LaLiga Santander
El Sevilla, colista de la liga, cumple un año sin ganar fuera de casa
El Sevilla, colista de la Liga BBVA con sólo dos puntos, lleva un año entero sin vencer fuera de casa, con un paupérrimo botín de seis empates y trece derrotas acumulado en diecinueve partidos, y ha firmado su peor inicio liguero desde hace 55 años, cuando en la 1958-59 sumó un punto en cinco jornadas.
Con su derrota en Mestalla (3-1), el Sevilla, que no era colista desde hace trece años, en la campaña de su último descenso a Segunda (1999-2000), redondeó esta nefasta estadística que ha encendido las alarmas en el sevillismo, aunque el presidente, José María del Nido, aboga por mantener la tranquilidad para revertir esta situación.
El año que el Sevilla lleva sin ganar como visitante se cumple justamente mañana, ya que la última vez que lo hizo fue en Riazor el 24 de septiembre de 2012, en la quinta jornada de la última campaña, cuando el equipo entonces entrenado por Miguel González 'Míchel' se impuso al Deportivo (0-2) con goles de Negredo y del croata Rakitic.
A partir de ahí, el conjunto hispalense perdió once encuentros y empató cinco a domicilio hasta la conclusión de la pasada temporada, en la que al final acabó noveno merced a que en su estadio sumó 40 de los 50 puntos con los que acabó la liga, frente a sólo 10 fuera.
Aquel único triunfo, a la postre, como foráneo en La Coruña fue un espejismo, pues luego, contando únicamente sus partidos fuera, perdió cuatro seguidos (Celta, Zaragoza, Athletic y Atlético) y, tras empatar a dos en el campo del Espanyol, volvió a caer ante Real Sociedad (2-1) y Valencia (2-0), tras lo que Míchel fue destituido.
Sin embargo, la llegada de su actual técnico, Unai Emery, no mejoró la trayectoria del Sevilla como visitante, sino que incluso empeoró, ya que con el madrileño el equipo logró seis puntos en diez salidas y con el vasco, cuatro en nueve.
Así, Emery enlazó cuatro derrotas fuera de casa ante Real Madrid (4-1), Barcelona (2-1), Mallorca (2-1) y Levante (1-0), a las que les siguieron tres empates consecutivos a domicilio frente al Betis (3-3), Valladolid (1-1) y Málaga (0-0), y un nuevo encuentro perdido como visitante ante Osasuna (2-1).
Con el guipuzcoano de nuevo en el banquillo sevillista, la misma maldición le persigue en la presente temporada lejos del Ramón Sánchez Pizjuán, pues el equipo sigue siendo incapaz de ganar fuera y acumula un empate, en el feudo del Levante (0-0), y dos derrotas, primero ante el Barcelona (3-2) en el Camp Nou, donde no le sirvió de nada dar una buena imagen, y la última en Mestalla (3-1).
Al cumplirse un año completo sin vencer como visitante, estos datos del Sevilla no eran tan malos desde la temporada 1999-2000, en la que no logró ganar ningún partido fuera de su estadio en la liga y acabó con el descenso a Segunda.
Además, el conjunto entrenado por Emery, cuya plantilla sufrió una revolución el pasado verano dada su profunda renovación, no tenía un peor comienzo de liga desde hace 55 años, cuando en la campaña 1958-59 el Sevilla sumó en las cinco primeras jornadas un solo punto, frente a los dos que lleva ahora.
El equipo estaba dirigido por Janos Kalmar y no ganó hasta la sexta jornada (4-0 al Real Oviedo), pero luego encadenó dos derrotas y el húngaro fue destituido al sustituirle José Antonio Ipiña, hasta que en la recta final el dúo Campanal-Encinas se hizo cargo del banquillo para eludir el descenso y terminar quintos por la cola.
Al igual que ocurrió en aquella sexta jornada de liga en 1958, los sevillistas están ahora obligados a lograr la victoria el miércoles en la visita del Rayo Vallecano al Pizjuán si no quieren complicarse aún más su nefasto arranque.
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