Fútbol
Casillas, el portero de todos
Casillas ha forjado su leyenda en el Madrid, con el que lo ganó todo, y en la selección: levantó la copa del Mundial que conquistó España.
Casillas ha forjado su leyenda en el Madrid, con el que lo ganó todo, y en la selección: levantó la copa del Mundial que conquistó España.
A Iker Casillas lo sacaron del instituto para ir a jugar un partido de la Champions con el Real Madrid. Él estaba en clase de diseño. Cañizares, que era el titular del conjunto blanco, se había lesionado en el entrenamiento. Y a Trondheim que viajó Casillas para jugar contra el Rosenborg. Así comenzó la leyenda del portero de todos, por mucho que su salida de Chamartín acabara dividiendo a los aficionados entre «casillistas» y «mourinhistas», porque sí, Mourinho estaba en el centro de la polémica. El meta y el entrenador terminaron por no soportarse, aunque recientemente, cuando se han reencontrado en la Champions, se han saludado con educación.
Esta pelea, por mucho que se la recuerde, no debería ser más que una anécdota en una fantástica carrera que seguramente no tendrá continuidad después del infarto que ha sufrido el que fuera mejor portero del mundo. El guardameta acababa de renovar recientemente con el Oporto, y quería extender su vida deportiva hasta los 40 años. Porque está en plena forma e incluso había vuelto el debate de si debe regresar o no a la selección. Con la Roja firmó parte de su leyenda. Si Iker es el portero de todos, su parada más recordada es aquella que le hizo a Robben en la final del Mundial de Suráfrica. Ése fue el partido del gol de Iniesta y de la parada de Casillas con el pie en una acción que hubiera supuesto el 0-1 para el conjunto «oranje». Con España también había conquistado la Eurocopa de 2008, la del despertar de la selección, y después triunfó en la de 2012 para cerrar el círculo glorioso del equipo nacional. Sigue siendo el jugador con más internacionalidades, con 167 entre 2000 y 2016, aunque la lógica apunta a que el récord tiene fecha de caducidad, porque Sergio Ramos ya va por 162. Pero siempre será el capitán que levantó el primer Mundial.
Sus triunfos con la selección fueron de la mano de los éxitos con el Madrid. Si la Champions le sacó del instituto siendo un crío, en la misma competición ha tenido alguna de las actuaciones más recordadas. Del Bosque, con quien luego se reencontraría en la Roja, le dio un tirón de orejas en su juventud quitándole la titularidad cuando ya se la había ganado e incluso cuando ya se había proclamado campeón de Europa en 2000. Así, César fue el guardameta que salió de inicio en la final de la Liga de Campeones de 2002. Pero el destino (y el defensa Lucio), quiso que se lesionara e Iker tuvo su momento, al saltar al campo a los 68 minutos. Como en la del Mundial, ése también es un partido recordado por el gol de Zidane y por la resistencia del meta en los últimos minutos, que detuvo todos los intentos del Bayer Leverkusen por llegar a la prórroga. Casillas, además de bueno, estaba tocado por una varita, porque en la última Champions que ganó con el Madrid el Atlético se adelantó por un error suyo, pero Ramos acudió al rescate en el minuto 93, cuando quien más, quien menos ya veía el trofeo en las vitrinas atléticas. Iker convivió con los galácticos, vivió épocas de sequía y tomó el relevo de Raúl como capitán.
Su carrera está teniendo un epílogo en el Oporto, donde ha seguido sumando títulos nacionales (la Liga y la Supercopa portuguesas) y ampliando sus números en la Champions, competición en la que es el futbolista que más partidos ha disputado, con 181, quince más que Cristiano. Habrá que esperar para ver si el infarto supone un punto y seguido o un punto y final.
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