Operación Puerto
Las mentiras de Eufemiano
La fiscal encuentra doce diferencias entre sus declaraciones ante la Guardia Civil, en el juzgado de instrucción y en el juicio
Eufemiano Fuentes no mantiene un discurso uniforme. El hombre que aparenta controlar todos sus actos y los de sus socios cambian la versión en cada interrogatorio. Entre la primera declaración ante la Guardia Civil, la posterior en el juzgado de instrucción número 31 y la definitiva en el juicio el pasado ha cambiado. Los hechos difieren y la abogada del Estado, Lucía Pedrero, pretende que todas las declaraciones del principal imputado en el juicio sean tenidas en cuenta. Ha encontrado doce diferencias, que pueden ser hasta 13 porque la última se desdobla. "Tiene derecho a mentir, a faltar a la verdad y a no declarar contra sí mismo", asume la abogada del Estado, pero no quiere que se desprecie ninguna declaración.
Éstas son las mentiras de Eufemiano según la abogada del Estado:
1-Nunca trató a Isidro Nozal ni a Jesús Manzano.
Nozal aseguró en su declaración que fue Eufemiano Fuentes el que se puso en contacto con él a iniciativa de Manolo Saiz. El ex director del Liberty de la ONCE pide al doctor que se haga cargo de la "preparación"de su corredor después de quedar segundo en la Vuelta de 2003 por detrás de Roberto Heras. Nozal admite que le hizo extracciones de sangre, aunque nunca pagó por ello.
Jesús Manzano aportó la tarjeta sanitaria de la UCI de la temporada 2003 con apuntes de Eufemiano Fuentes.
2- Los arcones frigoríficos en los que guardaba las bolsas de sangre tenían un sistema de control y seguridad para mantener la temperatura siempre constante.
El propio perito citado por la defensa, el doctor Rico Revuelta, admite que los frigoríficos no estaban homologados para el uso sanitario. El fabricante ofrece la posibilidad de incluir un equipo de seguridad, pero el doctor Fuentes no lo compra. La Guardia Civil reconoce que no había ningún sistema de control de la temperatura. El doctor Merino Batres declara ante el juzgado de instrucción que en los centros de transfusión sí había termógrafos que permitían mantener la temperatura de la sangre constante a pesar de que hubiera cortes de suministro eléctrico o averías, pero que ese sistema no existía en el piso de Alonso Cano donde guardaban la sangre.
3- Hacía extracciones de sangre para rebajar el hematocrito de sus "pacientes".
Las pocas analíticas encontradas en el registro no se ve que la tasa de hematocrito sea especialmente elevada. Sólo en uno de los casos hay un ciclista que supera el 50 por ciento (51,1), un nivel no autorizado por la UCI, pero que para los médicos está dentro de los parámetros normales, que oscilan entre el 42 y el 52. La tasa, en cualquier caso, no justifica la necesidad de una extracción sanguínea para rebajarla.
4- Hacía analíticas a sus "clientes"antes y después de las extracciones.
Según el doctor, se controlaba la tasa de hematocrito, pero apenas se encuentran analíticas que lo demuestren. El doctor Rico Revuelta reconoce que no las encuentra. Tyler Hamilton dice que nunca se le hicieron análisis antes de los "tratamientos"y Jörg Jaksche asegura que sólo en dos ocasiones de las quince aproximadamente en que visitó a Eufemiano.
5- "No sabía que el glicerol era de uso hospitalario".
El gicerol es el conservante que se añade a los concentrados de hematíes y el plasma. Fuentes asume en sus declaraciones que es un producto que se encuentra en los centros de transfusión, que son centros hospitalarios. En una conversación con Merino Batres asegura que tiene un amigo en Alemania que puede conseguirlo en el hospital. A Marcus Choina, su amigo alemán, le dice que en España es sólo de uso hospitalario.
6- No se hacía transfusiones a los ciclistas cuando estaban en carrera.
Jörg Jaksche asegura que Marcus Choina le hace una reinfusión en el Tour. Tyler Hamilton asegura que en el Tour de 2004 también recibe una que le produce una reacción adversa. Y Jesús Manzano cita una transfusión en la etapa de Asturias en la Vuelta 2003.
7- Habla en jerga por temor a que la prensa le pinche el teléfono.
Dice que le sucedió ya en 2001 y que lo denunció, pero no aporta pruebas de que se le interviniera el teléfono en esa fecha. No vale sólo con sus manifestaciones. Se le oye en algunas conversaciones decir que sospecha de que estaba intervenido. Manda saludos a la gente que le está escuchando y dice en ocasiones: "por este teléfono, no", "llámame al otro"o "llámame al fijo".
Otro de los acusados, Ignacio Labarta, dice que mantenían sus actividades en secreto porque eran ilícitas. Dice que la UCI prohíbe la autotransfusión. Jaksche dice que Fuentes tenía miedo a la Guardia Civil y a la prensa. El miedo a la Guardia Civil está justificado porque su actividad era ilegal y lo sabía.
Merino Batres señala en su declaración que tiene conciencia de haber cometido una falta de la que no se siente orgulloso. Añade que en el laboratorio trabaja su familia y que no quería "mezclarla con algo ilegal". Siente "vergüenza y arrepentimiento"por sus actos "fuera de la ética profesional".
8- Los nombres en clave los conocían y los podían identificar tanto él como Merino Batres.
Merino Batres reconoce ante la Guardia Civil que hizo extracciones a deportistas de élite, siempre a través de Eufemiano Fuentes. A veces se registraban con números o motes que se anotaban en la bolsa. Merino asegura que conocía a alguno de los deportistas, como Roberto Heras, pero en pincipio eran anónimos para él. "Tenía que preguntarles si el código anotado en la bolsa coincidía con el suyo". Fuentes asegura que tenía todas las correspondencias de números y apodos anotadas en una libreta y que Merino Batres poseía una igual. La libreta, sin embargo, no consta entre el material incautado y la Guardia Civil asegura que no la vio.
9- Conservaba la sangre de los deportistas para otras utilidades que no tenían que ver con la práctica deportiva, como accidentes u operaciones.
El doctor Rico Revuelta alude en su informe a personalidades importantes que tienen su sangre congelada. Dice que puede ser una práctica muy útil para deportes de riesgo. Pero es sólo una especulación. Cuando se le pregunta si le consta alguna personalidad que tenga su sangre congelada dice que no. Eufemiano Fuentes añade que no hacía las extracciones para eso, pero que las bolsas podían ser utilizadas en caso de accidente o enfermedad.
10-Informaba verbalmente a los "pacientes"sobre el riesgo de las transfusiones.
No consta ningún consentimiento por escrito de sus "pacientes". Rico Revuelta reconoce que no los hay. Jörg Jaksche asegura que nunca firmó nada ni se le informó de los posibles riesgos. Lo mismo aseguran Ivan Basso, Isidro Nozal, Jesús Manzano y Tyler Hamilton.
11-Algunas bolsas fueron dañadas por la Guardia Civil.
Las bolsas se transportaron guardando la cadena de frío con el método adecuado, conservadas en nieve carbónica. El doctor Jordi Segura, coordinador del centro que conserva las bolsas en Barcelona, asegura que las bolsas congeladas llegaron en buen estado de congelación. Si hubiera habido deterioro, lo habrían notado y se habría consignado en el informe.
Eufemiano Fuentes asegura que la hemólisis, la liberación de hemoglobina producida por la rotura de los glóbulos rojos que invalida las bolsas de sangre para transfusiones, se puede apreciar a simple vista. Elena Franco, directora del Centro de Transfusiones de Sevilla, afirma que sólo puede apreciarse a la vista en casos muy graves de deterioro. La conclusión de la abogada del Estado es: "Si el único control que hacen es a simple vista, pueden equivocarse fácilmente".
12- "Nunca he puesto en peligro la salud de los deportistas y siempre he velado por ella".
El perito de la defensa, el doctor Rico Revuelta, afirma que la separación del plasma y el concentrado de hematíes era sencilla porque lo hacían las máquinas de las que disponían Eufemiano Fuentes y Merino Batres. Elena Franco asegura que hay un procedimiento y que no hay riesgos siempre que se cumpla. Roberto Roig, del Centro de Transfusiones de Valencia, dice que la congelación de hematíes es un proceso complejo y no lo cree al alcance de una clínica pivada. La perito Mari Carmen Abad Luna asegura que el proceso deben controlarlo hematólogos en centros sanitarios. Rico Revuelta acaba reconociendo que la hemodonación es segura siempre que se cumplan las normas y admite que no se cumplían las normas administrativas y médicas, lo que supone un riesgo para la salud.
"Lo que hemos oído en las conversaciones grabadas es escandaloso", dice la abogada del Estado. El 12 de mayo de 2006, Fuentes pregunta a Merino Batres si puede engañar a la máquina, si puede reutilizar el glicerol o si pueden ellos mismos fabricarlo. Reconoce que utiliza una botella con restos que no está esterilizada. En una conversación posterior con Ignacio Labarta, le dice: "He engañado a la máquina, he hecho mil trampas". Eso entraña un riesgo para la salud al reinfundir la sangre y se pueden producir reacciones adversas como las que narran Jesús Manzano, Jörg Jaksche y, especialmente, Tyler Hamilton, que recuerda que su orina era de un color oscuro tras una reinfusión y que dio positivo por una transfusión homóloga (sangre de otra persona), algo que sólo se explica por que le pusieran una sangre que no era la suya. "No se murió de milagro por un 'shock' anafiláctico", dice la abogada del Estado.
Otro de los peritos, el profesor Cabrera, asegura que por encima de niveles de 12 en la hemoglobina las transfusiones son un riesgo. En todas las analíticas encontradas, la hemoglobina superaba esa tasa.
Dice que velaba por la salud de los deportistas, pero la única razón que justifica las transfusiones es el incremento del rendimiento deportivo. Son deportistas sanos, jóvenes, que están en lo mejor de su carrera. Las autotransfusiones son técnicas de dopaje prohibidas por la UCI y por la AMA. Lo reconoce Ignacio Labarta y testigos como Jaksche, Ivan Basso o Tyler Hamilton. Los peritos señalan que detrás de estas prácticas sólo está la búsqueda del incremento del rendimiento deportivo. El doctor Rico Revuelta, -"que para ser el perito de la defensa, nos está sirviendo más a las acusaciones", dice la abogada del Estado- afirma que la reinfusión de sangre sólo es recomendable cuando hay una patología, cuando hay un enfermo.
Se trataba sólo de hacer trampa en el deporte.
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