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Supercopa: Volvió el Madrid campeón

Después de una pretemporada más bien floja, los de Zidane recuperaron su versión más competitiva y lujosa para apuntarse el primer título del curso. El United de Mou siempre se sintió inferior

El Real Madrid celebra con el trofeo de la Supercopa tras la victoria 2-1 ante el Manchester United
El Real Madrid celebra con el trofeo de la Supercopa tras la victoria 2-1 ante el Manchester Unitedlarazon

Después de una pretemporada más bien floja, los de Zidane recuperaron su versión más competitiva y lujosa para apuntarse el primer título del curso. El United de Mou siempre se sintió inferior

Se acabaron las vacaciones y volvió el Real Madrid campeón. El descanso veraniego y la pretemporada sólo han sido un paréntesis para este equipo, que no falla en los momentos importantes. Había dejado malas sensaciones en la gira por Estados Unidos, con poca intensidad en defensa y falta de fluidez en ataque, pero fue llegar a Macedonia, oler el primer título del curso y surgir una buena versión del conjunto blanco. Por momentos, fue fantástica y bien lo sabe el Manchester United, asfixiado durante un buen rato en la primera parte. No salían de su campo los de Mourinho, ni tenían opción de probar a Keylor. Fue mucho después, con las manecillas del reloj bien metidas en la segunda parte cuando los «red devils» incomodaron al Madrid. Se encomendó el técnico portugués al balón largo en busca de los rizos de Fellaini y la velocidad de Rashford. Con el plan más sencillo encontró el United el gol, que pudieron ser dos si Lukaku no hubiera mandado un remate fácil a las nubes y Rashford hubiera tenido más clarividencia ante Keylor Navas.

El costarricense sacó una mano salvadora para evitar el empate, algo que no pudo hacer en el único tanto inglés. Le pegó duro Matic desde lejos y el rechace, esta vez sí, lo embocó Lukaku con más delicadeza que fuerza, como pedía la jugada. Hasta ahí llegó el United, inferior a su rival toda la noche. Dominó el Madrid, que se gustó con la pelota, estuvo firme atrás y volvió a tener a Casemiro como punto de apoyo. Al brasileño le gusta el protagonismo en los días grandes y no sólo con el trabajo oscuro que se le presupone. El centro del campo era territorio conquistado para los blancos y «Case» se atrevió a más: a subir unos metros la presión, robar más arriba e incluso rematar. Después de un córner estrelló un cabezazo en el travesaño y más tarde pisó los terrenos del delantero centro para abrir el marcador. Ganó la espalda a la defensa y conectó a gol un centro de Carvajal como el mejor de los «cazagoles».

Casemiro es uno de los termómetros del Madrid y si él mira hacia arriba es que el grupo está cómodo. Vaya si lo estaba el Madrid, que puso colorado al United en algunas fases a base de tocar y tocar. Con este panorama no tardó en animarse Isco, que pedía el balón en la frontal del área, se paraba y se ponía a pensar. Se ha ganado la condición de titular, aquella por la que se quejaba a comienzos del curso pasado. Entonces se lo impedía su irregularidad, pero hizo una segunda parte de temporada extraordinaria y el parón veraniego no le ha quitado la inspiración. El malagueño se asoció con Benzema y Bale para cerrar el partido con un golazo que confirma que este Madrid de Zidane sabe jugar bonito. Se habló mucho de la flor del francés, pero poquito a poco le ha ido dado una identidad al juego: la suya como entrenador, que tiene algo de practicidad y también una parte vistosa.

Se cansó Bale de intentar hacer cosas y le salieron muchas, aunque ninguna rotunda. No termina de sentirse del todo feliz con su juego, pero no se rinde en busca de aquella versión excepcional de antes de su última lesión larga. Jugó de espaldas, tiró mil desmarques y en uno de ellos se encontró solo delante de De Gea. El problema fue que el balón le cayó en la pierna derecha sin forma de cambiar el perfil para darle con la buena. Optó por la potencia en el remate y el balón se le fue, como a Casemiro en la primera mitad, al larguero. No había tenido premio jugando al espacio, lo que a él le gusta, así que demostró que también sabe hacer cosas cuando el margen es estrecho y la velocidad baja. Isco lo encontró dentro del área y el galés le devolvió una pared de forma exquisita. Tic, tac e Isco ante De Gea. A él si le vino perfecto para un golpeo con la derecha y lo que hizo fue acariciar el balón junto al palo largo del guardameta español.

Era el premio a la superioridad del Real Madrid, que merecía un mayor margen en el marcador y no pasar apuros en los minutos finales. Pero es que también sabe este Madrid guardar el resultado. Entre el parón de hidratación y una brecha de Fellaini, el choque se fue a los siete minutos de alargue, pero nunca sintieron los blancos que se les podía escapar el primero de los seis títulos a los que optan. La fragilidad de pretemporada se transformó en la autoridad del campeón, que esperó a que hubiera algo en juego para ganar su primer partido. Antes, no hacía falta.

- Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Marco Asensio, m.74); Bale (Lucas Vázquez, m.74) y Benzema (Cristiano Ronaldo, m.83).

1 - Manchester United: De Gea; Valencia, Smalling, Lindelof, Darmian; Ander Herrera (Fellaini, m.56), Matic, Pogba, Mkhitaryan; Lingard (Rashford, m.46) y Lukaku.

Goles: 1-0, m.24: Casemiro. 2-0, m.52: Isco. 2-1, m.62: Lukaku.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó a Carvajal (84) y a Ramos (85) por el Real Madrid; y a Lingard (41) y Rashford (94) por el Manchester United.

Incidencias: final de la Supercopa de Europa disputada en el Nacional Arena Felipe II, lleno, ante 33.460 espectadores.