ganadores. De igual modo, el pasado 13 de noviembre, una jugadora de billar en Inglaterra provocó una controversia similar tras abandonar un torneo en Gales como protesta hacia un hombre identificado como trans que estaba compitiendo. Llegó a la final pero al conocer quien era su rival, cogió el taco y se marchó entre aplausos del público.
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