Ciclismo

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Y de repente, el «escayolas»

El murciano Rubén Fernández, que llegaba a trabajar para Valverde y Quintana, es el nuevo líder de la Vuelta. Geniez gana la etapa y Contador vuelve a dejarse tiempo en la subida a Ézaro

Rubén Fernández es el inesperado nuevo líder de la Vuelta
Rubén Fernández es el inesperado nuevo líder de la Vueltalarazon

El murciano Rubén Fernández, que llegaba a trabajar para Valverde y Quintana, es el nuevo líder de la Vuelta. Geniez gana la etapa y Contador vuelve a dejarse tiempo en la subida a Ézaro

Rubén Fernández levantaba los brazos al llegar a la meta en el mirador de Ézaro. Por delante había entrado el francés Geniez, ganador de etapa, pero la alegría del murciano de Movistar era por conseguir el maillot rojo de líder. Había llegado a la Vuelta para trabajar para sus líderes, para ayudar a Nairo Quintana y Alejandro Valverde a ponerse de rojo, pero el primer maillot rojo del equipo ha sido para él. Sólo por una cuestión de fuerzas. Rubén, aplicado, asumió su labor de ser el último gregario del equipo, el que impusiera el ritmo más fuerte en la tremenda ascensión al mirador de Ézaro, dos kilómetros interminables con rampas de hasta el 30 por ciento, un camino en el que los ciclistas atraviesan el infierno antes de llegar a la meta. Sólo Chaves aguantaba entre los «extraños», infiltrado entre Rubén y sus dos jefes, Nairo y Alejandro.

Pero ellos tampoco aguantaban y le mandaron parar. Momentos de duda que aprovechó Geniez, el único superviviente de la fuga para apretar los dientes camino de la meta. Ni siquiera tuvo tiempo para abrocharse el maillot para la foto. Llegaba agotado huyendo de los «buenos».

A Rubén le dijeron que probara. «Nunca he pensado en la victoria de etapa», aseguraba. «Iba haciendo la carrera dura por si atacaba Nairo, al final hemos conseguido abrir un poco de hueco y aquí estamos, de rojo», asumía. El reconocimiento llega antes de lo previsto para el joven ciclista de Movistar. Lo suyo era prepararse para el futuro, para heredar la jefatura de Quintana y de Valverde. A los 25 años este murciano de Churra todavía tiene tiempo de esperar, aunque en su carrera ya ha dado pistas de lo que puede hacer. Este año ha sido sexto en el Tour Down Under, en la Vuelta a Polonia y en la Vuelta a Burgos. En 2013 ganó el Tour del Porvenir poco después de haberse roto la clavícula. Pero ni su triunfo en la carrera francesa ni su fichaje por Movistar hicieron que dejara de ser el «escayolas» para todos, el apodo familiar que procede del trabajo de su padre como escayolista y que Rubén mantiene subido a la bici.

La Vuelta es su segunda grande. Hasta ahora sólo había corrido el Giro del año pasado. Pero en las primeras rampas ya ha sido capaz de dejar atrás a Froome y a Contador. El británico, a su ritmo, se recuperó hasta entrar por delante de Quintana junto a Valverde y Chaves. «Se ha visto que llega fresco, ha subido fenomenal el chaval. Es muy joven y está muy fuerte», asegura el colombiano, que sólo es trece meses mayor que el nuevo líder de la Vuelta. «Los segundos perdidos son insignificantes», asegura Nairo. También los de Contador, que se dejó 54 y ya pierde 1:31 con el líder. «Esto es muy largo», dice Valverde. Por si acaso, el «escayolas» se presenta.