La «otra» maldición del Cholo

Tanto hablar en el entorno catalanista de la flor de Zidane cuando aquí el único jardín está en Barcelona y lo riega un solo futbolista, Leo Messi, que ha hecho ¡26 goles! a este equipo rojiblanco, pero que ayer hizo méritos más que suficientes para al menos no haber perdido el partido. Pero es lo que hay. Y el Atlético de Simeone, que cuenta en su haber con aquella Liga conquistada en el Camp Nou con un testarazo de Godín, y con el KO que le propinó en Champions, lleva ya una racha muy negativa ante el Barça: once partidos, ocho derrotas, tres empates. Dos últimas finales de Champions ante el Madrid aparte, estamos ante la «otra» maldición del Cholo.

- Gran primer tiempo

El Atlético jugó un primer tiempo estupendo, ganador y sólo el buen momento de Ter Stegen evitó que se adelantara en el marcador. Bien es cierto que también Oblak, que volvía tras su lesión, se estiró en una parada majestuosa a mano cambiada a disparo de Messi. El equipo del Cholo dominó casi todos los resortes del juego, aunque le faltó puntería. Siguió de titular un Gameiro premiado tras su buen partido en Alemania (con enfado doble incluido al ser cambiado, el suyo y el de Griezmann). El ariete francés peleó, pero sin aportar nada en ataque.

- Derrota injusta

El gol del Barça activó los resortes de Simeone, que metió a Torres para formar una doble pareja ofensiva con Gameiro. Tras el empate (el enésimo testarazo de Godín, el «cacique» uruguayo), el técnico retiró ya al ariete galo y volvió a colocar a Griezmann como compañero del «Niño». Todo apuntaba a un empate que quizá habría dejado insatisfechos a los dos equipos, pero... apareció Messi para aumentar ayer injustamente la maldición culé del Atlético, regar la flor de Luis Enrique y el jardín botánico del Barça.