Rayados de Monterrey se despidió del Mundial de Clubes de la FIFA tras caer ante el Borussia Dortmund en los octavos de final. El conjunto mexicano mostró carácter y ambición ante uno de los equipos más potentes del torneo, pero el doblete de Serhou Guirassy en la primera parte resultó determinante. Aunque Germán Berterame recortó distancias al inicio del segundo tiempo, la reacción no fue suficiente.

Sergio Ramos, capitán y referente de Rayados, fue nuevamente uno de los jugadores más destacados del equipo. El central español, que disputó cuatro partidos en el torneo y marcó un gol —de cabeza ante el Inter de Milán—, se quedó a las puertas de un duelo muy especial ante su exequipo, el Real Madrid. Finalmente será el Borussia Dortmund quien se mida con el conjunto blanco en los cuartos de final, este sábado a las 22:00 horas (hora española).

El camino de Rayados en la fase de grupos fue notable. Finalizó en segunda posición, solo por detrás del Inter. Empató 1-1 ante el equipo italiano, volvió a igualar 0-0 con River Plate y cerró con una goleada 4-0 sobre Urawa Red Diamonds, resultado que le permitió avanzar a la fase final.

Tras la eliminación, Ramos compareció ante los medios con serenidad y orgullo. Aseguró que el equipo se va con la conciencia tranquila por haber competido bien, aunque lamentó no haber podido avanzar más lejos. “Hay veces que en el fútbol las cosas no salen como uno quiere. Es una pena irte de un Mundial de Clubes, de una competición, aunque nos sentimos orgullosos”, afirmó.

El defensor hizo un balance positivo del torneo, subrayando que esta experiencia servirá al grupo para seguir creciendo. “Nos tocó abandonar esta competición, sin embargo, nos servirá para seguir creciendo como equipo. Nos vamos con la cabeza bien alta”, recalcó.

También destacó el crecimiento del fútbol mexicano y su capacidad para competir frente a equipos europeos: “El fútbol mexicano está creciendo. Hay talento y, como he dicho en otras ocasiones, muy equiparable a las grandes ligas, aunque están en un proceso”.

Uno de los momentos más significativos del partido llegó en el tiempo añadido. En el minuto 90+3, Ramos tuvo la oportunidad de empatar con un cabezazo tras un preciso centro de Erick Aguirre. La pelota rozó el poste, mientras el portero suizo Gregor Kobel solo pudo mirar. Esa acción pudo haber mandado el duelo a la prórroga, pero el gol nunca llegó.

Con el Mundial de Clubes ya en el pasado, Rayados regresará a la Liga MX el próximo 14 de julio en su debut del torneo Apertura ante Pachuca. Aunque no lograron avanzar más allá de los octavos, el equipo de Monterrey dejó una buena imagen internacional y reforzó su ambición competitiva.

Sergio Ramos, por su parte, cerró una actuación digna, con liderazgo, carácter y rendimiento. Su presencia en Rayados continúa dejando huella, y su paso por el torneo refuerza la apuesta del club por competir en la élite del fútbol internacional.