Setién: mejor con la pizarra que con el micrófono

Llevo semanas, meses, incluso años, sorprendido gratamente con la personalidad que le imprime Quique Setién a sus equipos. Mentiría si digo que ya conocía al Quique Setién del Lugo, pero yo era fan de la UD Las Palmas del entrenador cántabro. Y no voy a decir que soy fan del «Betigüeno» de Setién por que mi padre no me dejaría entrar en su casa, pero me encanta la puesta en escena de sus equipos. Cuando un entrenador tiene las ideas tan, tan claras, como es este caso, y encima tienes la fortuna de que tus jugadores creen ciegamente en tu forma de entender el fútbol, pueden llegar a pasar situaciones como las vividas en el Camp Nou en el día de ayer, donde todo un Barcelona triunfal de Messi fue capaz de doblar la rodilla ante el Betis de Setien, que ha demostrado ser mucho mejor entrenador con la pizarra en la mano que con un micrófono en una sala de prensa.

Daba igual el minuto 3 que el 88. Daba igual que el resultado fuese de empate que ganando con diferencia de uno o de dos goles. Daba exactamente igual, los jugadores de Setién eran siempre los mismos y tenían hiper-mega-ultra claro lo que tenían que hacer con el balón. Y llegado este momento es cuando hay que ponerse en pie y aplaudir al Quique Setién entrenador.

Me gustaría también hacer un apartado especial para Lo Celso. El pasado jueves en «El Chiringuito» exclamaba el Maestro D’Alessandro que el Barcelona tenía que comprar de inmediato al jugador argentino, ante la mirada atónita de tío Josep, que no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando. A buen seguro que esta noche Valverde, y sobre todo Rakitic y Busquets, en algún momento se acordarán del dorsal 21 «der Betigüeno».