Selección Española
El ejemplo de Aduriz
A los 35 años vive su mejor momento como futbolista. El secreto, según Lopetegui, es cuidarse y poner pasión en lo que hace.
A los 35 años vive su mejor momento como futbolista. El secreto, según Lopetegui, es cuidarse y poner pasión en lo que hace.
El último partido de Aritz Aduriz con la Selección antes de que lo llamara Julen Lopetegui fue especialmente doloroso para él. España cayó eliminada en la Eurocopa ante Italia y él sólo pudo jugar 36 minutos. Sustituyó a Nolito en el descanso, pero no pudo terminar el partido por culpa de un golpe en el costado. Se marchó con una lesión muscular y la sensación, quizá, de que la Selección se había acabado para él.
Tenía 35 años, cumplirá 36 en febrero, y la idea del nuevo seleccionador era formar un equipo que llevara a España hasta el Mundial de 2018 en Rusia. La pasada había sido su mejor temporada, pero en su contra pesaban los años y la competencia. Lopetegui confió desde el principio en Diego Costa y en Morata, con el que ya ganó la Eurocopa sub’21 en 2013. Pero en la tercera convocatoria, el nombre de Aritz volvió a escucharse en la sala de prensa de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. En dos días había marcado cinco goles con el Athletic ante el Genk en la Liga Europa, había sido padre de una niña y había regresado a la Selección. Remató la racha con un gol ante Macedonia, el cuarto.
Aduriz es más veterano que Villa y Torres, los dos delanteros de la era triunfal de la Selección española, pero ha ocupado el lugar que dejaron ellos después del Mundial de Brasil en 2014. «En esta profesión, como en otra cualquiera, cuidándose y poniendo pasión por lo que se hace, se consigue llegar a su edad con un rendimiento óptimo. Es un grandísimo ejemplo para cualquier deportista», aseguraba ayer Julen Lopetegui.
El seleccionador incluyó a Aduriz en la lista animado por las molestias de Diego Costa, que finalmente le obligaron a marcharse de la convocatoria y por su buen momento con el Athletic. «Estaba decidido a llamarlo antes de marcar cinco goles», explicaba al anunciar la convocatoria. «Nos da alternativas, otras soluciones. Cada jugador, arriba, es diferente, pero todos casan con la manera que tenemos de atacar. Aritz mantiene sus condiciones físicas y tácticas intactas y él transmite que cada vez está mejor», añadía.
La carrera de Aduriz no ha sido sencilla. Se crió en el Antiguoko, el mismo club de San Sebastián del que salieron Xabi Alonso y Mikel Arteta, pero acabó en la cantera del Athletic. De allí salió por la puerta de atrás camino del Burgos. El Valladolid le dio la oportunidad de jugar en Primera y de regresar al Athletic, que volvió a dejarlo escapar. Mallorca y Valencia fueron sus pasos previos al regreso definitivo a San Mamés para sustituir a Fernando Llorente. Una carrera larga y movida para un futbolista que de pequeño apenas veía fútbol. En su familia no había afición y a él le motivaba más escaparse a la montaña, pero le encantaba jugar. Por eso no guarda muchos ídolos de infancia, las referencias tuvo que buscarlas después cuando quiso esforzarse aún más por aprender el oficio de goleador.
Después de tantas vueltas, hoy puede jugar con España en Wembley. «Es un templo, lo tenemos mitificado y jugar allí va a ser un lujo», confesaba hace unos días. La competencia en el equipo no le asusta. «Es buenísima», dice, y asegura que él sigue limitándose a hacer su trabajo.
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