Fútbol
¿Debe el Madrid romper relaciones con el Barça?
Piqué y sus secuaces, personas «non gratas»; José Luis Sánchez
¡Carme, Carme! Si por mí fuera, las relaciones estarían rotas desde hace mucho tiempo. Piqué, Cardoner y Luis Enrique representan al barcelonista victimista, al aficionado faltón, lejos de representar a un club centenario como el vuestro. Qué gracia me hizo escuchar a Piqué hablar de valores. ¿Valores? De verdad. Valores es tener a compañeros de vestuario condenados por defraudar a Hacienda. Tener al presidente, el que ocupa el lugar preferencial en el palco, imputado y que, además, se aprovechó del Barça para que no le condenaran a él. Esos son los Valores. El Real Madrid está muy por encima de Piqué, Luis Enrique y demás provocadores.
Gerard, el agitador
Reconócelo, en el Barça nadie se atreve a decirle nada a Piqué. Le tienen miedo, no tienen potestad para frenar al agitador. El club lo gobierna el central y es un peligro. Es un pirómano mediático e institucional y nadie se atreve ser el bombero. Ni sus compañeros ni los dirigentes. Qué pensará Puyol, qué caras pone Iniesta cuando le escucha. Sí los blancos bajaran al barro cometerían un error, un gravísimo error. Esto se soluciona declarando personas «non gratas» a estos personajes que ensucian la historia de un grande de España. Y encima, vosotros no echáis agua, tiráis cerillas...
De espaldas a la Justicia
Hace tiempo que dejé de alucinar, pero que se critique la democracia me parece algo sonrojante. Messi defraudó a Hacienda, lo reconoció, y fue condenado. Neymar y el Barcelona urdieron un plan engañar y estafar al Santos y a DIS, lo reconocieron, y fueron condenados. En lugar de aplaudir a la Justicia, buscáis el «y tú más». Es una pena. Cristiano Ronaldo dará explicaciones cuando se las pidan, no cuando queráis vosotros. Aunque bueno, estáis acostumbrados a tener vuestra propia ley... pero la ley, la verdadera, la marcan los jueces, no quienes la incumplen. Estás de acuerdo... O no.
Basta con tener cortesía institucional; Carme Barceló
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Me vale esta frase del gran Joan Manel Serrat, querido Sánchez, para escribirte desde este lado del muro que ese avispero que movió Piqué debería provocar en vosotros más que un mosqueo, una reflexión. Gerard verbalizó una realidad y opinó sobre unos valores que proyecta el Real Madrid y que a él no le gustan. Retrató a un palco plagado de influencias y en el que conviven el poder judicial, político, económico y mediático. Señaló a una ex abogada del Estado porque no le parece ético que esté sentada en tercera fila cuando es imposible creer que no interviniera, opinara o participara en el proceso penal contra Messi. Recordó que el gol de Sergio Ramos en la final de la Liga de Campeones fue en fuera de juego. Verdades como puños que podrían plantearnos si debería ser el Barcelona el que dijera «adiós, muy buenas». Pero, y en aras de la convivencia, con tener unas relaciones de cortesía institucional ya basta. Comprendo la pataleta de Florentino Pérez: Piqué ha levantado las alfombras del palco y las ha puesto a ventilar.
Todos unidos
Piqué no está solo. Ni mucho menos. Hay miles de personas que piensan como él y, además, cuenta con el apoyo del vestuario, de su entrenador y de su directiva como demostró Cardoner con sus declaraciones. Esta demostración de unidad en este momento crucial de la temporada también parece que os ha dolido. Esperabas que el verso libre de Gerard no rimara con nadie y, ya ves, Luis Enrique y el club entonan igual que él.
#SilencioCristiano
El hastag se convirtió en TT, pero seguimos igual. Ni mú sobre el caso. Parece que alguien ha desarrollado una habilidad especial para mirar hacia otro lado. O para colocar unas carpetas por encima de otras. O para acomodarse en el palco y ver el tiempo pasar...
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