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El derbi que paraliza Asturias

El Oviedo derrotó al Sporting
El Oviedo derrotó al Sportinglarazon

Mucho se temía porque no se pudiera disputar el derbi asturiano por el mal estado del césped después de la fuerte lluvia y el granizo caído, pero al final el árbitro dio el sí para que el balón rodara en el Carlos Tartiere catorce años después. El enfrentamiento entre el Sporting y el Real Oviedo es más que un partido de fútbol. Afecta, con un pique sin precedentes, a las dos ciudades. En los comentarios entre amigos en los bares y en todos los ambientes deportivos se palpa la tensión de una rivalidad que, en algunos casos, incluye frases que afectan a la vida social, algo realmente innecesario. Hay que destacar un detalle muy significativo de la importancia que tiene este choque en Asturias... Durante la franja horaria del encuentro entre carbayones y sportinguistas, no se jugó ningún partido de los casi 600 equipos que tiene la Federación Asturiana.

Como me comentó mi amigo el presidente del fútbol asturiano, Maximino Martínez, «no recuerdo algo así en los últimos 30 años». Sin olvidarnos de la fotografía que han dejado las dos ciudades durante los noventa minutos, con sus calles casi vacías y los bares llenos para ver el choque por televisión.

Es la prueba más clara de la adrenalina que despierta este duelo futbolístico en el Principado de Asturias, algo que hay que vivir para conocer la dimensión real del sentimiento que desprende. Una fiesta de fútbol muy especial y única, en la que, afortunadamente en esta ocasión, no hay que lamentar incidentes. Todo ha transcurrido por los cauces del civismo y la deportividad. Así debe ser siempre. Hay que dar ejemplo.

¡

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