Fórmula 1
A rueda: Se acabó la broma, Fernando
En cuanto el McLaren de Fernando Alonso cruzó la meta de Albert Park, el asturiano sintetizó su nuevo horizonte: «Ahora podemos luchar». Seguro que a Fernando se le escapó una lagrimita, un puño apretado tras tanto ridículo acumulado. Porque sólo un carácter como el suyo podía aguantar tres temporadas entre los últimos de la parrilla. Tres años siendo el hazmerreír del mundillo cada vez que su coche le dejaba tirado. Tres años de carrera deportiva tirados a la basura. ¿Alguien se imagina a Hamilton o Vettel en ese trance? Imposible. Habrían tirado la toalla. Seguro, además. Pero Alonso es tan testarudo y tiene ese punto de soberbia, que ha tragado de todo para superar esa broma de mal gusto con volante. Este McLaren-Renault sí es un coche de Fórmula Uno. Corre (tampoco demasiado) y, sobre todo, no se para (de momento). Así que Fernando puede pilotar. En Australia hizo tres cosas buenas: atacar por el exterior a Sainz en la salida, presionarlo hasta que cometió un fallo y aguantar veintisiete vueltas a un Red Bull desbocado como el de Verstappen para conseguir un quinto puesto que sabe de maravilla para arrancar el Mundial.
¿Victorias o podios?
La respuesta es no, de momento. Ahora mismo, salvo imprevistos en forma de abandonos, su monoplaza está para luchar por los puntos y esperar que caiga algo más en alguna carrera loca. En Australia, Fernando habría acabado octavo si los Haas no hubieran hecho el ridículo y Bottas fuera un piloto fiable. Pero las carreras son así y el mérito de Alonso fue no fallar, que no es poco. Así que calma. La misma que hay que tener con Carlos Sainz. El madrileño sufrió una indisposición que casi le hace vomitar a 300 kilómetros por hora, por lo que su décimo puesto tiene mucho mérito. Por cierto, ojo a su batalla con Alonso. Lo de Australia ha sido un aperitivo. Nos vamos a divertir...
✕
Accede a tu cuenta para comentar