Paco, te sobra soberbia

Paco, nadie es incuestionable. Con el cargo van las cargas. Y las críticas son un peaje que tenemos que pagar cuando estamos en el escaparate público y al frente de una institución, sea deportiva o episcopal. Últimamente hay demasiada reincidencia en tus malas contestaciones, con un punto de soberbia que no se corresponde con la persona que conozco desde hace años.

Tu ADN. Siempre has sido temperamental, pero con nobleza. Eso es algo que llevas en tu ADN. Te lo digo con cariño y respeto. El penúltimo capítulo con un periodista canario fue injusto y desproporcionado. Probablemente, buscaba un titular para su medio, pero si le escuchas con calma observarás que no tenía maldad y su tono no era agresivo. Lo que sí estuvo agresivo fue tu respuesta y por eso creo que recapacitaste con él porque la realidad es la que vimos todos.

Otra actitud. Es entendible que tienes un gran reto como el de mantener al querido conjunto grancanario en la élite. Y aún entendiendo que estás sometido a un gran presión, debes reflexionar. Si continúas así, y además asumes también parte de tus errores y eres más autocritico aparte del carácter, será mucho más fácil poder luchar por la permanencia. La realidad es que ahora Las Palmas, sus jugadores y tú mismo, lo tenéis «en japonés», que diría nuestro recordado y admirado Luis Aragonés Todo lo que no sea circular en esta dirección será cerrar una atmósfera irrespirable, tanto fuera como dentro del club. El partido contra el Dépor no dejó sonrisas ni a los blanquiazules ni a tus amarillos. Pero sí a un Paco Jémez serio y con una actitud más diferente ya en rueda de prensa. Ese es el Paco que yo quiero: el del carácter, sí, pero también el del respeto sin crispación.