Polémica
"Facha", "nazi", "proetarra"... cuando la política pasa factura al deporte
El supuesto saludo nazi de Patryk Klimala nada menos que en Israel es la última de una larga lista de escándalos que vinculan política y deporte
El pasado fin de semana el jugador Patryk Klimala, delantero polaco del Hapoel Be'er Sheva de Israel, festejó un gol simulando el saludo nazi, nada más y nada menos que en la tierra de las víctimas del holocausto perpetrado por el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. El delantero polaco de 24 años anotó el 2-0 frente al Hapoel Jerusalem y festejó su gol levantando una mano en el aire. Los fans interpretaron la celebración como un saludo nazi y el jugador recibió un aluvión de críticas.
Ante el revuelo provocado, el futbolista tuvo que dar explicaciones y aseguró sentirse incomprendido por lo que considerar un error de interpretación. "Como polaco que respeta la historia de ambos países, nunca pensaría en hacer el saludo nazi. Mientras vivía en Polonia, visité el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau y soy plenamente consciente de la importancia de la historia de la herencia judía. Solo pretendía saludar a la afición", explicó Patryk Klimala.
Afortunamente para Klimala, la polémica ha quedado solo en eso. Otros deportistas en cambio han visto como su ideología ha afectado gravemente a su carrera deportiva sufriendo desde sanciones económicas a la expulsión de por vida. No en vano, el artículo 3 del código disciplinario de la FIFA, por ejemplo, prohíbe “consignas políticas en cualquier forma”.
Estos son algunos de esos deportistas que tuvieron que pagar una dura factura por airear sus ideas:
1. Giorgos Katidis
En 2013, El futbolista griego Giorgos Katidis, del AEK Atenas, fue excluido de por vida de la selección nacional por haber saludado con el brazo en alto al estilo hitleriano, según comunicó la Federación Griega de Fútbol. El incidente se produjo en la victoria del club ateniense por 2-1 ante el Veria FC. El internacional griego festejó en el minuto 84 el gol de la victoria con el brazo extendido.
“La acción del jugador de saludar a los espectadores al estilo de los nazis ofende gravemente a todas las víctimas de la barbarie nazi y lesiona de modo profundo el carácter pacífico y humano del fútbol”, rezaba el comunicado de la Federación helena.
2. Unai Etxebarria
En julio de 2020,el Granada CF decidió abrir un expediente disciplinario y finalmente rescindió el contrato con su jugador Unai Etxebarria por llevar una camiseta en apoyo a los condenados del ‘Caso Alsasua’ durante la celebración del equipo por la clasificación europea.
En la indumentaria se podía leer ‘Altsasukoak aske’, que significa en euskera ‘Los de Alsasua Libres’ y ‘Stop montajes policiales’, en referencia al incidente acontecido en un bar de la localidad vasca, entre las ocho personas que finalmente fueron condenadas por delitos de agresión y los dos guardias civiles -que se encontraban fuera de servicio- y sus parejas, que recibieron una brutal paliza.
3. Quinn Simmons
En octubre de 2020, Quinn Simmons, el ciclista estadounidense del Trek-Segafredo, fue expulsado de manera fulminante de su equipo por publicar en redes sociales comentarios en apoyo a Donald Trump.
“Apoyamos el derecho a la libertad de expresión”, explicaban desde el Trek-Segafredo en un comunicado al tiempo que lamentaban que Simmons hiciese comentarios “divisorios, incendiarios y que dañan al equipo”, y por lo que decidieron apartarle.
El conflicto surgió cuando Simmons entró a comentar el tuit de un periodista deportivo en el que deseaba para los ciudadanos de Estados Unidos que el mandato de Donald Trump acabara en las elecciones del 3 de noviembre de ese año. “Si me sigues y apoyas a Trump, puedes irte. No hay excusas para seguir o votar a ese hombre vil y horrible”, terminaba diciendo en su mensaje José Been. Fue entonces cuando una simple respuesta de Simmons diciendo “Bye” (adiós, en inglés), acompañado del emoticono despidiéndose y usando el de una persona negra (con todo el trasfondo racial que está agitando las elecciones y cuando Simmons es blanco), desató una polémica que le ha terminado costando un puesto en su equipo.
Lejos de evitar mayores tensiones, Simmons respondió con orgullo y un emoji de la bandera de Estados Unidos cuando la gente le preguntaba en redes sociales si efectivamente era un “Trumper”, como así llaman a los afines al presidente republicano.
4. Domagoj Vida
En julio de 2018, el Comité de Disciplina de la FIFA enviaba una advertencia de sanción al central croata Domagoj Vida, por un vídeo en el que gritaba “Gloria a Ucrania”, tras la victoria sobre Rusia, en los cuartos de final del Mundial.
Vida, autor del segundo gol croata, que dio una momentánea ventaja a su selección en la prórroga, se grabó junto al exjugador Ognjen Vukojevic ensalzando a Ucrania tras la victoria sobre la selección rusa en la tanda de penaltis (3-4). Las imágenes, que fueron subidas a Facebook por un periodista ucraniano, causaron un gran revuelo en el país organizador del Mundial, ya que el lema “Gloria a Ucrania” es utilizado por los nacionalistas antirrusos que se oponen a la anexión de la península de Crimea.
“Podemos confirmar que el Comité Disciplinario de la FIFA ha enviado una advertencia al jugador Domagoj Vida debido a su declaración en vídeo después del partido de la Copa Mundial de la FIFA 2018 entre Rusia y Croacia”, indicaron fuentes de la Federación Internacional.
El artículo 3 del código disciplinario de la FIFA, prohíbe “consignas políticas en cualquier forma”.
5. Frederic Kanouté
Kanouté, uno de los íconos que ha tenido el Sevilla, también expresó su sentir político. Después de anotarle al Deportivo La Coruña en un partido disputado en enero de 2009, el jugador francés-maliense enseñó una camiseta negra que decía ‘Palestina’, en apoyo a esta comunidad que ha luchado por su independencia en Medio Oriente y que ha tenido conflictos con Israel desde principios del siglo XX. Dicho gesto provocó críticas para el futbolista y le costó una multa de 3 mil euros por parte de la Federación Española de Fútbol.
6. Colin Kaepernick
En la temporada 2016 de la NFL, Colin Kaepernick tomó una decisión que marcó el devenir de su carrera profesional. Quien fuera una de las estrellas de la liga, quarterback de los 49ers de San Francisco, decidió, a modo de protesta por las desigualdades raciales, arrodillarse mientras sonaba el himno de Estados Unidos, un gesto que repitió el resto del año. Inmediatamente, fue blanco de las críticas de Donald Trump, entonces en la carrera presidencial que le llevaría a la Casa Blanca. Y lo que podría haber sido una polémica alejada de los terrenos de juego se terminó convirtiendo en una condena dentro de ellos ya que ninguna de las 32 franquicias quiso tomar el reto de contratar a alguien que mostraba tan abiertamente sus ideas.
7. Salva Ballesta, demasiado español
Los hechos ocurrieron en 2013, cuando el Celta de Vigo pensó en Salva Ballesta para ocupar el banquillo del conjunto gallego como segundo entrenador de Abel Resino. Los aficionados del Celta de Vigo evitaron su llegada. En cuanto se supo de su fichaje como ayudante de Resino, aficionados radicales del equipo vigués expresaron su rechazo en las redes sociales a su contratación, tildando a Ballesta de “facha”, “fascista” e incluso “nazi”.
Ante la reacción de los aficionados, el presidente del Celta decidió llamar a Salva Ballesta y le comunicó al exfutbolista que no iba a ser el segundo entrenador del equipo vigués. “El Celta no me ha fichado por sentirme muy español. Es una pena que en los tiempos en los que estamos se confunda la política con el deporte. Nunca me he referido a la política, sólo he dicho siempre que me siento muy español”, afirmaba entonces Ballesta. Las redes mostraron su apoyo al técnico y el hashtag #YoestoyconSalvaBallesta fue “trending topic”.
8. El mediático caso Zozulia
En el mercado de fichajes de 2017, Real Betis y Rayo Vallecano acordaron la cesión de Roman Zozulia al conjunto madrileño. Sin embargo, sus posiciones políticas no gustaron a los aficionados radicales del equipo vallecano y Zozulia tuvo que volver a Sevilla por la reacción contraria de estos, quienes le acusaban de ser un nazi. Las presuntas simpatías del jugador con grupos nacionalistas ucranianos provocaron la airada protesta de la afición del Rayo.
La polémica fue de tal magnitud que hasta el rapero catalán Pablo Hasel, detenido el pasado mes de febrero, publicaba en 2017 a través de su cuenta de Twitter un mensaje deseando que el avión oficial del Real Betis Balompié se estrellara por el apoyo que la plantilla había mostrado hacia su compañero Roman Zozulia. El mensaje se refería a todo los ocurrido en torno a la cesión del ucraniano al Rayo Vallecano, finalmente frustrada.
9. Josip Simunic
En este caso no fue un saludo, sino un grito de este jugador croata el que sirvió para que fuese sancionado con 10 partidos de suspensión. Y es que Simunic exclamó tres veces seguidas la frase “Za dom”, un conocido grito de guerra nazi.
10. Paolo Di Canio
El ex jugador de la Lazio nunca escondió sus ideales políticos. La imagen por la que será recordado es cuando tras terminar un derbi ante la Roma, se dirigió a la grada y realizó el saludo fascista. Por este gesto fue multado con 10.000 euros y un partido de suspensión.
El jugador explicó su polémico saludo de esta manera. “Soy fascista, pero no racista. Hago el saludo romano para saludar a mis aficionados y a los que comparten mis ideas. Este brazo tendido no quiere nunca ser una incitación a la violencia y menos al odio racial”.
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