Atlético de Madrid
Otro suicidio del Cholo
Volvió a estar Griezmann en todas porque sigue siendo el «crack» desatascador, ayer con un penalti que le hicieron y que transformó él mismo (0-1). Pero... erre que erre este Atlético que en los momentos decisivos se echa para atrás y pasa lo que pasa. Ya lo hizo en ese «partido cagoncete» que se marcó en el Camp Nou, en el que prácticamente tiró la Liga, y lo acabó de certificar ayer como justo castigo otra vez a una decisión miedosa de Simeone: en el minuto 79 quitó a Griezmann y metió a Gabi, mensaje asustadizo que captó ese dios del fútbol ofensivo que a veces truena y que le castigó dos minutos después con el empate de Ünal. El mismo jugador que en el descuento remató al Atlético con su segundo gol y que provocó el lío final con la expulsión (rigurosa) de Vitolo.
Este cuento se acabó. Ya se había cerrado en el Camp Nou la penúltima página del libro de la Liga, pero ayer este cuento se acabó a nueve jornadas para la conclusión del campeonato. Siempre hay que decir para los críticos insaciables que el Cholo Simeone se ha ganado una y mil veces ese «Ole Ole Cholo Simeone» que le cantan los atléticos. Pero no se puede tapar que más allá de resultados y de una cierta regularidad, este año el técnico argentino se ha mostrado tácticamente más «cobardica» que nunca, salvo partidos puntuales como el del Sánchez-Pizjuán (el de Liga, no el de Copa).
Crimen y castigo. Se adelantó el Atlético con un penalti que para mí lo fue. Un pisotón a Griezmann que el francés no perdonó. Luego vería la tarjeta amarilla, la quinta que le impedirá jugar contra el Deportivo, pero llegar limpio... al derbi del Santiago Bernabéu. Ya para nada más que el orgullo. Y a partir de ahí, pues casi lo de siempre. El Atlético agazapado y luego el cambio del miedo del Cholo. Crimen y castigo del Atlético en Villarreal.
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