España
Así jugó España
Así jugó España los octavos de final de la Eurocopa 2016, ante Italia, en el estadio Saint Denis:
David de Gea (5): mantuvo su línea en el torneo. Salvador con paradas decisivas pero irregular al no cerrar un gran partido por un error que costó un gol imposible de levantar. No blocó la falta por su palo ni despejó hacia un lateral; dejó el balón muerto donde nunca debe dejarlo un portero y dio a Italia el premio que buscaba. Arrancó el partido con gran parada a remate ajustado de Pellé y otra a Giaccherini en una jugada que luego fue anulada. Sí valía el disparo del italiano en una acción en la que voló y sacó el balón de la escuadra a mano cambiada que pudo sentenciar al borde del descanso. Con España volcada en el segundo acto fue decisivo. Aguantó y ganó el mano a mano con Éder, evitó todas las acciones de peligro hasta que en el añadido fue fusilado a placer por Pellé.
Juanfran (4): Sufrió por segundo día consecutivo. Si ante Croacia fue Perisic el que le amargó el día, frente a Italia se vio superado por la falta de ayudas en momentos puntuales en los que Giaccherini cayó a su banda y se sumó a la velocidad de De Sciglio. Impreciso con el balón por momentos, ralentizó el juego por la falta de movimientos. Acabó dejando algún buen centro pero su esfuerzo no tuvo recompensa.
Piqué (6): Fue el único que se salvó de la quema en defensa y también sufrió de lo lindo ante los dos puntas italianos. Le tocó bailar con Éder y aunque sufrió en velocidad estuvo acertado en varias acciones al corte. Firme en el balón aéreo. En sus botas estuvo el empate. Primero con un zurdazo a los 77 minutos y con la más clara del partido para España, en el 90, cuando el balón muerto le cayó y lo tocó con calidad, pero se encontró con la parada de Buffon.
Sergio Ramos (3): Su imagen mostró el sufrimiento de España en cada ataque de Italia. Superado cuando Pellé fijó la marca, cometiendo la falta al borde del área que costó el primer gol por llegar tarde al intentar anticiparse y superado en velocidad en los contraataques del rival. La selección añoró su versión alejada del poderío que siempre ejerce en el centro de la zaga. Intentó compensarlo en ataque pero una vez más se marcha de una fase final con la Roja sin marcar. Falló el penalti ante Croacia que cambió el, rumbo de todo y los testarazos que tuvo ante Italia fueron les faltaron precisión.
Jordi Alba (3): Todas las opciones que ofrecía en cada partido a España en su lateral, el izquierdo, desaparecieron en los octavos de final. No creó peligro con ni una sola subida y no aportó en defensa. Cuando se incorporó, sus desmarques no encontraron la precisión en el pase de los centrocampistas. Perdió el duelo en banda con Florenzi y las caídas a su zona de Parolo.
Sergio Busquets (4): Estuvo perdido en uno de los partidos que más le costó aparecer para dar equilibrio o para sacar el balón limpio en las jugadas. No dio a basto para las coberturas, sin saber donde acudir a tapar los agujeros del equipo, superado ante la presencia italiana con más hombres en cada acción ofensiva. Su figura es imprescindible para el equilibrio de España y la falta de él se comenzó a fraguar en el centro del campo.
Iniesta (5): Su brillantez ante la República Checa y Turquía desapareció ante Croacia y no reapareció contra Italia. Tiró de orgullo para intentar levantar a la selección española de la lona pero no estaba en el mejor escenario para su fútbol. Se chocó de frente con la dureza italiana, el marcaje en ayudas cada vez que apareció en zona de peligro. Solo cuando retrasó su posición a la construcción pudo tocar e intentar mantener un estilo. Suto fue el primer tiro a puerta de España, blando a manos de Buffon desde la frontal a los 28 minutos. Quiso echarse al equipo a sus espaldas, asumir su responsabilidad de líder pero no dio velocidad al juego. A quince del final volvió a toparse con el portero italiano tras una volea desde la frontal.
Cesc Fàbregas (5): Desaparecido en la primera mitad, cuando España pedía a gritos la aparición de centrocampistas para mantener la posesión y frenar el ritmo diabólico del rival. Mejoró en el segundo acto, apareciendo con más continuidad e intentando generar desequilibrio en la zona de peligro, donde Italia construía un miro. Puso un centro medido a Morata nada más arrancar. Buscó disparo desde la frontal. Empezó a asociarse con todos pero sus esfuerzos quedaron en nada.
David Silva (2): Estuvo desaparecido, sin personalidad para reaccionar ante la adversidad, con la confianza de Del Bosque hasta el final pese a su mal encuentro pero sin generar desequilibrio en ninguna acción. La primera vez que apareció, a los 27 minutos, pidió el balón y encontró espacios para crear la primera acción buena de España. Fue un espejismo. Solo a balón parado dejó muestras de su calidad.
Nolito (4): Intentó aportar su descaro con poco éxito. Sus intentos con voluntad nunca encontraron rematador. Se mantuvo en el once titular pese a que era uno de los posibles cambios que barajaba Del Bosque, y jugó tan solo la primera mitad. Recibió una amarilla por pisotón a De Rossi y buscó la fortuna cambiando de banda con el mismo resultado. No era su día.
Morata (6): Se le presentaba un partido durísimo ante tres centrales a los que conoce a la perfección. Salió con pinturas de guerra a la pelea y no se achicó ante nadie. Luchó por cada balón como si fuera el último y espero 49 minutos para tener la única ocasión clara de la que dispuso. No acertó en su testarazo. Se dejó todo en el campo hasta que fue sustituido a los 69 minutos.
Aduriz (6): España necesitaba un cambio tras ser superada en la primera parte y Del Bosque apostó por jugar con dos puntas con la entrada de Aduriz. Era la oportunidad que tanto buscaba y buscó el gol de la reacción con todo. Remató una de cabeza, que a punto estuvo de costarle su continuidad al caer mal, y a los 69 minutos con la zurda ajustó el disparo de zurda. Tuvo que pedir el cambio por una lesión muscular.
Lucas Vázquez (7): Puso la actitud que le faltaba a España y el desparpajo pegado al costado derecho, desequilibrando siempre que recibió el balón y generando las acciones de mayor peligro. A los 75 minutos dejó un pase medido a Iniesta que a punto estuvo de ser el empate. Ayudó en defensa y tras un robo de balón fue víctima de una agresión de Motta.
Pedro Rodríguez (6): Ni calentaba cuando la inesperada lesión de Aduriz le hizo ser la única solución ofensiva que tenía a mano Del Bosque. Jugó los nueve últimos minutos y se dejó todo como nueve. Le faltaron milímetros para llegar a un centro envenenado de Silva y el único intento de disparo fue muy desviado.
Efe
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