Valencia
Horner y el lío padre
A las nueve de la mañana de ayer, la web del «AS» adelantó que la Agencia Española de Protección de la Salud y el Deporte, más conocida por Agencia Estatal Antidopaje (AEA), no pudo efectuar un control por sorpresa a Chris Horner, ganador de la Vuelta, por orden de la USADA (su homónima estadounidense) porque no se encontraba en su hotel de referencia, que era el del equipo. Cierto. La filtración de la noticia propició un duro comunicado del Radioshack, que acusó a la agencia española de la filtración y aclaró el malentendido que horas más tarde los americanos ratificaron, librando de cualquier sospecha a sus colegas españoles. En resumidas cuentas, el lío padre que ni favorece a la Vuelta ni al vencedor, sobre quien durante estas tres semanas han recaído no pocas sospechas.
Todo empezó cuando la USADA pidió a la AEA que, entre las seis y las siete de la mañana de ayer, sometiera a Horner a un control por sorpresa. Dos agentes se personaron en el hotel Princesa de Alcorcón. El recepcionista llamó al mánager del equipo, quien, después de sufrir un leve mareo, indicó la habitación en que se encontraba... Pero en la habitación había otro ciclista, que les dijo que su compañero se había ido con su mujer a otro hotel. Revuelo. En el pasillo aparecen otros dos ciclistas y el médico del equipo, que aclara que el corredor se encuentra en el Ibis, próximo a este establecimiento. Los agentes acuden allí. Agua.
En la madrugada del domingo, Chris comunicó a la USADA que pasaría la noche en el hotel Ciudad de Móstoles, habitación 314. Carmen Higuera, la directora, no puede confirmar si el matrimonio Horner pernoctó en su establecimiento: «Tenemos prohibido facilitar esos datos».
Radioshack mostró los correos electrónicos que Horner remitió a su agencia; pero ésta, «por una cuestión de diferencia horaria», no se lo notificó a la española. El equipo añadía que «la USADA no hizo correctamente su trabajo».
Pudo la AEA acercarse al aeropuerto de Barajas e intentar interceptar a Horner y a su esposa cuando iban a volar hacia Valencia y desde allí a Estados Unidos. Lo evitó para «no montar un pollo». Ana Muñoz, directora de la agencia española, rechaza que haya partido de ella la filtración, «cuando había hasta ocho personas al tanto de lo sucedido con el deportista». En su descargo, aportó el «e-mail» que recibió de la USADA exculpando a su departamento y al ciclista de cualquier anormalidad. «El señor Horner actualizó correctamente la información sobre su paradero antes de que se intentara realizar el test, pero cuando la información fue recibida en Estados Unidos, el agente de control de dopaje AEA en España no pudo recibir la información actualizada antes de llegar al hotel. Esto no se considera un análisis fallido y ninguna de las organizaciones antidopaje proporcionó información de la situación a los medios de comunicación. USADA tiene una fuerte relación de colaboración con la AEA y le da las gracias por su colaboración para proteger la integridad del deporte y los derechos de los atletas limpios».
Horner pasará el control en su país, ya sin sorpresa.
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