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Real Madrid

El lugar donde Di María fue feliz

Di María, en el entrenamiento de ayer del PSG en el Santiago Bernabéu larazon

El argentino vuelve al Bernabéu, de donde reconoce que guarda muy buenos recuerdos. Blanc le pide que no le paralice la emoción.

«Fueron años muy lindos. Recibí, en mi último partido, una ovación muy linda del público del Bernabéu que nunca imaginé recibir. Es un recuerdo bonito que guardo», decía Di María en una entrevista a BeINSport acerca de su vuelta al Santiago Bernabéu. El argentino guarda una colección de recuerdos que convierten el partido de hoy en algo muy especial para él, quizá demasiado. Por eso ayer Blanc le pidió inteligencia emocional para no dejarse llevar por los recuerdos. «Puedo decir que juega. Seguramente empiece. Será un partido especial para él, pasó mucho tiempo y se le aprecia mucho. Espero, para él y para nuestro equipo, que no entre con mucha presión hay que estar preparado y centrado, pero no demasiado». Va a ser complicado. En el Bernabéu, Di María vivió ovaciones, pero también polémicas, como el día en que se marchó «acomodándose», que tanto dio que hablar. Vivió mucho y se marchó porque el club no quería pagarle lo que otros sí le pagaban. Después, en el Manchester United no logró adaptarse. Sufrió con Van Gaal y tuvo más de un ataque de melancolía.

Apenas guarda recuerdos profesionales de su paso por la Premier. En cambio, el Madrid... «La Décima fue un momento inolvidable. Fue un sueño hecho realidad. No sólo ser elegido el mejor jugador de la final, sino también el hecho de ganar la ‘‘Champions’’, algo que todo jugador quiere lograr», ha recordado el jugador en una entrevista en la UEFA. Han pasado los años, pero ahí sigue la memoria: «Fue un partido muy, muy emocional. Estuvimos cerca de perderlo pero al final ganamos. Fue una locura lo que pasó. Es un recuerdo muy bonito que estará en mi mente el resto de mi vida». Blanc le insistió ayer para que esa emoción no pueda con su profesionalidad. «Espero que tenga la concentración justa, la actitud y las ganas y la posibilidad de aportar lo que ha de aportarnos. Es importante para nuestro equipo y necesita estar a la altura». En el partido de París el argentino fue intrascendente, perdido en la banda y sin ningún peso en el equipo. Hoy probablemente querrá hacer algo más, que se le vea, que se le recuerde allí donde fue tan feliz.