A rueda: ¿La hora de Alonso?

Fernando Alonso logró su último podio en la Fórmula Uno hace cuatro años, la última victoria hace casi cinco y los títulos de campeón del mundo son de los tiempos en los que gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero. Son datos servidos en frío, sin condicionantes, que seguramente retirarían a más de uno. Y, sin embargo, Fernando vuelve a hacernos creer que casi todo es posible, que los podios están a su alcance y que incluso alguna victoria caerá este año. «Vienen momentos buenos», vaticina el asturiano, más motivado que nunca tras partir la alianza de McLaren y Honda. La mayor fiabilidad con Renault parece asegurada (menor es imposible), algo más de potencia, también. Sólo falta que hayan sido capaces de adaptar la nueva unidad de potencia al buen chasis con el que ya contaba la escudería británica, algo que empezaremos a ver a partir de esta semana en los tests que hay previstos en Barcelona.

Las dudas

Hay dos cosas que me hacen ser cauto respecto a las opciones de Alonso. La primera, el hecho de que esta temporada compaginará el Mundial de Fórmula Uno y el de resistencia. Fernando ya va camino de los 37 años y aguantar tantas horas de estrés al volante y multiplicar los viajes no parece la mejor forma de concentrarse en un objetivo. Más bien suena a preparar el camino para un futuro inmediato fuera de la F-1. La segunda razón es la poca presencia de patrocinadores en su nuevo monoplaza, algo que siempre es visto como un proyecto poco atractivo. La ecuación es simple: patrocinio es igual a recursos, y eso en un mundo tecnológicamente tan competitivo resulta determinante. Para colmo, uno de los principales patrocinadores es una marca del propio Alonso... Aun así, hay que contar con el factor humano, con las manos de Fernando. Si el MCL33 es algo más que buen marketing, nos vamos a divertir. Si no, que tiemble la radio del coche.