Champions League

Lisboa

El mundo espera al Madrid

Ramos y Cristiano entran en el entrenamiento por delante de Ancelotti
Ramos y Cristiano entran en el entrenamiento por delante de Ancelottilarazon

El Mundialito es el último reto del año

Decía el entrenador de San Lorenzo, Bauza, que no hay nada mejor para motivar a sus jugadores que recordarles dónde están y lo que les ha costado llegar a la final que decide al mejor del Mundo. El Madrid hace memoria de cómo ha llegado. De cómo corrió Bale por el césped de Mestalla, frente a Bartra, que no podía con el dolor ni con la impotencia, ante la mirada de un Tata Martino que, con los brazos en jarras, gritaba sin tener muy claro a qué o a quién. Sin saber aún que en esa carrera del galés comenzaba su despedida del conjunto azulgrana. De cómo corrió Bale tras un remate de Di María en Lisboa, cuando a todos los demás les vencía el cansancio de los más de noventa minutos anteriores y saltó con la seguridad de que tras el verano de 2013 no se equivocó al dejar de entrenar con el Tottenham y fichar por el Madrid. Y de cómo remató también Bale a placer, de cabeza. «Parezco Alan Shearer», dijo después, el pase de Ronaldo en la semifinal del Mundialito.

El Madrid cierra hoy un 2014 que ni en sus sueños con los ojos abiertos había esperado tan bueno. Y en los recuerdos con los que tendrá nostalgia de lo vivido cuando pasen los años, siempre aparece una imagen del galés, decisivo cuando llegan los momentos importantes. Hoy es el último encuentro que le queda al conjunto español para cerrar a lo grande un año triunfal, y lo más lógico sería apostar por un gol de Gareth Bale. Si hay alguien atento a las grandes citas para dejar su huella es él. O de él, o de Cristiano Ronaldo, «feliz» en Marruecos y hambriento por marcar el tanto que no hizo en la semifinal.

San Lorenzo, ayer, en la previa del choque, le puso todo el entusiasmo del mundo, empujado por una afición (8.000 hinchas) que ha recorrido miles de kilómetros para llegar aquí y que con eso intenta disimular su diferencia de calidad. «Sabemos de las dificultades de la final, de las grandes individualidades del rival, pero estamos ilusionados de hacer un buen partido y sentirnos orgullosos de cuando entremos al vestuario vernos las caras sabiendo que lo hemos dado todo», decía ayer Bauza, el entrenador, pero poco va a poder hacer contra las dos mejores armas blancas: «Un entrenador no necesita una charla motivacional en este tipo de partidos. Puede crear demasiada presión y los jugadores necesitan ideas claras en el campo. Es más importante una charla técnica clara», explicó ayer Carlo Ancelotti, que estaba más tranquilo que ninguno. Como siempre. Como ha repetido antes de los grandes partidos que ha ido disputando el Madrid bajo su mando, lo importante es la tranquilidad.

El equipo ha vivido más que relajado en Marrakech, aislado en su hotel y entrenando sin ninguna molestia junto al estadio del partido. Es imposible pasar si no se tiene acreditación: totalmente vallado y con guardias separados por apenas cinco metros.

Ayer, durante el primer rondo del último entrenamiento, los jugadores bromeaban y se reían en alto. Son conscientes de que han llegado a un momento que tienen que vivir como si fuera irrepetible: «Ojalá pasemos a la historia. Una época la marcan las estadísticas, los récords y los títulos. Estamos viviendo un momento único. Me siento un privilegiado porque estoy en el mejor equipo del mundo y todos estamos muy contentos con la llegada de Ancelotti y todo lo que está haciendo», explicaba ayer Ramos.

El defensa es la última duda que resolverá Ancelotti horas antes del encuentro, pero ayer, el futbolista estaba loco por jugar, sin pensar en posibles consecuencias y completó todo el entrenamiento. La otra posición que no estaba clara, la de James, la resolvió ayer Ancelotti al asegurar que contaba con él. El Madrid vive tiempos felices, mientras, en el otro lado, los defensas de San Lorenzo se han pasado los días respondiendo cómo se puede defender a un ataque tan demoledor. «Contra el Real Madrid vamos a esperar atrás», aseguró ayer Bauza. No quiere dar espacios a un Madrid, que vive cómodo si le dejan huecos para correr. Un equipo con Cristiano Ronaldo con ganas y con Gareth Bale listo para su cita.

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Kroos, James, Isco; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

San Lorenzo: Torrico; Buffarini, Yepes, Kannemann, Más; Ortigoza, Mercier, Kalinski; Gonzalo Verón, Barrientos y Cauteruccio.

Árbitro: Walter López (Guatemala).

Estadio y hora: Gran Estadio de Marrakech, 20:30 (Telecinco).